¿Lo que significa un mayor rol del sector privado para la vivienda pública?

Expertos analizan conveniencias de la asociación entre el sector público y privado que promueve la administración De Blasio para hacer sostenible la vivienda social

La mayoría de los residentes de viviendas públicas probablemente han oído hablar de “NextGeneration NYCHA”, el plan estratégico de diez años que impulsa el programa de vivienda pública de la administración de De Blasio. Pero, ¿qué hace que la visión actual de la vivienda pública sea muy diferente?

Es todo acerca de la cooperación público-privada, de acuerdo con Shola Olatoye, presidenta de la New York City Housing Authority (NYCHA) y los otros panelistas en “The Next 100 Years of Affordable Housing”, un debate que tuvo lugar el pasado miércoles en la Cooper Union que fue promovido por Matthew Gordon Lasner y Nicholas Dagen Bloom, autores de “Affordable Housing in New York”. Cada aspecto de la vivienda pública -el financiamiento, la prestación de servicios, el diseño arquitectónico-depende de la colaboración entre el sector privado y la integración con el sistema, más allá de meramente los complejos habitacionales.

“No hay hada mágico que venga de Washington”, dijo Olatoye. “La salvación de la vivienda pública radica en el hecho de que tenemos más inquilinos que cuidar. Eso es parte del modelo público-privado”.

Existe una percepción generalizada de que el modelo de vivienda pública fracasó porque, los complejos de altos y feos edificios, están repletos de un gran número de personas de bajos ingresos, que los aísla de la población en general. Los panelistas el miércoles ofrecieron una visión más matizada: el problema no era la arquitectura tanto como la marginación social de los residentes y su dependencia a un flujo de fondos federales que se ha desvanecido. Los visionarios de la vivienda pública deben luchar por la integración de la comunidad no derribando las torres, como otras ciudades lo han hecho, sino por la búsqueda de recursos financieros y sociales más allá de un Congreso llenos de restricciones.

De acuerdo con Olatoye, esta es la filosofía que conduce a una serie de iniciativas que tiene la agencia, desde el controvertido programa de desarrollo, que generará fondos permitiendo a los desarrolladores privados construir sobre terrenos de NYCHA, hasta el programa de Asistencia de Demostración de Renta (RAD), que convierte a la pública vivienda en proyectos de desarrollo de  Sección 8 para impulsar la inversión privada.

El Alcalde De Blasio también ha tomado medidas para delegar algunas de las responsabilidades de NYCHA a otras organizaciones públicas y privadas. Se transfirió el pago anual de $ 70 millones de vigilancia de NYCHA al Departamento de Policía (NYPD), mientras que otras agencias de la ciudad han tomado bajo su responsabilidad algunos centros comunitarios y de cuidado a personas mayores. La agencia también está trabajando con los proveedores de mano de obra y otras organizaciones no lucrativas para proporcionar oportunidades económicas para los residentes de NYCHA.

Los arquitectos del panel hicieron hincapié en la importancia de preservar las torres de vivienda pública a la vez que se puede mejorar la integración con el resto del barrio. A través de un proyector, el panelista Alexander Gorlin, un arquitecto de vivienda asequible, mostró  el esquema de lo que sería en el futuro Brownsville Houses, con torres entrelazadas a la perfección con agricultura urbana, parques solares y eólicos, y cinturones comerciales.

“En última instancia, la vivienda pública es tanto una cuestión de los planos del área como de fachadas, y no ha habido demasiado énfasis en fachadas”, dijo la panelista Gwendolyn Wright, una arquitecta, que es profesora de historia e historia del el arte en la universidad de Columbia. Ella dijo que la verdadera pregunta debería ser: “¿Cómo podemos utilizar todo, desde la agricultura a los sistemas de la calle para conectar la vivienda pública con el entorno?”.

A pesar de todo la promesa de este nuevo enfoque sobre integración, el trabajo con el sector privado para proporcionar servicios esenciales conlleva peligros: esto significa que los dólares de los contribuyentes también generarán ganancias privadas. Según el panelista Joseph Heathcott, un profesor de estudios urbanos en la New School, asegurar que el dinero público se gaste con prudencia, es un desafío clave para el próximo siglo.

“¿El dinero público que estamos gastando en viviendas públicas sólo va a desaparecer en el mercado o en realidad va a crear vivienda pública permanente?” preguntó Heathcott. En otras palabras, los políticos pueden desarrollar “mecanismos de recaptura de subvenciones” para asegurar que los desarrolladores de vivienda asequible, no simplemente se llenen sus bolsillos.

Durante la sesión de preguntas y respuestas, un miembro del público lo planteó más claramente: “¿Por qué queremos la privatización de la vivienda pública?” preguntó. Olatoye respondió que la búsqueda de “asociaciones público-privadas” es “un enfoque pragmático para garantizar que tendremos una fuente de operación sostenible para estos edificios”.

Si los contribuyentes quieren evitar una privatización completa de la prestación de los servicios públicos, entonces el gobierno tendrá que aumentar el financiamiento, y requiere otro tipo de asociación público-privada: entre los residentes de viviendas públicas y los contribuyentes de todos los niveles de ingresos. “NYCHA es un tesoro que todo el mundo debería venir a abrazar. Nuestro trabajo, el de todos nosotros, es hacerlo políticamente posible para que usted pueda hacer su trabajo”, le respondió Heathcott  a Olatoye.

La primera generación de vivienda social disfrutó de este tipo de apoyo público generalizado: en la década de 1930, los responsables políticos y defensores de la vivienda contemplaron que la  vivienda pública albergaría la clase media también. En la década de 1940, los desarrolladores, temerosos de que el mercado de la vivienda se contrajera, presionaron para incluir restricciones de ingresos para asegurar que el gobierno sólo proporcionara vivienda para los más pobres.

¿El país siempre regresará a esa concepción inicial de la vivienda pública? Tal vez hoy, en el clima económico de post recesión, con los estadounidenses sintiendo la contracción del mercado inmobiliario, el público va a ver de nuevo la vivienda pública no como una plaga urbana, sino como un recurso público vital que debe estar disponible para muchos.

“Las personas lo necesitan en todo el país. Lo que se hace fundamental es romper la idea de que es para personas que han fracasado”, dijo Wright.

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