Elmhurst: las “Naciones Unidas” de Queens

Pobladores de más de 125 naciones ofrecen su amabilidad y sus costumbres en un lugar céntrico

Elmhurst es tan diverso que tiene quince centros de oración para aliviar el espíritu, pero el más grande centro para aliviar el cuerpo es el famoso hospital que lleva su nombre y que es el que más fama le da al vecindario. La población hispana se permea desde Jackson Heights, Corona y Woodside que lo rodean, pero los últimos 20 años ha visto un enorme incremento de la población asiática. Lo sabores e idiosincrasias se mezclan con armonía.

Estación de Elmhurst. Víctor Matos
Estación de Elmhurst. Víctor Matos

El Diario recorrió mucho de la avenida Broadway, su principal sector comercial, y también las avenidas Elmhurst y la 43 que la atraviesan. Se trata de un sector muy tranquilo de clase trabajadora limitado por la avenida Roosevelt al norte, el Long Island Expressway al sur, Junction Boulevard al Este y los rieles del tren que van a Long Island al Oeste.

La mexicana de Puebla Ema Aquino (45) vive con su esposo y sus dos hijas adultas desde hace cinco años. “El área es tranquila. Convivimos con asiáticos, indios, pocos afroamericanos y otros hispanos de Colombia, República Dominicana y Ecuador”. Consume a veces en los mercados de comida chinos que “donde hay de todo, pero también hay tiendas mexicanas”.

Restaurante en Elmhurst. Víctor Matos
Restaurante en Elmhurst. Víctor Matos

Oliva Méndez (38) es dueña del mercado mexicano de comida El Cilantro, en la calle 81. Antes tenía su establecimiento sobre la Broadway, pero se tuvo que mudar. “Mis clientes vienen por los vegetales y sazones y también el queso Oaxaca, inclusive a los chinos, mientras que mis paisanos vienen por las carnes cecina y la enchilada”.

Casas en Elmhurts. Víctor Matos.
Casas en Elmhurts. Víctor Matos.

Como residente del barrio, a Méndez le agrada que el transporte funciona bien y el barrio es tranquilo, pero las rentas se han encarecido: un apartamento de dos habitaciones no se consigue por menos de $2,000, según nos cuenta.

Elmhurst fue fundado en 1683 por colonos holandeses que lo llamaron Newtown. En 1896 fue renombrado como Elmhurst, que significa bosque de olmos, porque abundaban. Sobreviven muchas antiguas instituciones religiosas como la iglesia presbiterana Church of Newtown, en la calle Seabury, fundada en 1652, y la iglesia episcopal St. James en Broadway, fundada en 1734. En la actualidad existen en el area muchos templos budistas, hindúes y cristianos.

Con 23 años en el barrio la niñera ecuatoriana Rocío Díaz (58) ha visto el rápido crecimiento de la población asiática. Como único aspecto negativo dice que no le gusta el “casino y bar” que se ha establecido informalmente en el parque CC. Moore que forma un triángulo entre Broadway, la avenida 45 y la calle 82. Se refiere a los jugadores y tomadores de licor. “Eso no se veía antes. Además por acá hay un refugio de desamparados”, dice la quiteña.

Mujeres se ejercita en parque de Elmhurst. Víctor Matos
Mujeres se ejercita en parque de Elmhurst. Víctor Matos

Antes de la Segunda Guerra Mundial, Elmhurst era casi exclusivamente un barrio italiano y judío. Ahora se calcula que sus habitantes pueden provenir de hasta 125 naciones.

“Todavía se ven personas mayores de origen europeo cuando van a la iglesia o  hacer sus compras”, dice el oficinista filipino Josh Panlilio, quien vive ahí desde 2007. “Pero con tanta gente de tantas partes, ahora me gusta que tantas culturas nos aceptemos y sintamos curiosidad los unos por los otros, a pesar de las barreras de la comunicación”. El nativo de Manila cuenta que se siente identificado con los hispanos por las tradiciones culinarias “y la cercanía entre las familias, metiéndose en los problemas de los otros y muchos abrazos y besos”, comenta con humor.

