México: entre la conquista y el genocidio
La aniquilación y sometimiento de las civilizaciones aborígenes es una tragedia humana y cultural sin límites. De ese parto entre la bella y el horror nació el México en el que ahora vivimos.
Una de las conquistas más trágicas de la Historia Universal es sin dudas la de México; con una ignorancia flagrante de las consciencias que aquí brillaban y una destrucción casi el total del conocimiento recogido en códices de toda índole, pasó a significar una tragedia humana y cultural sin límites.
El proceso ” astuto” del conquistador español consistía en despojar al nativo de su identidad, imponiéndole por una nueva que poco tenía que ver con los sistemas de creencias y modos de vida que en estas tierras se desarrollaban.
El cambio de lenguas y la destrucción de lo sagrado era algo imprescindible para confundir y con el tiempo llegar a aceptar el sistema religioso y de valores de la nueva cultura que había llegado de ayende el mar.
Los españoles del siglo XVI se sorprendían de la organización, construcción y belleza que encontraban a su paso, y enmudecían de espanto ante la “barbarie” de los sacrificios humanos acostumbrados por los indígenas de aquella época, sin reparar en los casi 32,000 quemados en la hoguera o ahorcados en Europa durante ese mismo tiempo por la ” Santa Inquisición”.
Al cabo de los años se consumó un mestizaje rico en variedad de toda proporción, una mezcla de universos y conocimientos que actualiza el México de hoy, un inmenso valle de panoramas que perviven en la visión y actitud del mexicano, razas de metal y maíz que como la flauta y la guitarra nos dicen cuán valioso es lo que respiramos y consumimos en los vientos encontrados que aquí flirtean.
El compromiso de un sistema educativo mexicano reside en saber dar cuenta de la riqueza de ambas culturas por separado y en su unión, de investigar, conservar y promover costumbres, mitos y leyendas que generen más pedagogía y sensiblidad en el corazón de los que aquí habitamos.