Luis Fonsi: “No nos vamos a dar por vencidos hasta vencer al cáncer”

Hablamos con Luis Fonsi sobre su colaboración con el Hospital y Centro de Investigación St. Jude, con el que trabaja un año más para difundir la campaña Thanks & Giving

El cantante boricua Luis Fonsi junto a varios niños pacientes del St. Jude Children's Research Hospital en Memphis, Tennessee.

El cantante boricua Luis Fonsi junto a varios niños pacientes del St. Jude Children's Research Hospital en Memphis, Tennessee.  Crédito: Cortesía de St. Jude Children's

“Mi labor con St. Jude Hospital tiene más peso que cualquier otra cosa que pueda lograr en mi carrera”, nos revela Luis Fonsi con sobrecogedora honestidad nada más iniciar la entrevista. Para el cantante puertorriqueño, él es un mero mensajero de la lucha contra el cáncer infantil que abandera esta institución e intenta dar voz a las personas que allí trabajan y salvan la vida de miles de niños de todo el mundo.

El hospital lleva a cabo un programa completo que cubre con todos los gastos de los pacientes y sus familias. “El cáncer es una enfermedad que gracias a Dios no he padecido, pero he vivido de cerca. Es una enfermedad que afecta a todo el mundo cerca del paciente y que se cura también con la mente, con las ganas de luchar.”

Aunque reconoce la tarea que llevan a cabo otras organizaciones por diferentes causas, el cantante destaca la labor de St. Jude por su trabajo con los niños. “Soy de los que piensan que los niños no deberían sufrir, que debería haber una ley para que hasta los 18 años nada negativo le pasara a un niño […]. Hay que seguir atacando el cáncer infantil, porque aunque ha habido avances, todavía queda mucho por hacer”.

Pregunta: Háblanos sobre la campaña en marcha, Thanks and Giving. ¿Cuál es tu papel como colaborador en este proyecto?

L.F.: Yo siempre digo que soy un mensajero más. Papá Dios me regaló la voz para cantar canciones pero también para este tipo de cosas, que tienen más peso que cualquier otra que pueda yo lograr en mi carrera. Mi labor es ser un soldadito de guerra más, acompañando a los muchos que hacen este trabajo, crear conciencia, incentivar a la gente para que a través es de sus donativos salven vidas y dar a conocer este lugar llamado St. Jude, que es un centro hospitalario y de investigación que comparte sus protocolos con el mundo entero y que salva miles de vidas al año.

He tenido la oportunidad de hablar con padres de todo el mundo que me han dicho “Fonsi, al ver tu comercial le recomendé a mi doctor que llamara a St. Jude. Gracias a eso, mi hijo está ahora allí, ha recibido el mejor tratamiento y se ha curado”. Mi labor es esta, ser un mensajero del inmenso trabajo que hacen los doctores, las enfermeras y un montón de héroes anónimos que son los que realmente están salvando vidas. Además, como latino, mi mensaje puede llegar especialmente a esta comunidad que de por sí es de luchadores y guerreros, para unirlos y recordar que en esta época del año en la que celebramos y damos gracias, y que para mí es la más bonita, es a la vez el momento de alzar la voz y crear conciencia.

Con Izarah, paciente de St. Jude.
Con Izarah, paciente de St. Jude.

P: Llevas mucho tiempo colaborando con St. Jude Hospital. Cuéntanos cómo fueron los comienzos, ¿por qué St. Jude y cómo surgió esta larga relación?

L.F.: No hay una razón concreta, simplemente fue una conexión honesta, primordialmente por el hecho de que trata con niños. Yo creo que todos pensamos igual, que los niños no deberían sufrir, que debería haber una ley para que hasta los 18 años nada negativo le pasara a un niño. Suena elemental pero es lo que siente mi corazón, que un padre no debería nunca enterrar a su hijo.

Trabajando cerca con los pacientes ves obviamente el dolor que sufren, pero también por lo que pasan sus padres, sus familias. Cuando uno se pone en su lugar, ve que es gente que tiene que cambiar su vida, dejar su país, su trabajo, son padres que tienes que separarse de sus esposas y viceversa, que tiene que dejar a los otros niños con los abuelos o tíos porque tienen que dedicarle mucho tiempo a la recuperación de sus hijos. Es un gran sacrificio.

El cáncer afecta a la familia entera, no solo al paciente, y St. Jude consigue hacerlo menos difícil, porque no voy a usar la palabra “fácil”. Para empezar ayuda con la parte más difícil de todas, la económica; cubren todos los gastos, medicinas, tratamientos, hospedajes, transportación, alimentos, educación, todo. Los padres no tienen que preocuparse de nada salvo de que se recuperen sus hijos, su única preocupación es luchar y salir adelante. Creo que es así como debería ser en todo mundo, así que es fantástico que exista una institución como St. Jude, pero la única razón por la que esto es posible es la generosidad de la gente y por eso es tan importante difundir este mensaje.

P: Imagino que todas las historias que has conocido a raíz de tu experiencia con St. Jude son muy conmovedoras. ¿Quieres compartir alguna que te haya impresionado especialmente?

