Obama nombra formalmente a afrolatino John B. King como secretario de Educación
De madre puertorriqueña y padre afroamericano, King quiere fomentar la diversidad y ampliar las oportunidades para las minorías
WASHINGTON.- Desde comienzos de año, John B. King ha llevado adelante las tareas del Departamento de Educación sin título oficial, pero este jueves el presidente Barack Obama lo nombró formalmente al cargo, en un momento clave para la implementación de la nueva reforma educativa.
“No hay nadie mejor para continuar liderando nuestros esfuerzos para (dar servicios) preescolares para todos, preparar a nuestros niños para la universidad y las carreras, y hacer la universidad más asequible”, dijo Obama en un comunicado distribuido por la Casa Blanca.
“John sabe desde su increíble experiencia de vida cómo la educación puede transformar el futuro de un niño. Espero que el Senado trabaje de forma bipartidista para confirmar a John de forma rápida”, agregó.
King, de 41 años, tomó las riendas del Departamento de Educación el pasado 1 de enero, tras la renuncia de su antecesor, Arne Duncan, quien se regresó a su natal Chicago (Illinois) por razones personales.
Una fuente de alto rango de la Casa Blanca, que pidió el anonimato, dijo a este diario que King ha recibido apoyo de ambos partidos en el Senado y que el presidente del Comité de Educación del Senado, el republicano Lamar Alexander, “se ha comprometido con una evaluación acelerada de su nombramiento”.
Bajo las leyes actuales, un miembro del gabinete presidencial puede mantenerse en un cargo de forma interina durante un máximo de 210 días, pero todo apunta a que King obtendrá la confirmación antes de que venza su plazo el próximo 29 de julio.
En el supuesto de que no la logre, la Administración Obama sopesaría otras medidas para mantenerlo en el cargo hasta el fin del mandato de Obama.
De madre puertorriqueña y padre afroamericano, King perdió a ambos para cuando cumplió los 12 años de edad, creciendo en un barrio pobre de Brooklyn pero, en una entrevista reciente con este medio, aseguró que uno de sus objetivos al frente del Departamento de Educación sería promover la diversidad cultural y las oportunidades educativas para todas las minorías.
“Tenemos que centrarnos en la equidad, para que los jóvenes tengan oportunidades de éxito, y para eso tenemos que corregir las grandes brechas académicas de las minorías, estudiantes pobres, estudiantes de inglés, y los discapacitados”, señaló King entonces.
Así, la equidad académica, el continuo combate a las “fábricas de deserción escolar” –aún hay secundarias con menos de 50% de graduación- una mayor inversión en la capacitación de maestros, y aumentar el acceso a las universidades, forman el eje de la misión de King.
King ha atribuido su estelar ascenso profesional –se graduó de prestigiosas universidades como Yale, Harvard y Columbia- a la labor de “mentores” en las escuelas públicas de Nueva York.
King se trasladó a Washington en 2015 tras una exitosa carrera profesional en Nueva York, incluyendo como comisionado estatal de Educación en Nueva York, aunque no escapó a fuertes críticas por el presunto mal manejo en 2013 de la puesta en marcha de las normas educativas, conocidas como “Common Core”, para el aprendizaje de lectura y matemáticas.
Ahora, entre sus tareas principales en los 12 meses que restan de la presidencia de Obama, estará la puesta en marcha de la nueva reforma educativa, conocida por su sigla en inglés “ESSA”, que el Congreso aprobó de forma abrumadora en diciembre pasado y que, entre otros elementos, devuelve cierta autonomía a los distritos escolares en materia de educación.
La ley “ESSA” reemplazó, a su vez, la controvertida reforma educativa “Que Ningún Niño Quede Atrás” (NCLB, en inglés) promulgada durante la presidencia de George W. Bush en 2001 y que, según sus detractores, puso demasiado énfasis en las pruebas nacionales a cambio de magros resultados académicos.
Pero la implementación de “ESSA” requiere una serie de complejas regulaciones, en un proceso que ya está causando tensiones entre el Congreso y la Administración Obama. El Departamento de Educación no quiso hacer comentarios al respecto.
El camino aparentemente sin trabas para King contrasta con el estancado proceso de confirmación de la diplomática Roberta Jacobson, nombrada por Obama como la primera mujer embajadora de EEUU en México.
Jacobson afronta la férrea de oposición de algunos republicanos, entre éstos el senador y precandidato presidencial Marco Rubio, y del senador demócrata por Nueva Jersey, Bob Menéndez, en aparente represalia por la nueva política de apertura de Obama hacia Cuba, entre otros asuntos.