Un regalo que vino del cielo
Doña Gertrudis López cumple el sueño de poder ver al Papa
Gertrudis López Ortiz no lo podía creer cuando recibió la llamada de que había sido escogida para viajar a Washington a conocer al Papa. Había planificado con anterioridad sus vacaciones justo durante las fechas que visitaría el Sumo Pontífice Estados Unidos. “Iba a viajar a ver a mi hija a Carolina del Norte pero hace unos diitas me avisaron de la Union que fui escogida para ir a ver al Papa a Washington”, expresó emocionada ayer esta limeña de 60 años quien pertenece a la parroquia de San Francisco en Newark en la comunidad hispana de Bloomfield Avenue.
Doña Gertrudis, de 60 años y oriunda de Lima, trabaja en el departamento de limpieza en el aeropuerto de Newark y ella fue escogida por la SEIU local 32BJ, para un tour especial por la capital co motivo del viaje papal.
“Para mi fue una alegría y una sorpresa que hayan pensado en mi persona y los planes que yo tenía se desarreglaron pero no importa. Ni por sueño imaginé que iba a tener ese privilegio”, expresa la madre de cinco hijos, quien tiene a cuatro aún en su natal Perú y solo una hija vive en Carolina del Norte. Al conocer que iba a tener la oportunidad de ver al líder de la Iglesia Católica expresó:
“Llamé por teléfono a mi hermana y a mis hijos. Yo soy devota del Señor de los Milagros y esto para mi es un milagro”, expresó doña Gertrudis vía telefónica y quien vio pasar al Papa durante su traslado a la Casa Blanca junto a miles de peregrinos llegados de todo Estados Unidos y del extranjero.
Esta era la segunda ocasión que tenía la oportunida de ver a un Papa, durante la gira por Sudamérica de San Juan Pablo II, logró también estar cerca del Santo Padre. “Tuve la oportunidad de ver a Juan Pablo II en una ciudad, Villa Salvador, cerca de Lima hacia el Sur. Pasó en su papamóvil y yo estaba en la calle esperando a que pasara. El era muy carismático, muy humano, el mejor Papa, robaba corazones, él sigue viviendo con nosotros y ese poder de fe se lo pasó a Francisco”, expresó la limeña quien agradeció al sindicato Local 32BJ por el viaje y envió un saludo a sus compañeros trabajadores del aeropuerto de Newark.