La Habana se maquilla para recibir a Obama (fotos)
“Esperamos que esto ayude a los cubanos de acá y de allá”, dice una vecina
Por María Peña/Enviada Especial
LA HABANA, Cuba.- La venta loca de recuerdos en la Calle 23, el hervidero de turistas en el corazón de La Habana Vieja y una febril actividad de obras de limpieza y renovación de edificios son testimonio del entusiasmo por la histórica visita que realizará a partir de mañana el presidente Barack Obama, con miras a normalizar las relaciones bilaterales.
Será la primera vez que un mandatario estadounidense pise suelo cubano en casi 90 años –la última vez, Calvin Coolidge llegó a La Habana en un buque de guerra en 1928 para un encuentro panamericano- y la visita ha suscitado, en general, un sentido de optimismo entre los cubanos de a pie.
El objetivo de la breve visita entre el 20 y 22 de marzo es lograr que el proceso de normalización de las relaciones bilaterales sea irreversible, según explicó a la prensa el principal asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes.
Vientos de cambio
En declaraciones a este diario, la mayoría de los cubanos de a pie coincidieron en que EEUU y Cuba están dando ejemplo de que pueden intentar resolver sus diferencias mediante el diálogo, si bien reconocieron que los cambios no vendrán de la noche a la mañana.
Mientras atendía a curiosos turistas y negociaba precios de sus artesanías, la artesana Mileidis Cordoví Hernández, de 33 años, no podía ocultar su alegría por la visita de Obama, al señalar que ésta ha generado “buen ambiente” en la isla.
“La Habana está como que revuelta. Todo el mundo contento, esto es algo que en la historia no pensamos que pasara, y Dios quiera y ponga su santa mano que traiga mucha mejoría; esperamos eso, esperamos buenos cambios”, dijo Cordoví Hernández.
“La realidad es que antes no teníamos ni esperanza, pero como que salió un rayo de luz y esperamos que sea para bien de todos nosotros, y esperamos que esto ayude también a los cubanos de allá (en EEUU), a familias que por años han estado separadas”, puntualizó la artesana, quien piensa quedarse en casa siguiendo la visita por televisión.
Calle abajo, cerca del Centro de Prensa Internacional, varios jóvenes se apiñaban en una esquina para pescar señal “Wi-Fi” en sus celulares, también optimistas por la llegada de Obama.
“Hacen falta buenos cambios, para que acá los cubanos tengamos acceso a muchas cosas, y esto de la WiFi, que se arreglen las redes es muy importante para que podamos comunicarnos con nuestros familiares allá en EEUU o en otros países del mundo“, dijo Amarilis Granda, de 43 años.
Cubriendo del sol a su pequeño hijo en brazos, Mirelis López, de 27 años, calificó de “significativa” la visita “después de tantos años”, con un presidente estadounidense que, a su juicio, trae “buenas intenciones con nosotros”.
A pocos pasos de ella, un joven que no quiso dar su nombre echaba bromas entre sus amigos y pedía “una visa para viajar a EEUU”.
Desde su llegada al poder en 2009, Obama ha emitido órdenes ejecutivas para flexibilizar los viajes, remesas y comercio entre EEUU y Cuba, aunque sólo el Congreso puede levantar el embargo.
Al llegar a La Habana, Obama hará un recorrido a pie por calles de La Habana Vieja, y la agenda incluye un encuentro bilateral con el gobernante cubano, Raúl Castro, sendos encuentros con líderes empresariales y de la disidencia en la isla, así como un discurso dirigido al pueblo cubano.
Obama también presenciará un partido de béisbol amistoso entre los Tampa Bay Rays y el equipo nacional cubano en el emblemático Estadio Latinoamericano.
Obama llegará a Cuba mañana cerca de las seis de la tarde hora local, y estará acompañado de su esposa Michelle Obama, sus hijas Sasha y Malia, y su suegra, Marian Robinson. También lo acompañan líderes del Congreso y del empresariado en EEUU.