Tretas de las compañías de seguro socavan promesa de Obamacare

Gracias a la Ley de Cuidado de Salud Asequible del presidente Obama, las compañías de seguros ya no pueden dar la espalda a pacientes con problemas de salud preexistentes. Este mandato de “atención garantizada” ha hecho que millones de estadounidenses enfermos puedan asegurar la cobertura que necesitan para poder acceder a medicamentos vitales.

Por desgracia, las aseguradoras han descubierto una manera solapada para socavar este requisito. Estas compañías están estructurando planes que acumulan enormes costos y cargas burocráticas en pacientes de alto riesgo, dejando a los pacientes asegurados sin un acceso real a la atención médica.

Las autoridades federales deben detener estas prácticas discriminatorias. Afortunadamente, los congresistas David McKinley (R-WV) y Lois Capps (D-CA) presentaron recientemente el Proyecto de Ley Acceso de los Pacientes a Tratamientos (PATA), que busca precisamente eso. Los legisladores deben aprobarla inmediatamente.

Las compañías de seguros atan a los pacientes enfermos con grandes cuentas al colocar los medicamentos caros en el “nivel” más alto. Las aseguradoras suelen dividir sus beneficios de medicamentos en diferentes niveles, con los más bajos recibiendo el mayor apoyo económico y los más altos, el menos. Cuanto más alto es el nivel, mayor será el desembolso pecuniario del paciente.

Por ejemplo, en los intercambios de seguros a nivel estatal establecidos por Obamacare, más de la mitad de los populares planes “Plata” colocan los medicamentos para la esclerosis múltiple en el nivel superior. Los pacientes que sufren de esta enfermedad devastadora se ven golpeados con costos enormes. Muchos se ven obligados a renunciar a los tratamientos necesarios.
PATA asegura que los pacientes puedan acceder a estos medicamentos que salvan vidas. El proyecto de ley prohíbe a las aseguradoras agrupar los medicamentos especializados en niveles de altos costos a diferencia de los que se usan para las medicinas regulares.

Muchas aseguradoras de salud también tienen una política de “fallar primero”. Los pacientes deben tomar primero los medicamentos que son menos eficaces -y a menudo menos seguros- y sólo cuando estos fallan pueden recibir los medicamentos necesarios.

En otras palabras, las aseguradoras obligan a las personas a enfermarse antes de ofrecerles los tratamientos salvavidas.

Una de las promesas centrales de Obamacare fue que los pacientes enfermos ya no sufrirían discriminación. Las aseguradoras están rompiendo esa promesa al maniatar a los pacientes vulnerables con costos enormes y obligándolos a conformarse con tratamientos menos eficaces. Los legisladores deben detener estos abusos, y la legislación para el Acceso de los Pacientes a Tratamientos es una buena manera de empezar.

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