La estrepitosa caída de Walker

Sus incongruencias sobre inmigración le perjudicaron su candidatura

Empezó como uno de los favoritos porque tenía en el bolsillo tanto a la base conservadora como a los grandes donadores, especialmente por sus exitosas batallas contra los sindicatos en su estado natal, Wisconsin. Todo hacía prever que llegaría muy lejos, pero a sólo dos meses de haber entrado a la primaria republicana, el gobernador Scott Walker abandonó la contienda.

Al anunciar su retiro, Walker manifestó que su decisión obedecía principalmente al declive de su popularidad y a la consecuente falta de fondos para seguir adelante.

Lo que no explicó fue el por qué de su repentino desplome. Aunque Walker entró con el pie derecho a la contienda luego de pronunciar en enero un apasionado discurso en Iowa, en los dos primeros debates tuvo una actuación decepcionante que se tradujo en un apoyo menor al 1% a nivel nacional.

En gran medida su pobre desempeño se debió a su incongruencia e indefinición en el tema que Donald Trump ha convertido en el eje de la primaria republicana: la inmigración.

Inicialmente Walker se había declarado a favor de la reforma migratoria. Esta postura le había ganado el apoyo de los poderosos hermanos Koch, que están en la lista de quienes más donan a las campañas políticas.

Pero todo cambió cuando Trump entró en escena y se catapultó al primer lugar gracias a sus ataques contra los indocumentados. A partir de entonces Walker empezó a trastabillar. Para no perder a la base republicana, se retractó de su respaldo inicial a la reforma migratoria, lo que enojó a los Koch.

Lo mismo ocurrió con su postura sobre la propuesta de Trump para negar la ciudadanía a los hijos de indocumentados nacidos en Estados Unidos. En sólo una semana, Walker cambió de opinión tres veces. Primero dijo que ese derecho se debía quitar a los niños, luego señaló que no tomaría una postura en torno al asunto y finalmente optó por denunciar los llamados de Trump para eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento. Al final, quedó totalmente en ridículo.

Con su salida, quedan ahora sólo 15 de los 17 aspirantes iniciales. Éstos harían bien en tomar nota de lo ocurrido al gobernador de Wisconsin, pues no es posible sobrevivir en medio de tanta incongruencia.

Walker ha invitado a otros candidatos de bajo perfil a seguir sus pasos para despejar el camino hacia “un conservadurismo positivo” y poder derrotar a Trump. Pero el daño que el magnate ha causado al partido ya está hecho. Será muy difícil para los que queden competir con las barbaridades que a diario expresa el millonario, a menos que éste caiga en su propia trampa y la base republicana abra los ojos.

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