INTERIOR DE LA IGLESIA DE SAN BARTOLOME. FOTO POR VICTOR M. MATOS
Iglseia de San Bartolomé. Víctor Matos.

La puertorriqueña Sandra Martínez le gusta que su barrio está bien ubicado y tenga mucho comercio y los dos centros comerciales Queens Center Mall y Queens Place. Reitera que ha habida falta de control de la ciudad con la población indigente.

El cantante con visión

Oriundo de Guerrero, México

Ha publicado 123 videos en Youtube

Pedro Victoria (39) alias El chaparrito de oro anima su estancia en los bares y restaurantes donde canta y además filma y fotografía sus fiestas. De niño cantaba en los cerros de su pueblo y de joven le gustaban las cámaras y un fotógrafo amigo le enseñó. Luego en Nueva York su esposa lo animó y le echaron ganas al negocio familiar con el que se gana la vida.

-¿Qué y dónde canta?

-Canto sobre todo música mariachi, pero me fui volviendo versátil y también interpreto música norteña, corrido, hasta bachata. Canto tres días en bares y taquerías. Varío, según el tipo de clientela, pero yo me enfoco más en la comunidad mexicana.

-¿Desde hace cuánto canta en serio?

-Desde hace cuatro años. De niño me apodaron ‘El charro’ porque cantaba mariachi. Pero acá en Nueva York me hice más seguro después de la fiesta de ‘Quince’ de mi hija cuando mi familia me animó y pagué clases con un maestro de canto. Gané seguridad y calidad.

-¿Cómo salió el sobrenombre?

-Fue por un compadre con el que asistí a los eventos y una vez se le salió de repente llamarme “El chaparrito de oro” y él me explicó que la gente que no me conoce no sabe que valgo oro. Siempre me esfuerzo en ganarme al público y estar bien con la gente.

-¿Cómo se gana dinero de cantante?

-Cuando empecé iba gratis, pero ahora sí me pagan. Gracias a esto y a la fotografía me gano la vida y no tengo que hacer nada más. Cuando canto a veces empiezo antes de la medianoche y termino cerca de las 4 a.m., pero me turno con el DJ.

-¿Cómo es lo de las fotos y videos?

-Desde hace 13 años trabajo con el video y la fotografía para bautizos, bodas, quinceañeras, primeras comuniones. El mercadeo no es fácil, pero lo hago por teléfono o a través de Facebook o Youtube y los clientes me recomiendan. Hay mucha competencia, gente sin experiencia ni calidad que cobran más barato, pero ahí nos ganamos la vida.

Recorriendo el vecindario

Cómo llegar

Las líneas E, F, R, M y 7 pasan por Jackson Heights– Roosevelt Avenue, Woodhaven Boulevard, Grand Avenue– Newtown y Elmhurst Avenue. Los autobuses Q11, Q21, Q29, Q38, Q52, Q53, Q58, Q59, Q60, Q72, Q88 también recorren el sector.

Residentes notables

Harry Belafonte, cantante, Julissa Bermúdez, actriz dominicana, Omar Minaya, ex manager general de los Mets, Antonin Scalia, juez de la Corte Suprema de EE.UU.

La película Coming to America de 1998 con Eddy Murphy se desarrolla allí. La serie de televisión Blue Bloods de CBS también se filma en Elmhurst.

Según el Departamento de Educación se hablan 57 idiomas en el barrio.

Un barrio con muchos idiomas. Víctor Matos.
Un barrio con muchos idiomas. Víctor Matos.

Rentas

El precio promedio de un estudio es de $338,500, comparado con $288,500 en 2011. El precio promedio de un arriendo es $1,877 mensuales, comparado con $1,350 en 2011..

Oficina de correos

US Post Office

8027 Broadway

(800) 275-8777

Estación de Policía

Cuartel 110

9441 43rd Avenue

(718) 476-9311

Departamento de Bomberos, FDNY

Eng.287, Lad.136, Bat.46

86-53 Grand Ave.

Llamar al 311 ó 911

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