Mujeres en alerta ante síndrome de shock tóxico ligado a tampones

Casos de síndrome de shock tóxico relacionados con tampones han levantado la voz de grupos de mujeres que exigen a las empresas transparentar materiales

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El tejido vaginal puede absorber sustancias tóxicas por medio de tampones: Women’s Voices. Crédito: Shutterstock

Desde hace unos meses, usuarios y usuarias de Internet han expuesto mensajes a favor de la copa menstrual con el objetivo de romper con los tabúes hacía la sexualidad femenina, especialmente de la menstruación. Entre sus razones, aseguran que las empresas de toallas sanitarias y de tampones manejan un discurso que usa prejuicios relacionados con la vagina, la vergüenza y la suciedad.

A esto se suma la exigencia de que las firmas revelen las sustancias con las que están hechos sus productos, pues -refieren- podrían tratarse de componentes tóxicos. Por eso exponen el caso de Lauren Wasser, la modelo que en 2012 perdió una pierna a causa del síndrome del shock, provocado supuestamente con un tóxico asociado al uso de tampones (SST).

“Si hubiera sabido que el shock tóxico era real, si hubiera visto a alguien que hubiera perdido algún miembro o hablado de eso públicamente, nunca hubiera usado tampones”, declaró Wasser a la revista People.

Y también está presente el caso de Jemma-Louise Roberts, una adolescente británica de 13 años, que falleció por un shock tóxico, igualmente relacionado con SST.

Copa menstrual

copa menstrual

La copa menstrual está formada por silicona y tiene forma de recipiente, de tal manera que colecciona el flujo menstrual sin absorber, cosa que hace que no se altere ni el PH, ni la flora de la vagina, evitando candidiasis vaginal, sequedad vaginal, alergias y lo más importante, el SST”, refiere un comentario en Facebook.

El grupo feminista Women’s Voice explicó el porqué son riesgosos los tampones: “El tejido vaginal se alinea con las membranas mucosas permeables, que protegen el cuerpo contra las bacterias, pero que también puede absorber fácilmente o irritarse por otros productos químicos. Los tejidos vaginales se llenan de vasos sanguíneos y por lo tanto, si existe un producto tóxico en un tampón, tiene una ruta directa al torrente sanguíneo”.

En ese ambiente internacional, diversos grupos de mujeres han exigido a los fabricantes de tampones y toallas sanitarias que revelen los ingredientes que contienen sus productos; Procter & Gamble y Kimberly Clark han sido los más señalados.

Luego de la presión ejercida en redes sociales, en Estados Unidos la empresa Tampax informó a sus consumidoras que sus tampones están hechos de rayón, poliester, algodón, polipropilenos y algunas fragancias “que se pueden encontrar en otros productos para mujeres”.

Sin embargo, Women’s Voices respondió que las “fragancias” -cuyo contenido específico no está claramente descrito- pueden estar hechas de químicos como cloroformo, sustancia que podría estar además en toallas sanitarias.

Por otra parte, otras empresas han declarado que sus productos cumplen con las leyes establecidas y no provocan síndrome de shock tóxico.

Los síntomas

tampon

De acuerdo con la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, de la Secretaría de Salud de México, existen bacterias que producen una toxina que provoca síntomas como: fiebre de 39° centígrados, escalofríos, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, dolor de cabeza, dolor muscular o articular.

Existen dos tipos de síndrome de shock tóxico: tipo menstrual, el cual se asocia con la menstruación y el uso inadecuado de tampones; los casos por este tipo de síndrome han disminuido desde la década de 1980 debido a que dejaron de comercializarse los tampones súper absorbentes. Y también está el tipo no menstrual, que de acuerdo con la Subsecretaría, puede presentarse en hombres, mujeres y niños, y se asocia generalmente a una herida.

Los factores de riesgo para la aparición de este síndrome son: uso de tampones, infección local de la piel o tejidos profundos, dispositivos anticonceptivos colocados en la vagina, parto reciente, presentar diabetes, VIH, enfermedad pulmonar crónica o enfermedad cardiaca”, refiere la dependencia.

La dependencia agrega que “el tratamiento para esta enfermedad consiste en extraer el material extraño que contribuye a este síndrome (tampones, esponjas o tapones nasales), o bien, drenar el sitio de la infección si es una herida quirúrgica. Además de lo anterior se puede requerir la administración de antibióticos y otros medicamentos. Esta afección puede complicarse y provocar insuficiencia renal, cardiaca o hepática, shock o muerte”.

– Sergio Rincón

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