Obama y Castro se comprometen a continuar apertura pero discrepan sobre DDHH

Mientras que Castro reiteró la exigencia de su gobierno de que EEUU elimine el “bloqueo”, Obama presionó a Castro por el respeto a los derechos humanos en la isla

LA HABANA.- El presidente Barack Obama y el gobernante cubano, Raúl Castro, se comprometieron este lunes a continuar avanzando en la normalización plena de las relaciones de ambos países, conscientes de que los separa un abismo ideológico en torno a asuntos como el embargo y los derechos humanos.

Ambos mandatarios se reunieron en privado en el Palacio de la Revolución y posteriormente ofrecieron una rueda de prensa en la que elogiaron los logros alcanzados desde el deshielo iniciado en diciembre de 2014, pero también detallaron de forma cristalina los reclamos mutuos en la agenda bilateral.

“Seguimos teniendo serias diferencias, incluyendo sobre la democracia y los derechos humanos”, dijo Obama, al sugerir que si Cuba efectúa cambios democráticos eso podría persuadir a quienes se oponen al levantamiento del embargo.

Castro inició la rueda de prensa -una rareza en La Habana, máxime si toma preguntas- destacando los frutos del deshielo entre ambos países, y reiteró la exigencia de su gobierno de que EEUU elimine el “bloqueo”.

Según Castro, su país ha registrado enormes avances en las áreas de comunicación e investigaciones médicas pero podría lograr más sin el embargo.

“El bloqueo es el obstáculo más importante para nuestro desarrollo económico y el bienestar del pueblo cubano”, dijo.

Por su parte, Obama expresó confianza en que el embargo impuesto en 1961 tendrá su fin, pero también presionó a Castro por el respeto a los derechos humanos en la isla.

Futuro de prisioneros políticos

El momento más tenso ocurrió con la pregunta que le hizo a Castro un periodista cubanoamericano de la cadena CNN sobre por qué mantiene presos políticos y cuándo los dejaría en libertad.

“¿Qué prisioneros políticos? Deme nombres… y si tenemos a esos prisioneros políticos, serán puestos en libertad antes de que acabe la noche”, respondió Castro de forma retórica.

Más adelante, Castro argumentó que ningún país cumple con todos los 61 convenios internacionales sobre los derechos humanos.

Castro también hizo ataques directos a lo que calificó como “el doble rasero” de EEUU al exigir respeto a los derechos humanos, cuando ese país, observó, carece de cobertura médica universal y otros programas sociales.

La Fundación Nacional Cubanoamericana (CANF, en inglés), en Miami (Florida) difundió una lista de 47 personas que calificó como prisioneros políticos y el lugar en donde se encuentran detenidos, en respuesta a los argumentos de Castro.

Imágenes sin precedente

Con esta rueda de prensa, Obama logró lo que ningún otro presidente estadounidense en la historia de ambos países: protagonizar una rueda de prensa en la sede del gobierno cubano para presionar por mayores libertades civiles.

Entre los temas que ambos analizaron figuró también el proceso de paz en Colombia, cuyas negociaciones han contado con la mediación del gobierno de La Habana.

Hambre por más comercio

Tras el encuentro de más de dos horas, Obama se dirigió a la Cervecería del Puerto donde participó en un foro empresarial con líderes de ambos países, en unos momentos en que crece el interés del empresariado estadounidense por abrirse mercado en Cuba.

En ese encuentro, Obama destacó los beneficios mutuos de un mayor intercambio comercial para empresas y consumidores en ambos países, y recibió fuertes aplausos cuando reiteró su deseo de que se elimine el embargo.

De hecho, a Obama lo acompañan en este viaje decenas de líderes del Congreso y del empresariado que favorecen el levantamiento del embargo.

Horas antes, Obama depositó una ofrenda floral a los pies del Monumento a José Martí, y concluirá la jornada con una cena de Estado en el Palacio de la Revolución.

Sus últimas horas en La Habana

Mañana, en el último día de su visita, Obama ofrecerá un discurso de unos 40 minutos desde el Gran Teatro Nacional Alicia Alonso, televisado para el pueblo cubano en el que, según la Casa Blanca, delineará una visión de futuro para ambas naciones con mayores oportunidades económicas.

También se reunirá con una decena de líderes disidentes y de la sociedad civil, entre éstos previsiblemente Berta Soler, miembro del grupo “Damas de Blanco”.

Ese encuentro se efectuará dos días después de que varios activistas fueron arrestados brevemente tras una manifestación pacífica.

Por último, Obama asistirá a un partido de béisbol amistoso entre los Tampa Bay Rays y el equipo nacional cubano en el emblemático Estadio Latinoamericano, para luego partir hacia Buenos Aires para la última parada de su gira latinoamericano.

La histórica visita de Obama a Cuba pone colofón al proceso de deshielo de los otrora enemigos durante la “Guerra Fría”, que el mandatario estadounidense anunció en diciembre de 2014 y que condujo a la reapertura de las embajadas de EEUU y Cuba y a más medidas para flexibilizar los viajes, remesas y comercio.

La política de apertura hacia Cuba goza de amplio apoyo popular en EEUU aunque ha sido criticada por miembros del exilio cubano en Florida y por los precandidatos presidenciales republicanos.

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