La subida del dólar redobla el atractivo de las remesas

Un año de vértigo para las monedas de las economías de Latinoamérica

Cuando María A. envió $300 a su madre en Bogotá, por primera vez en varios meses se dio cuenta de lo mucho que rendía su cambio. Ahora esta mujer que cuida niños en Nueva York dice que va a tratar de ahorrar “para seguir mandando más dinero” antes de que las cosas cambien.

El dólar se está acercando a los 3,000 pesos y las razones por las que ronda esta cantidad cuando hace un año estaba en 1,884 no van a cambiar a corto o medio plazo.

Junto con el rublo ruso y la hryvni ucraniana el peso colombiano ha sido una de las monedas que más se han depreciado en este año de vértigo para las divisas de los países emergentes y que lo está siendo más desde que China empezó a dejar devaluar su moneda la semana pasada. Buena parte de la depreciación del peso se debe no solo a la fortaleza del dólar sino también a la caída del precio del crudo que supone casi la mitad de las ventas al exterior del país y está deteriorando la marcha de la economía. La AIE, la Agencia Internacional de la Energía, es que los precios no empezarán a recuperarse hasta bien entrado 2016 y eso sin contar con que se levanten las saciones a Irán en caso de que prospere el acuerdo nuclear con EEUU. En ese caso el petróleo tardará aún más en apreciarse. Ayer el crudo WTI cotizaba a $42.

Hasta tres veces ha rebajado el Banco Central su previsión de crecimiento de la economía colombiana este año. Será el peor desde 2009 en este sentido.

Desde Western Union se evita ser específicos sobre se si procesan más remesas pero explican que los clientes “suelen aprovechar las fluctuaciones del mercado a su favor”. “Es dinero duramente ganado así que es natural que traten de sacar el mayor rendimiento cuando hay oportunidad”, dice un portavoz.

La oportunidad para quienes mandan remesas en dólares también es igualmente buena para quienes tienen familias en Uruguay, Paraguay, Perú y desde luego México.

Las economías andinas y la mexicana dependen del petróleo o de las materias primas que no hacen más que perder valor al ritmo de la ralentización del mayor de los consumidores de estas, China. La mitad del consumo mundial de cobre o aluminio se hace en esta potencia asiática.

En México la devaluación frente al dólar este año supera el 20% y los capitales están abandonando esta divisa optando por el billete verde. Los inversores dejan atrás una economía que ahora tiene muchos lastres. Aunque el ritmo de crecimiento siempre depende mucho de EEUU y la economía del norte está fuerte, el año pasado México creció apenas un 2.1% frente al 3.9% previsto por el Gobierno. La semana pasada el Banco Central cree que 2015 se cerrará con un avance entre el 1.7% y el 2.5%.

La alegría para quienes mandan dinero y las familias que lo reciben es, sin embargo, el dolor para quienes tratan de gestionar sus negocios en esos países ya que buena parte de las compras que hacen para sus inventarios son en dólares y eso no hace más que restarles competitividad y disparar la inflación.

En esta nota

divisas Economía Negocios
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain