Cientos logran perdón por faltas menores
Cientos de neoyorquinos llegaron a primera hora a la iglesia Soul Saving Station para beneficiarse del programa Clean Slate
NUEVA YORK — Mientras el comisionado de Policía, William Bratton, criticó las propuestas del Consejo Municipal de diluir la política policial de “ventanas rotas” y despenalizar los delitos menores, en la iglesia Soul Saving Station, cientos de infractores lograron el perdón de sus faltas gracias al programa Clean Slate de la fiscalía de Manhattan.
“Orinar en público está mal, pero eso no me convierte en un criminal”, dijo el mexicano Julio Flores (50), un residente del Condado de la Salsa, quien hizo fila en las inmediaciones de la iglesia con la esperanza de suprimir una multa de $50. “Estoy enfermo y no puedo controlar mi necesidad de orinar. No tuve otro remedio que hacerlo en una estación del tren”.
Sin embargo, el NYPD insiste en que las detenciones por delitos menores pueden llevar al arresto de peligrosos criminales, como el del pasado lunes, cuando patrulleros atraparon a Ronnie Brown (41) orinando afuera del 505 este de la calle 162, en el sector de Morrisania, en El Bronx.
Brown, quien tiene un historial de arrestos por intento de asesinato, violación y hurto mayor, trató de huir de los uniformados, pero una vez bajo custodia, los agentes descubrieron una pistola semiautomática calibre 22 Beretta con municiones. El hombre fue acusado de posesión criminal de un arma y orinar en público.
“Este arresto demuestra la ventaja de hacer cumplir las normas por delitos menores, pero también el riesgo que enfrentan los oficiales de policía al cumplir con su deber” dijo Patrick Lynch, presidente de la Asociación de Patrulleros Benevolentes al New York Post.
Hasta ahora no hay un proyecto de ley formal para descriminalizar los delitos menores y el asunto sigue en discusión, pero la oficina de la presidenta del Concejo Municipal, Melissa Mark-Viverito, argumentó que un 85% de los casos que llegan al sistema de cortes son delitos menores y ofensas no criminales. Los jueces otorgan una fianza en 20% de los casos, pero debido a que sólo el 12% de los defendidos pueden pagarla, el 88% terminan en Rikers Island y en otras prisiones de la ciudad esperando por un juicio.
“En realidad Rikers es una prisión para los deudores que no pueden pagar su fianza”, expresó el activista Travis Morales, del grupo Stop Mass Incarceration Network. “Rikers y la política de ventanas rotas tipifica y concentra la inmoralidad e ilegitimidad del encarcelamiento en masa en Estados Unidos”.
La defensora del pueblo, Letitia James, dijo en un comunicado de prensa que el sistema de justicia penal no debería ser un ancla que pese a los neoyorquinos.
“Los programas de condonación como Clean Slate son críticos en la reconstrucción de la relación entre la policía y nuestras comunidades”, apuntó.
Borrón y cuenta nueva
El programa Clean Slate o Comenzar de Nuevo, de la fiscalía de Manhattan, permitió a los residentes de los cinco condados, con citaciones por delitos menores, exponer su caso ante un juez y resolver la situación en proceso rápido y confiable.
“Es una gran oportunidad para los que buscamos limpiar nuestros historial”, dijo el mexicano Senén González (55), un residente de Inwood. “El desconocimiento de las leyes de la ciudad nos lleva a cometer faltas sin intención”.
González esperó unos 20 minutos afuera de la iglesia Soul Saving Station para pedir el perdón por una violación menor que cometió hace un mes, al permanecer en un parque público después del cierre.
“No sabía que no responder a una citación implica una orden de arresto y hasta la cárcel, pero con este programa puedo remediar esta falta sin temor a ser detenido”, comentó.
El fiscal de distrito de Manhattan, Cyrus R. Vance, Jr., dijo estar complacido por la participación de los neoyorquinos. Una inmensa fila de cientos de residentes -la mayoría afroamericanos y latinos- de diversos barrios rodeó las inmediaciones de la iglesia, situada en la esquina de la calle 124 y Frederick Douglas Boulevard.
En junio del año pasado, voluntarios de Police Reform Organizing Project (PROP) visitaron las cortes criminales de Manhattan, Brooklyn y El Bronx, para observar 747 citaciones por delitos menores. En 667 casos—89 % del total—el acusado era afroamericano o latino.
“Estoy sorprendido de lo rápido que fue solucionar mi sanción, además de que tuve ayuda en español. En verdad es una gran iniciativa”, dijo el mexicano Miguel Tolentino (50), vecino de El Bronx.
Tolentino contó que, al quedarse sin crédito en su MetroCard, le pidió a un usuario que pasara su tarjeta por él y así llegar puntual al trabajo, pero un oficial de policía le dio una multa de $50 por una acción que, aunque bien intencionada, implica una violación al Código Administrativo de la Ciudad de Nueva York.
“No tenía idea de que estaba cometiendo una falta. Nunca había sido multado. Me preocupé mucho de que esto perjudicara mi buen historial”, comentó Tolentino.
Un delito menor, como pasear un perro sin correa o escupir en la acera, puede convertirse en un dolor de cabeza. La ley especifica que de no presentarse a una citación, el infractor puede ser arrestado y encarcelado por 24 horas hasta que un juez revise el caso y asigne una sanción.
“Un buen récord puede ser impactado por un delito menor, privando a los infractores de oportunidades laborales y saturando nuestras cortes con casos que podrían tener una solución inmediata”, dijo el fiscal Cyrus R. Vance, Jr. “Este programa ofrece a los neoyorquinos la opción de limpiar su récord en un ambiente seguro, con servicio de traducción y con la ayuda de profesionales”.
Los participantes recibieron la ayuda de la Sociedad de Asistencia Legal, una de las organizaciones que colaboró con la fiscalía de Manhattan, además del NYPD, la Oficina de Administración de la Corte (OCA) y funcionarios electos.
La oficina de prensa de la fiscalía dijo que se enviaron 3,000 cartas a residentes que eran elegibles para beneficiarse del programa.
El fiscal de distrito de Brooklyn, Kenneth Thompson, tiene previsto realizar su tercer evento, similar al programa Clean Slate, el próximo 5 de diciembre.