L.F.: Son muchas historias, muchas anécdotas, muchas las familias que he conocido. Gracias a Dios la mayoría son positivas, pero como todo en la vida no todas tienen final feliz. Sin embargo, prefiero hablar de esos niños a los que he visto crecer, que los he conocido en un momento delicado, sin pelito, en camillas, hablando poco… y a los que años después veo saltando, con pelo largo, jugando al fútbol o en un concierto mío. Trato de mantenerme lo más cercano al hospital y a sus pacientes por lo que algunas veces se crean relaciones bonitas. Sobre todo cuando hago comerciales de televisión, porque conoces a las familias y se les agarra mucho cariño, ¡qué te puedo decir! Es bonito ver cómo salen adelante, cómo St. Jude fue un paso positivo en su vida y ver cómo el trabajo que hacen miles de personas da sus frutos.

P: Has visitado el hospital en muchas ocasiones. ¿Cómo te relacionas con los niños?, ¿qué mensajes les transmites? Y también, ¿qué mensajes te trasmiten ellos a ti?

L.F.: ¡La realidad es que yo soy como un niño! (Risas). Tengo espíritu y corazón de niño y siento que por eso siempre he tenido mucha conexión con ellos, incluso mucho antes de haberme casado y haber tenido una hija. Este amor por lo que hago no es porque ahora sea padre, porque mi conexión con St. Jude viene de mucho más atrás, pero obviamente ahora ni hablarte. Me transporto a su nivel, me convierto en un payaso y juego con ellos. En St. Jude son muy buenos organizando eventos y cada año que voy les canto, tocamos la guitarra, hacemos sesiones de pintura, cocinamos, hacemos galletas… ¡Siempre hay algo!

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Por razones obvias, le dedico más tiempo a las familias latinas porque son los que más me conoce (risas). Aunque siempre saludo a todos los pacientes porque uno tiene cariño para todo el mundo, las familias latinas sienten más conexión con mi música, hablo con ellos, conozco gente de diferentes partes del mundo y trato de ser una voz positiva para transmitir mucha fuerza. Así que allá donde vaya con mi música, me acompaña el mensaje y la misión de St. Jude, porque es importante hacer saber al mundo lo que está pasando en este lugar tan mágico. Como se dice en el hospital “St. Jude es como un pedacito de cielo en la tierra”.

P. La campaña cuenta con muchas personas conocidas que están ayudando a promocionar el proyecto de St. Jude. Vosotros, los que estáis involucrados, vivís de cerca el camino que recorren los pacientes y las familias. Además, tú personalmente también lo has vivido de cerca en tu entorno familiar, ¿cómo te hace cambiar personalmente la experiencia  de vivir de cerca esta enfermedad?

L.F.: El cáncer es una enfermedad que personalmente, y gracias a Dios, no he padecido pero sí he vivido de cerca. He tenido familiares que han perdido su batalla, gente a quien quiero muchísimo que la ha ganado o que siguen luchando contra ella. El cáncer es una enfermedad que afecta a todo el mundo alrededor del paciente y que se cura también con la mente, con el espíritu, con las ganas de luchar; la parte psicológica es muy importante y esto en St. Jude está muy presente, por lo que prepara muy bien no sólo a los niños, sino también a los familiares en esta transición. Imagínate, St. Jude queda en Memphis pero la mayoría de los pacientes no son de allí, por lo que el ingreso implica un traslado y un cambio drástico de muchas cosas. Por eso, a la parte médica también hay que añadirle un lado psicológico muy importante.

Y personalmente yo siempre me refugio en la música, que es donde más cómodo me siento y donde mejor que expreso. Por eso en mis canciones siempre hay espacio para mensajes positivos, dentro de mi género que es pop romántico. Canciones como No me doy por vencido, Gritar, Respira, o Somos uno; hay muchas que dentro de la temática amorosa hablan de ser positivo, de luchar, de abrazar la vida, de salir hacia adelante y por ahí uso mi música para llevar ese mensaje.

P. La labor de St. Jude Hospital ayuda a miles de niños en todo el mundo. ¿Cuál es tu mensaje para aquellos potenciales donantes para animarles y se comprometan con esta causa?

L.F.: A toda esa gente decirles que ahora que estamos en esta época navideña, una época de dar gracias y reflexionar sobre todo lo que ha pasado durante el año, no debemos olvidarnos de estos niños y de sus familias que lo han dejado todo y que están ahora mismo en un cuarto de un hospital luchando, mientras nosotros estamos decorando nuestro árbol, haciendo nuestras compras navideñas y buscando qué ponernos para la próxima fiesta. No olvidarnos que St. Jude funciona gracias a las donaciones de la gente, que no importa la cantidad, que puede ser un detalle, pero que ese detalle puede o va a salvar una vida.

Sé que hay muchas fundaciones que hacen muchas cosas positivas y sería perfecto si uno pudiera ayudar en todo. Pero el trabajo de St. Jude con los niños que padecen cáncer es inmenso y es una causa que hay que atacar, porque ha habido un cambio, la tasa de supervivencia ha ido creciendo, lo que significa que estamos yendo por la dirección correcta,  pero todavía queda mucho más, y como dice la canción, no nos vamos a dar por vencidos hasta vencerlo, hasta vencer el cáncer.

Luis Fonsi lleva colaborando con el Hospital y Centro de Investigación St. Jude desde 2003, y de nuevo este año, especialmente en la temporada navideña, ejerce su papel de “mensajero” para difundir la campaña Thanks and Giving, que anima a colaborar con el centro en su lucha contra el cáncer infantil a través de donativos por la web www.hospitalsanjudas.org, llamando al (800) 785-5071, o a través de las compras de regalos navideños en su página web.

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