Películas que no suelen viajar en la ciudad que no suele dormir

Daniela camina apresurada por las calles del DF. Sale del banco y va camino a una junta y luego a otra.  Su lista de ‘To Dos’ es larguísima para los pocos días que le quedan antes de partir a New York donde desde el 23 de julio estará presentando un ciclo de cine negro Mexicano en el Museo de Arte Moderno.

“Es la primera vez que se mostrará este tipo de cine nuestro en NY y me siento muy honrada de que estas películas que no son muy conocidas lleguen a los neoyorquinos”, apunta.

Siete films, siete perlas

Ella misma los seleccionó y recorren los años posteriores a la Segunda Guerra y la década del 50 como ‘La Diosa Arrodillada’ dirigida por Roberto Gavaldón y protagonizada por María Félix y Arturo de Córdova o ‘Crepúsculo’ que el director Julio Bracho rodó en 1945.

Su favorita es la que inaugura la muestra. “El miércoles abrimos con ‘En La Palma de tu Mano’ que me encanta porque es sobre un tipo que lee la fortuna en las líneas de la mano y tiene todo el fatalismo de este género negro con una fotografía maravillosa”.

De Morelia al MoMa

El Festival de Cine de Morelia siempre tiene una retrospectiva de cine clásico y el año pasado le tocó el turno al cine negro. “Habíamos invitado a ser parte del jurado de la categoría de documentales a Jytte Jensen, una curadora legendaria del MoMa y cuando vió el programa se enamoró y dijo ‘esto hay que llevarlo a Nueva York’.  Jytte falleció pero afortunadamente llegó a ayudarnos a encaminar esta muestra y sí supo que la ibamos a hacer realidad”.

Una vida de película

Apasionada por el cine, Daniela usaba su propio apartamento como sala a principios de los 90’s cuando en México únicamente había cortometrajes y la industria no estaba desarrollada. “Era pequeñísimo pero recibía un montón de gente y monté aquello con un presupuesto ínfimo”, recuerda.  En el 2003 eligió Morelia, una ciudad vibrante y universitaria, como sede del Festival que fundó y que ya va por su decimotercera edición.

Rescatadas del olvido

Las películas que se mostrarán en el MoMa han sido conservadas con un esfuerzo mayúsculo en el que cooperó la filmoteca de la UNAM. “Son muy viejas y muchas copias se avinagraron o se perdieron en el camino y otras nunca fueron ni subtituladas por eso son films que no suelen viajar, no suelen mostrarse fuera. Que vayan a NY es un lujo”.