“Big y Carrie eran unos codiciosos egoístas”, dice John Corbett, el Aidan de Sex and the City

El actor nos habla de My Big Fat Greek Wedding 2 -ahora en los cines- y de su época en Sex and the City

De dcha a izq., John Corbett, Elena Kampouris, Nia Vardalos junto al resto del elenco de My Big Fat Greek Wedding 2.

De dcha a izq., John Corbett, Elena Kampouris, Nia Vardalos junto al resto del elenco de My Big Fat Greek Wedding 2. Crédito: Universal Pictures

NUEVA YORK – My Big Fat Greek Wedding fue una de las películas más rentables de la historia. De producción independiente, costó sólo $5 millones de dólares y terminó generando más de $360 millones de dólares sólo en Estados Unidos, para convertirse en la segunda comedia romántica más taquillera de la historia después de Pretty Woman.

Por eso todo el mundo pensó que la secuela sería inminente. Era dinero encima de la mesa listo para metérselo en el bolsillo. Contra todas las reglas de la industria, han tenido que pasar 14 años para que Mi Big Fat Greek Wedding 2 llegue a los cines.

Eso sí, la familia Portokalos vuelve al completo, con Nia Vardalos (guionista y protagonista de ambos films) y John Corbett a la cabeza. Hablamos con el actor –famoso por su papel de Aidan en Sex and The City– sobre la esperada secuela que se estrena el 25 de marzo.

Pregunta: En todo estos años has mantenido contacto con Nia, ¿hablaban de hacer la secuela?
John Corbett: Cuando salió la primera estuvo en los cines durante un año. Así que un par años después esperaba estar delante de las cámaras haciendo la secuela. Parecía lo natural después de haber hecho tanto dinero y de que le gustara a tanta gente. Pero de repente pasaron 10 años, y no era 2004, era 2014. Creía que la oportunidad había pasado y ya no iba a suceder. Pero un día ella me llamó y me dijo: ‘Creo que la voy a hacer. Creo que tengo la idea’. Y me dijo: ‘¿Qué piensas de esto?’, y me describió un pedacito del comienzo de la película. Le dije: ‘Nia, esto es buenísimo’. Y me dijo que me enviaría el guión en un par de meses porque lo estaba acabando. Cuando me llegó y lo leí, no podía creerlo. Tenía en mis manos “My Big Fat Greek Wedding 2”. Parecía que era algo que no iba a suceder nunca”.

P: Y la grabaron con todos los actrores de la primera…
J.C.: Sí, nos reunimos de nuevo. Y todo el mundo estaba sano y más o menos lucían igual, aunque habían pasado tantos años.

P: ¿Cuál fue el secreto el éxito de la primera y cómo piensan repetirlo?
J.C.: ¡Dios, no sé la respuesta! No sé por qué funcionó tan bien. Es una película linda, tiene buenos chistes… pero realmente no hay una razón para que se haya convertido en ese fenómeno. Hay muchas películas buenas, muchas historias buenas, buenos actores, con buenas bandas sonoras… pero no se convierten en fenómenos como ésta. Aún no descifro por qué pasó, pero sé que tuvo mucho que ver el boca a oreja. La gente le contaba a sus amigos y familias ‘tienes que verla, tienes que verla’ y la gente volvía a los cines. Ahora los tiempos han cambiado. Entonces no había streaming ni video on demand. No sé cómo afectará eso a ésta, porque todo se mide en dólares. ¿Si no recauda $300 millones será un fracaso? Si hay gente que la ve –sea como sea- y le gusta, no debería ser un fracaso. Mirar a las cosas sólo por los dólares es una visión limitada.

P: Mucha gente se ve identificada en esa familia aunque no sean griegos…
J.C.: Se hacen 500, 600 películas al año. ¿Por qué ésta se convirtió en una historia universal y no otras? Familias japonesas se identificaban con ella, gente de India, Portugal, España, Rusia… he escuchado a gente de todas las etnias decir “me encantó” con el acento diferente de cada una. Pero no sé realmente por qué conectó tanto.

P: Elena Kampouris es la nueva en la familia, (interpreta a la hija de los personajes de Vardalos y Corbett) ¿Qué tal se integró al grupo?
J.C.: Fue complicado, porque ella tenía que parecerse a nosotros un poco para ser creíble y su personaje no es fácil de querer porque es una mocosa consentida. Elena es muy dulce, divertida, canta y toca la guitarra. Es muy linda y encantadora, pero ahora tiene este personaje… Nosotros tenemos una audiencia que ama esta película y, ¿qué tal que esta niña de maquillaje negro, ropa negra, capucha, no les guste?, ¿y si la odian? Nia tomó un gran riesgo. Hubiera sido más fácil para ella escribir el personaje de una chica con pelo rizado y gafas, como era ella de niña en la primera película. Ése hubiese sido el camino seguro. Así lo hubiera hecho yo: a lo seguro. Pero creo que funciona. No he escuchado muchas quejas de la gente que ha visto la película. Ella lo sacó adelante.

Elena Kampouris en una escena del film.
Elena Kampouris en una escena del film.

P: ¿Cuál de las dos películas fue más divertida de rodar?
J.C.: ¡Ésta, seguro! Cuando rodábamos la primera nadie tenía idea de a dónde nos iba a llevar. Estábamos haciendo una pequeña película que yo creía iba a ir directamente a video.

P: Fue una gran sorpresa para todos…
J.C.: Enorme. Por eso la segunda fue más divertida de rodar, porque tuvimos una segunda oportunidad de disfrutar realmente de lo que estaba pasando. Además, durante la primera yo estaba rodando otra película a la vez (Serendipity, con John Cusack), así que había muchos días en que trabajaba 12 horas en la otra película y, cuando todo el mundo de esa película se iba a casa, yo me metía en una van e iba a trabajar en ésta. Era agotador. Hay escenas en My Big Fat Greek Wedding que no recuerdo haber rodado.

P: ¿Aún te reconocen como Aidan de Sex and the City?
J.C.: Pude conocer esta ciudad (Nueva York). Era 2000 y 2001. Vivía aquí mismo en 66 y Broadway. Era joven, voy a cumplir 55 años el mes que viene, asi que tenía como 38 ó 39. Estaba soltero, caminaba las calles, salía de bares, conocía chicas… fue un gran gran momento en mi vida. Disfruté cada minuto de aquello.

P: Pero mucha gente aún cree que Aidan y Carrie (Bradshaw) debieron terminar juntos al final. ¿Qué crees tú?
J.C.: ¡De ningún modo hubieran podido terminar juntos! Ella necesitaba un tipo como el que consiguió: de la ciudad, rico, influyente… Ella estaba buscando eso siempre, era lo que necesitaba en su vida. Se merecían el uno al otro porque los dos eran unos codiciosos egoístas, jajaja.

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