La música es vital en la educación

La música impregna nuestras vidas. Usamos nuestros auriculares oyendo música mientras caminamos, corremos, incluso nos montamos en el metro siguiendo el ritmo de una canción. Cuando cocino, Gloria Estefan me da serenata. Cuando limpio la música cambia a Olga Tañón; y si quiero adorar escucho a Jesús Adrián Romero. Si la música está tan integrada en nuestras vidas, ¿cómo es que no es parte de la educación de nuestros hijos?

En Amber, la música es parte del currículo. Se inicia en el jardín de infantes donde los estudiantes aprenden a leer música, cómo identificar una nota de cuarto, la escala y mucho más. Luego aprenden a escribir música, tocar en el teclado y en tercer grado interpretan una pieza de música en el Carnegie Hall.

El entender cómo se hace la música le da a nuestros estudiantes un aprecio más profundo por la música que oyen y aman. También les ayuda a desarrollar habilidades analíticas, porque hay matemáticas en la música. Las notas se dividen como las fracciones.

La educación musical le amplía a los estudiantes la exposición a diferentes tipos de música. Ellos oyen una pieza clásica como la Oda a la alegría de Beethoven y reconocen la pieza porque aprendieron a tocar las notas claves de la pieza. Ellos estudian la música africana, donde la percusión y sus voces se funden. Estas son oportunidades educativas que todos los niños merecen. Estas son las experiencias que generan curiosidad en nuestros niños sobre el mundo y poco a poco se forman en estudiantes de por vida.

Escriba sus comentarios a  askdrvasthi@ambercharter.org

-La Dra Vasthi Acosta es directora de Amber Charter School 

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