Bush, en la frontera sur, denuncia plan migratorio de Trump

El exgobernador de Florida afirma que la propuesta del magnate está " equivocada" y creará fricciones con México

Washington.- Buscando marcar las diferencias con el magnate Donald Trump, y frenar su avance entre conservadores, el exgobernador de Florida, Jeb Bush, viajó este lunes a la ciudad fronteriza de McAllen (Texas), donde defendió su propio plan de reforma migratoria.

Tras reunirse en privado con autoridades locales y estatales para abordar asuntos como la economía y la reforma migratoria, Bush nuevamente atacó las credenciales conservadoras de Trump, al señalar que el plan migratorio del magnate no se apoya en “principios conservadores”, y que EEUU necesita un plan de seguridad fronteriza como el que él propone para “reencauzar a este país”.

“El simple hecho es que su propuesta no es realista, costará centenares de millones de dólares, violará las libertades civiles de las personas, creará una innecesaria fricciones con nuestro tercer socio comercial (México), y creo que está equivocado en esto”, argumentó Bush.

Aunque la visita privada a McAllen fue programada hace varias semanas para recaudar fondos, ésta se produjo mientras Trump continúa encabezando las encuestas de opinión.

En declaraciones a la cadena Fox News, Trump ironizó hoy que la visita a McAllen ayudará a Bush a entender que emigrar ilegalmente “no es un acto de amor” –como dijo éste el año pasado- y acarrea problemas en la zona.

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La visita de Bush incluyó una gira por el Valle del Río Grande, epicentro de la crisis humanitaria en 2014 por la llegada de más de 60,000 niños indocumentados no acompañados a la frontera sur.

Bush es el tercer precandidato presidencial republicano, detrás de Scott Walker y Trump, en visitar recientemente la frontera entre Texas y México para destacar los problemas de la inmigración ilegal.

La semana pasada, el neurocirujano jubilado y precandidato presidencial republicano, Ben Carson, visitó la frontera entre Arizona y México.

Competencia de planes conservadores

La campaña de Bush ha insistido en que el exgobernador de Florida es el único en la contienda electoral en ofrecer soluciones “serias” y conservadoras para corregir el fallido sistema de inmigración.

El plan “integral” de Bush, subrayó su campaña, ofrece un gran contraste frente al plan de Trump, cuyo costo de implementación superaría los $500,000 millones.

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El plan de Trump incluye la deportación masiva de los 11 millones de indocumentados, la confiscación de remesas, la construcción de un muro fronterizo y la eliminación de la ciudadanía automática para niños nacidos en EEUU de padres indocumentados.

En su afán por frenar el avance de Trump, Bush ha cuestionado las credenciales conservadoras del empresario, sugiriendo que éste ha cambiado de posturas en la última década por conveniencia política.

Demanda colectiva contra Texas

Bush llegó a Texas mientras el estado se encuentra en una férrea batalla legal por la negativa del Departamento de Servicios de Salud de otorgar actas de nacimiento a niños cuyos padres no pueden mostrar documentos de identificación válidos.

Los activistas proinmigrantes temen que otros estados quieran seguir el ejemplo de Texas y esperaban que Bush denunciara la práctica.

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La demanda colectiva, presentada en mayo pasado, incluye a 28 indocumentados que alegan que la agencia estatal rechazó su matrícula consular mexicana como cédula de identificación para los trámites.

Para obtener un acta de nacimiento, Texas exige que los padres indocumentados presenten dos documentos de identificación secundarios, y desde 2008 rechaza la matrícula consular como documento válido.

La agencia estatal ha dicho que no acepta la matrícula consular porque los documentos usados para obtenerla no son verificados por el consulado mexicano.

En lugar del acta de nacimiento, la agencia da a los padres indocumentados un certificado para que puedan inscribir a sus hijos en las escuelas,  pero muchos sitios exigen la partida de nacimiento para sus servicios.

En declaraciones a este diario, Juanita Valdez- Valdez-Cox, directora ejecutiva de La Union del Pueblo Entero, explicó que sin el acta de nacimiento, los niños “son ciudadanos en limbo”, no pueden viajar fuera de EEUU, no pueden recibir su tarjeta de Seguro Social y se les puede negar los beneficios de cobertura médica bajo el “Medicaid”.

Además, sin Seguro Social, sus padres no pueden reclamarlos en las declaraciones de impuestos ni obtener crédito tributario por ellos.

“Quienes aspiran a la presidencia deben apoyar el ideal de nuestra nación de que todos somos creados iguales, y Jeb Bush debería abrazar los derechos y humanidad de todos los estadounidenses, ciudadanos o inmigrantes, pero parece haber abrazado una retórica dañina y de odio contra madres y niños inmigrantes”, se quejó la activista.

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El mes pasado, la Comisión sobre Derechos Civiles de EEUU pidió que el gobierno federal investigue la polémica en torno a los certificados de nacimiento en Texas, para determinar si el estado ha violado la Constitución.

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