Editorial: Senado debe votar sobre Jacobson

No hay nación en el mundo más importante que México para Estados Unidos. Por donde se lo mire, la buena relación entre los dos países es vital para sus intereses económicos, comerciales, de seguridad, ambientales y migratorios entre otros. Por eso es inadmisible que el cargo de embajador estadounidense en México permanezca vacante, y mucho más que el motivo de esta anomalía sea el restablecimiento de las relaciones con Cuba.

El presidente Obama designó en junio pasado a la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, para dirigir la misión diplomática. La selección de una funcionaria de carrera contrastó con la frustrada nominación anterior de María Echaveste, quien fue bloqueada por la mayoría republicana del Senado principalmente por sus posturas a favor de una reforma migratoria integral.

Jacobson es una especialista en el tema de México, quien ha manejado los detalles de la relación bilateral tanto en el gobierno de Bush como en el de Obama. Su labor y conocimiento le ayudaron avanzar dentro de la agencia federal, ganándose la confianza de la Casa Blanca como para estar a cargo de la normalización de las relaciones con Cuba.

Precisamente esa labor es la que es cuestionada hoy por los senadores cubano-americanos Robert Menendez  (D-NJ) y Marco Rubio (R-FL). Ellos están impidiendo que haya un voto en el pleno del Senado para confirmar la nominación de Jacobson como embajadora en México, como muestra de disconformidad con la reapertura de relaciones con Cuba. La nominación fue aprobada por su comité correspondiente el 10 de noviembre.

Es lamentable que un cuestión ajena a la relación entre México y Estados Unidos, como Cuba, sea un obstáculo. Mucho peor que se castigue a Jacobson por ser una funcionaria eficiente en el cumplimiento de su trabajo. El líder de la Mayoría del Senado, Mitch McConnell, debe poner a voto la confirmación de Jacobson que cuenta con un respaldo bipartidista.

México es el segundo mercado más grande para los productos estadounidenses y es el tercer socio comercial más importante de Estados Unidos. Comparten una frontera de 2,000 millas que los une en la discusión de temas ecológicos y migratorios. Jacobson tiene la experiencia y conocimiento adquirido a lo largo de los años para manejar una relación tan compleja como importante. Es hora de dejar la Guerra Fría atrás y confirmarla.