Deontay Wilder: pasos de animal grande que despiertan la furia

Tras noquear a Artur Szpilka, recibió tremendo reto de Tyson Fury

Deontay Wilder celebra su victoria sobre Artur Szpilka.

Deontay Wilder celebra su victoria sobre Artur Szpilka. Crédito: Getty Images

Deontay Wilder encontró las respuestas para una noche complicada frente al retador polaco Artur Szpilka, que lo tuvo al maltraer durante ocho asaltos la noche del sábado, y retuvo su título mundial versión CMB en la tercera defensa, pero apenas alcanzó a celebrar con su familia y su público.

No fue sorpresa cuando desde ‘ringside’ la figura enorme de Tyson Fury escaló hasta el cuadrilátero para desafiarlo y dejarle en claro que si quiere más noches de festejos facturando millones tiene que llevar más al ring y pelear con mejores contendores.

VIDEO: Nocaut salvaje de Wilder liquida a un valiente Szpilka en Nueva York

Y eso que Szpilka fue un examen de rigor ya que con su guardia zurda, su movilidad y su técnica boxística mantuvo en jaque al muchacho nativo de Alabama que empezó dando una imagen lamentable en los tres primeros asaltos y después de nivelar la pelea en el segundo tercio, y cuando enfrentaba un trayecto final en el que pasaba cualquier cosa, se encontró con un cruzado de derecha que fulminó al polaco y desató la celebración. Rescató una noche difícil, pero no rescató su nombre porque no deslumbró y dejó muchas dudas.

Fury… pura furia

“Ven y pelea conmigo…”, gritó Fury mientras se despojaba de su elegante saco, lo lanzaba lejos y se ponía en guardia listo para una reyerta.

Caminó hasta el rincón del campeón y más que cara contra contra cara se pusieron nariz con nariz en medio de una mirada de desprecio y mientras los presentes no podían contener su asombro.

“Eres una mentira… Eres un actor y debes saber que no me intimidas porque no le temo a nadie”, fueron las primeras respuestas de Wilder quien mantuvo a pie firme el duelo terrible cara a cara.

Ya se habían llevado para el hospital más cercano a Artur Szpilka quien no pudo salir por su propio pie y aunque Wilder había insistido en que pondría la salud de su rival vencido en sus oraciones, tiró de orgullo y carácter para sobrevivir ante el gigantón de 2,07 de estatura nacido en Manchester, un autentico provocador.

“Me habías retado antes de esta noche… pues acá estoy… ven y pelea conmigo… No vine a Nueva York de vacaciones… vine a verte y me decepcionas”, añadió Fury.

Wilder apoyado por una mayoría étnica de aficionados en Brooklyn, que se hacía sentir, supo ganar respeto y se despachó a gusto.

Fury, despojado del título mundial que ganó ante Klitschko, el cual fue declarado vacante y ganado por Charles Martin ante Vyacheslav Glazkov en esta misma velada dejo en claro que si el boxeo de los pesos pesados necesita personajes coloridos él va a estar ahí para nutrir cualquier batalla.

Incisivo y amenazante en medio de una monumental rechifla el británico abandonó el ring haciendo gestos y ademanes provocadores.

Emociones al margen, la noche del sábado en Brooklyn deja la promesa de un buen año para los pesos pesados, que si bien todavía no encuentran al nuevo Muhammad Ali, ni al sucesor de Mike Tyson en su propio vecindario, si despiertan motivación para que la gente regrese a los grandes eventos.

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