Editorial: Los fondos para combatir el zika
El Congreso tiene que responder autorizando la solicitud de dinero de emergencia realizada por la Casa Blanca
Cada semana el Centro para el Control de Enfermedades pone al día la información y estimados sobre el virus zika y el mosquito que lo transmite. Ahora con la cercanía del verano, las posibilidades del desarrollo del mosquito está alcanzando a 30 estados, una cifra suficiente como para tomar recaudos. Pero no es tan fácil.
El virus no causa la muerte. Para el adulto representa síntomas que hasta pueden ser comunes como una una gripe, aunque también puede causar una rara enfermedad muscular. El gran problema es que el virus en las mujeres embarazadas perjudica al feto causando defectos de nacimiento como la microcefalia, que puede llevar a numerosos retrasos en el desarrollo como el enanismo, entre otros.
A lo largo del país se han registrado numerosos casos cuya infección ocurrieron en el exterior, mientras que en Puerto Rico ya hay por lo menos 500 de ellos. El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas y Alergias, ya menciona la posibilidad de brotes limitados en el verano.
Todo esto debería crear un sentido de urgencia para actuar a nivel federal, pero no es así. La Casa Blanca presentó una solicitud al Congreso de 1.9 mil millones de dolares, que serían utilizados para ayudar a los gobiernos locales y estatales, para ampliar la tecnología de pruebas de detección y diagnóstico, en preparar al personal de salud y en una vacuna que está en un estado avanzado.
La administración Obama propuso reubicar 500 millones de dólares que iban para combatir el ébola para el zika, para ayudar a la decisión del Congreso, pero no es suficiente para la mayoría republicana. Hay legisladores que antes de autorizar los fondos quieren que se recorte la misma cantidad de dinero de programas sociales, otros dicen que la información de cómo se gastará el dinero es insuficiente y los más positivos dicen que la petición presidencial será adherida a alguna ley de gastos, que seguramente no será puesto a la firma de Obama hasta después de septiembre.
Esta es un emergencia y debe ser tratada como tal, con una ley específica, sin especulaciones ni esperas. No se debe hacer política con la salud pública. El peligro de nacimientos con microcefalia y lo que representa para los padres y el futuro del niño, es terrible. La posibilidad de evitarlo está en manos de los legisladores.