Debate republicano genera protestas y contrastes con Ronald Reagan

Grupos prometen llevar a "cientos de manifestantes el miércoles a Simi Valley para protestar contra tema anti inmigrante en campaña republicana

Los aspirantes republicanos a la presidencia debatirán este miércoles en la Biblioteca Ronald Reagan en Simi Valley California, coincidiendo además con el Día de la Independencia mexicana, una fecha y un sitio simbólicos que contrastan con la retórica dura contra los inmigrantes que muchos de estos precandidatos han usado en la campaña.

Por primera vez en varios ciclos electorales, el debate en la Biblioteca Ronald Reagan estará rodeado de controversia y de manifestaciones de grupos latinos y pro inmigrantes, que han anunciado estarán presentes desde temprano por la mañana del miércoles expresando su disgusto con el tono  que ha tomado la campaña interna del partido republicano por la nominación presidencial.

Hace unos días más de 60 organizaciones enviaron una carta abierta a los moderadores del debate, que será transmitido por la cadena noticiosa CNN y con doblaje al español por CNN Español este miércoles 16 de Septiembre.  En la carta, dirigida a los moderadores y periodistas de CNN, los grupos pro inmigrantes piden que los medios “desafíen el uso de una retórica anti inmigrante y de odio que está incitando a la violencia” y pidan a los candidatos que prometan, entre otras cosas, suspender el uso de retórica dura y defender la constitución, incluyendo la Décimo Cuarta enmienda que garantiza la ciudadanía por nacimiento.

“El debate será una prueba de qué tanto estamos dispuestos a permitir la proliferación de un lenguaje de odio”, lee la carta.

El miércoles, estos grupos se reunirán por la mañana en Los Ángeles y luego irán en caravana hasta Simi Valley,  un suburbio de clase alta anglosajona a 64 kilómetros del Centro de Los Ángeles, para manifestarse en las afueras del debate.

La campaña interna republicana se ha caracterizado por los llamados de varios de sus principales candidatos, incluyendo el multimillonario Donald Trump, el Senador Ted Cruz y Scott Walker, a eliminar la ciudadanía por nacimiento a hijos de indocumentados. Trump ha centrado buena parte de su campaña presidencial en el tema migratorio, prometiendo construir un “gran muro” en la frontera y realizar deportaciones masivas de millones de indocumentados. Ha llamado “criminales y violadores” a los mexicanos que cruzan sin papeles la frontera.

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Rechazo de conservadores 

Los conocidos grupos pro inmigrantes y latinos no son los únicos que critican la retórica usada en la campaña republicana. También lo han hecho grupos conservadores. Para Alfonso Aguilar, director ejecutivo de la organización “American Principles in Action´s Latino Partnership”, la retórica de algunos candidatos republicanos debe ser rechazada por otros conservadores, particularmente los que admiran a Reagan.

“El presidente Reagan creía que la inmigración fortalece a nuestro país y lo ha hecho más próspero”, dijo Aguilar. “Él entendió que los inmigrantes generan actividad económica , amplían nuestra base de consumidores y ayudan a crear trabajos buenos y mejor remunerados para los trabajadores estadounidenses. Me preocupa que algunos candidatos en el Partido Republicano hayan elegido usar retórica negativa y a veces ofensiva sobre la inmigración e insto a mis colegas conservadores para rechazar las voces de ira y el pesimismo. Debemos apoyar a los candidatos que como Reagan, pensaban que Estados Unidos debe seguir siendo una “ciudad brillante en una colina”.

Samuel Rodríguez, presidente de la Conferencia Nacional Hispana Cristiana, fue más allá y llamó “anti conservadora y anti americana” a la retórica de algunos republicanos.

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Reagan y el tema migratorio

Pero esta retórica y las políticas que proponen los republicanos están en radical contraste con las ideas del fallecido Reagan, quien en discursos y escritos, además de acciones, dejó sentada su postura abierta hacia los inmigrantes y su comprensión del tema de la inmigración sin papeles.

La sede del debate es la Biblioteca que lleva el nombre y contiene la historia y diversas pertenencias del fallecido Ronald Reagan, el presidente de Estados Unidos entre 1981 y 1989 y quien en 1986 firmó la Ley de Amnistía que legalizó a 3 millones de indocumentados.

Reagan, según manifestó en discursos y escritos, creía en la importancia de la relación con México y de tener un sistema que permitiera el libre flujo de la mano de obra, casi una frontera abierta si se quiere, aunque regulada. A Reagan le preocupaba más la vulnerabilidad del vecino del sur ante el surgimiento de una guerrilla como la que triunfó en Cuba y acababa de establecerse en Nicaragua, que el efecto que los inmigrantes tuvieran en los Estados Unidos. Se daba por sentado que eran necesarios y que podría regularse su presencia.

En sus diarios privados, Reagan escribió en 1979 sobre una reunión privada que iba a tener con el Presidente de México José López Portillo.  Escribió que esperaba “discutir cómo podemos hacer de la frontera algo diferente al lugar para erigir un muro”.

El Presidente que años después diría la famosa frase pidiendo la eliminación del muro de Berlín y la caída del comunismo (Sr Gorbachov,  derrumbe ese muro), tampoco veía con buenos ojos la construcción de un muro en la frontera de Estados Unidos con México, aún cuando también pensaba que la inmigración ilegal estaba descontrolada.

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El presidente Reagan no se quedó sólo en palabras en lo que respecta a intentar cambios en el sistema migratorio. Fue él quien en 1986 puso su firma en el Acta de Reforma y Control de Inmigración, IRCA que había sido aprobada con apoyo bipartidario en el Congreso. Esta legislación también se conoció como Ley Simpson-Mazzolli (por los dos senadores, uno republicano y el otro demócrata que la patrocinaron) y popularmente como la “Ley de Amnistía”.

Reagan tenía especial desprecio por los empresarios que “contrataban a estos individuos y les pagaban salarios de miseria, sabiendo que nunca se quejarían por temor a ser descubiertos trabajando ilegalmente” Esto lo dijo, textualmente, en un debate contra Walter Mondale en 1984, cuando luchaba por su reelección

Alan Simpson, ex senador republicano de Wyoming que co patrocino la legislación y amigo de Reagan, declaró hace pocos años en una entrevista con el periódico The Washington Post, que Reagan pensaba que “no era correcto que los que venían, incluso ilegalmente, fueran abusados física o económicamente”. Peter Robinson, quien escribió discursos para Reagan dijo que “parte de la filosofía de Reagan, su comprensión de lo que era la esencia de los Estados Unidos de América, era que el país “debía estar abierto a quienes quisieran venir a trabajar y a vivir aquí”.

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