El rito artístico: Cultura vibrante en México
México aparece como un prisma de ritos. Un país construido sobre prácticas milenarias y pintorescas que reclaman su lugar en la modernidad.
La extensa consideración que se tiene por lo sagrado, las preferencias o valores derivadas de ésta, y la adulación por aquello de lo que somos extensión, son en la actualidad la razón fundamental por lo que se realizan miles de fiestas ritualistas en México cada año.
El mestizaje, la fusión, unión o sincretismo entre consumos simbólicos o culturales hacen que las comunidades atiendan una identidad creciente en sus perspectivas reflectantes.
Templos, rezos, danzas, misas, vestimentas, instrumentos variados, objetos mágicos y adornos, son las piezas de ese rompecabezas que es nuestro mapa espiritual. Sobre esa coordillera escatológica damos cuenta de la vivencia ofrendística que presume una combinación de experiencia y creencia, gloria y fracaso, solemnidad y culpa, exhaltación e introspección, honrando lo que se conoce y lo que se sospecha a través de las ceremonias sentidas.
México aparece como un prisma de ritos donde se descompone la luz en tonalidades que dan respaldo a la fe y el sentido de las cosas. Un país lleno de olores, sabores y ánimos que se respiran en cuanto la voluntad colude con el espiritu.