OEA aplaude acuerdo para firmar paz en Colombia
LuisAlmagro,, secretario general del organismo de "gran paso" el pacto entre el gobierno de Santos y las FARC
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, calificó de “gran paso adelante” el acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla FARC para firmar la paz en ese país antes del 23 de marzo de 2016.
El acuerdo, anunciado el miércoles en La Habana por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, “materializa la preocupación de las partes para que las víctimas y su reparación sean la base de la construcción de la paz en Colombia“, sostuvo Almagro en un comunicado.
Además, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) alentó a las partes a “seguir trabajando en la búsqueda de consensos para que, como se anunció, se llegue a un acuerdo final de paz en las fechas establecidas”.
“Estos logros estimulan el esfuerzo de los equipos negociadores”, dijo Almagro, para subrayar después que “también fortalecen la esperanza de todo el continente americano de ver a Colombia en paz”.
Asimismo, Almagro reiteró la disposición del organismo continental “para seguir acompañando los esfuerzos de los colombianos en la construcción de la paz, como lo ha venido haciendo durante los últimos once años través de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz (MAPP/OEA)”.
La Habana, sede permanente de un proceso de paz que comenzó hace tres años, fue el escenario este miércoles de un histórico apretón de manos entre Santos y “Timochenko”, que rubricó el crucial paso hacia la paz dado en un acto al más alto nivel, con el presidente cubano, Raúl Castro, como anfitrión.
El 23 de marzo de 2016 será la fecha límite para concluir las negociaciones y firmar un acuerdo de paz definitivo, tras el cual las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tendrán un plazo de 60 días para dejar las armas.
El Gobierno colombiano y la guerrilla lograron superar también el escollo más importante del proceso con su acuerdo para crear una “jurisdicción especial de paz” que juzgará delitos de lesa humanidad y graves crímenes de guerra.