Analizan si confesión en caso de “Baby Hope” fue forzada
La validez del interrogatorio realizado a Conrado Juárez en 2013 está siendo cuestionado en la Corte Criminal de Manhattan
La validez de la confesión en la cual Conrado Juárez presuntamente admitió que violó y asesinó a Anjélica Castillo, más conocida como “Baby Hope” está siendo cuestionada en la Corte Criminal de Manhattan.
En una audiencia sobre el caso realizada este martes, el abogado de la defensa, Michael J. Croce, trató que la confesión escrita no se pueda usar como evidencia frente a un jurado. “Tengo muchos problemas con esta interrogación”, dijo cuando salió de la corte.
Juárez fue arrestado en 2013 y acusado de asesinato en segundo grado, 12 años después que el cuerpo de la pequeña fue encontrado dentro de una hielera portátil. Sin pruebas contundente de ADN, el caso de la Fiscalía se basa completamente en la confesión de Juárez, según la defensa.
“Ellos grabaron video y audio de otros testigos del caso, pero no grabaron video o audio de esta interrogación”, dijo Croce. El abogado piensa que la confesión de su cliente fue forzada.
La Fiscalía se negó a comentar sobre la validez de la confesión. El interrogatorio de Juárez duró desde las 4:30 p.m. hasta las 5 a.m. Durante este tiempo el mexicano no comió o fue al baño.
El documento de la confesión fue leído este martes en corte por la detective Evelin Gutiérrez, quien sirvió como intérprete durante la primera parte del interrogatorio de Juárez en 2013. Gutiérrez ha estado con la Uniformada por 25 años, 15 de ellos como detective, pero nunca ha recibido entrenamiento formal para ser intérprete.
Las notas de esa interrogación fueron escritas por un detective angloparlante. El documento que se está usando como evidencia, fue escrito días después de la interrogación.
Al principio de la confesión Juárez admite que ayudó a su hermana a deshacerse de una hielera sin saber qué había adentro. Pero más tarde, cuando la detective Gutiérrez se va del cuarto y entra el detective Carlos Vásquez, Juárez presuntamente admitió tener sexo con la niña y describió cómo hizo para que cupiera en la hielera, después de matarla.
En la audiencia de este martes estuvo presente el acusado, quien llegó a la corte sin decir palabras. Tenía puesto una camisa de manga larga gris y tomaba notas mientras los testigos hablaban.
Juárez enfrenta un cargo de asesinato en segundo grado por la muerte de la niña cuando ésta tenía sólo cuatro años. El cuerpo de la pequeña fue encontrado por unos trabajadores de construcción en julio 23 de 1991 en un área boscosa del Alto Manhattan dentro de una hielera portátil.
El caso se convirtió en un símbolo emocional del NYPD dentro de sus casos sin resolver. Dos años después de que encontraron el cuerpo de Anjélica, los restos fueron enterrados en una tumba donada y con un vestido blanco comprado por la esposa de uno de los detectives del caso. En la lápida que también fue pagada por los investigadores, se podía leer la inscripción: “Porque a nosotros nos importa”.
Cada 23 de julio desde 1991, fecha del hallazgo, la Policía recorrió los barrios vecinos repartiendo volantes y buscando pistas sobre este caso.
Finalmente en el 2013, una llamada anónima dio la pista que buscaban luego de la acostumbrada ronda anual. El dato los condujo hasta la hermana de Anjélica que hoy es una adulta y entonces pudieron identificar a la madre.
El nombre de Anjélica fue agregado a la tumba más de 20 años después del hallazgo.