Chalcatzingo: donde el amate se adhiere a la roca
Influencia Olmeca en la colindancia con Puebla
Chalcatzingo, Mor. ( 1500 -350 a. C.), que abarca una superficie de 40 ha. localizado en la parte meridional de las tierras altas del centro de México, fue edificado en una planicie fértil en un enclave privilegiado para el comercio por su posición entre Guerrero, el valle de México y las tierras bajas del Golfo de México, y esa fue quizás una de las principales razones para que se conviertiese en un centro ceremonial de los más importantes en Mesoamérica.
Allí existe una atracción energética que influye en las emociones y sentimientos de todo aquel que descubre ésta zona tan antigua en las cercanías de Jantetelco, Morelos. El ambiente es preclásico con edificaciones escalonadas y petrograbados que marcan una reverencia a todo aquello que da vida. Sus habitantes tuvieron dedicación por la magia que rigue el proceso del orden cósmico, ya fuera como sacerdotes devotos a alguno de los componentes de lo que somos, o como guerreros conscientes de la evidente cohesión del “todo” en el alma humana.
Allí donde el amate se adhiere a la roca, como las voces a las montañas, palpitan sus susurros legendarios. El misterio calienta la tierra consintiendo los pies con labios tiernos. Los siglos hacen húmedad y retienen arrobados los sonidos que percuten graves en cada forma de nube que se esculpe en Chalca. Un lugar que extrema sus raíces hasta alturas invisibles solo alcanzables para aquellos que tienen corazones sutiles, que narra el pasado y futuro de los tiempos imaginarios.