Herencia hispana le pone ritmo a la Quinta Avenida
El clima soleado y agradable, en donde la temperatura que no superó los 68 grados, se unió para que la celebración de la Hispanidad fuera más placentera
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EL DIARIO no faltó a la cita.
La Quinta Avenida se llenó de ritmo y sabor hispanoamericano en el 51 aniversario de la celebración del Desfile de la Hispanidad en donde miles de personas se congregaron para rendir tributo a su cultura y sus raíces.
En el desfile, que partió al mediodía del domingo desde la calle 44 para finalizar en la 67, tuvo como invitada de honor a Miss Universo, la colombiana Paulina Vega, que arrancó fuertes aplausos durante todo su recorrido.
La delegación española fue la encargada de abrir la actividad con un grupo bailando el tradicional flamenco, seguido inmediatamente por una agrupación que interpretó el pasodoble.
El desfile siguió en orden alfabético con cada uno de los países latinoamericanos y caribeños en donde docenas de representantes de cada uno de ellos lució sus mejores galas para interpretar sus más tradicionales ritmos.
La argentina Ramona Acosta, de 57 años y que está de visita en la Gran Manzana, reaccionó sorprendida a la vez que emocionada al ver la carroza de su país, en la que una pareja bailaba un tango.
“Esto es genial, no sabía nada sobre este desfile y visitando la iglesia de San Patricio, justo me encuentro con esta linda sorpresa”, dijo.
El clima soleado y agradable, en donde la temperatura que no superó los 68 grados, se unió para que la celebración fuera más placentera para los participantes como para los espectadores, que se apostaron en las vallas dispuestas a lo largo de la Quinta Avenida.
La popular parada se celebra todos los años como un tributo a la contribución de los mas de 2,4 millones de hispanos, parte de los 9 millones de habitantes de la Ciudad de Nueva York. El desfile es en anticipación a la finalización del Mes de la Herencia Hispana, que se conmemora desde el 15 de septiembre hasta el 15 de octubre.
Música del altiplano, cueca, salsa, merengue, marinada y cumbia fueron entre muchos otros ritmos los que se escucharon a medida que iban pasando las carrozas.
Leonardo Tapia dijo “llevo a mi Bolivia en mi corazón y escuchar música de los Andes en la Quinta Avenida me llena de mucha nostalgia”.
En la jornada los vendedores ambulantes hicieron su agosto, aprovechando a que los espectadores se les despertara su patriotismo y quisieran ondear la bandera de su país.
“No me ha ido nada mal, he vendido casi la mitad de mi mercancia y todavia me quedan un par de horas para seguir vendiendo”, dijo Rosa Larento, vendedora peruana que ofreció banderas pequeñas a $3 cada una.
El Diario dijo presente también en la actividad con una carroza, asi mismo grupos del Departamento de la Policía de Nueva York y del Departamento de Bomberos hicieron parte del desfile.