River Plate arrancó el año goleando a Quilmes
Los "Millonarios" inician con el pie derecho el Torneo Transición 2016
En el estadio Monumental, River goleó 5-1 a Quilmes, en uno de los partidos con los que se completa la primera fecha del Torneo Transición 2016. En un partido entretenido y con varias emociones, el local logró mostrar su mejor nivel en el segundo tiempo, tras una primera mitad donde recién encontró el desequilibrio en un penal -discutida falta sobre Alario– convertido por Rodrigo Mora y en un golazo de Gonzalo Martínez en la última acción.
Previamente, Sebastián ‘Chirola’ Romero había anotado el empate parcial para el Cervecero. Además, en el penal convertido por Mora, el árbitro Rapallini hizo repetir la ejecución, al entender que el arquero Benítez, que le había atajado el primer envío al uruguayo, se adelantó excesivamente.
River estuvo impreciso en el inicio del encuentro (el colombiano Eder Álvarez Balanta se retiró lesionado y lo reemplazó Nicolás Domingo a los cinco minutos), tardó en acomodarse en la cancha, pero en la primera llegada a fondo se puso en ventaja en el marcador.
Mora, a los 18 minutos, cambió por gol, en su segundo intento, un penal de Adrián Calello sobre Alario. Es que Walter Benítez le contuvo el primer disparo al uruguayo, pero el árbitro Fernando Rapallini -a instancias del línea Juan Pablo Belatti– lo hizo patear nuevamente (acertadamente) porque el arquero se adelantó.
El 1-0 le dio a River tranquilidad y a partir de ahí mejoró en lo futbolístico, dispuso de un par de chances en los pies de Martínez y Alario, aunque estuvo lejos de brillar en el juego. Quilmes tardó en asimilar el 1-0 (hasta ese momento manejaba el partido), pero no se resignó en ataque y Romero, a los 30 minutos, puso el 1-1 al capitalizar un rebote tras un remate de Ezequiel Rescaldani.
El conjunto que dirige Alfredo Grelak, luego de la igualdad, se reacomodó, achicó la distancia entre sus líneas y hasta tuvo el segundo gol en la cabeza de Juan Celaya, pero Marcelo Barovero evitó la caída de su arco. El primer tiempo se encaminaba para el 1-1 hasta que sobre el final Martínez, muy cuestionado por sus propios hinchas, sacó un tremendo remate y marcó el 2-1. El ex Huracán en el festejo se desahogó le pidió silencio a un sector del público riverplatense.
River tuvo problemas en la generación de fútbol (no gravitaron Ignacio Fernández, Martínez y Nicolás Bertolo) y no lució firme en defensa frente a un Quilmes que intentó jugar lo más lejos de su arco (buen trabajo de Braña y Calello) y apeló a las infracciones para sacarle fluidez al juego a su rival.
La diferencia el equipo local la sacó con el peso de sus individualidades, porque el golazo de Martínez abrió un partido complicado. Sin embargo en el inicio del segundo tiempo River golpeó de entrada con otro gol de Martínez (muy buen pase de Bertolo), a los 7 minutos, y resolvió el partido. Desde ese momento si mejoró el funcionamiento colectivo (coincidió con la levantada de Fernández). Y Quilmes, preso de sus nervios, se quedó con diez jugadores por la expulsión de Braña (el eje del equipo) a los 12 minutos.
Eso le allanó el camino al conjunto local, que 120 segundos más tarde, estiró la diferencia en el marcador con otro gol de Mora, y posteriormente Alario, sobre los 26 minutos, (claramente en posición adelantada) estableció el 5-1 final.
Tras la suspensión de ayer por condiciones climáticas, hoy todo fue perfecto, ya que Gallardo hasta se dio el gusto de hacer debutar al uruguayo Iván Alonso, una de las incorporaciones. River, con golpes certeros en el final del primer tiempo y en el inicio del segundo, ganó, gustó y goleó en el debut. Y su gente se ilusionó.