Gobierno federal demanda a Carolina del Norte por su ley contra transexuales
La semana pasada, el Gobierno advirtió al gobernador de Carolina del Norte de que, si sigue adelante con su ley, restringirá los fondos federales para el estado, lo que podría impactar directamente en su sistema educativo
El gobierno de EEUU presentó hoy una demanda contra Carolina del Norte y su gobernador, el republicano Pat McCrory, por una ley de ese estado contra los transexuales que obliga a usar los baños públicos de acuerdo con el sexo indicado en el certificado de nacimiento.
Al anunciar la demanda, la fiscal general, Loretta Lynch, enfatizó que esa polémica normativa viola la ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe cualquier tipo de discriminación, y que este caso tiene que ver, más allá del uso de los baños públicos, con “la dignidad y el respeto” hacia todos los seres humanos.
La acción del Departamento de Justicia busca evitar que se pueda aplicar la ley y se produjo horas después de que el gobernador McCrory interpusiera, a su vez, una demanda contra el Gobierno federal en la que asegura que la norma “no es discriminatoria”.
En una conferencia de prensa, Lynch aseguró que la ley crea “una discriminación patrocinada por el estado contra las personas transexuales”.
Además, Lynch sostuvo que la ley sirve únicamente para hacer daño a personas “inocentes” y a un colectivo que, a su juicio, ya “ha sufrido más” de lo que le tocaba.
El Departamento de Justicia había dado de plazo hasta hoy al Gobierno de Carolina del Norte para notificar los cambios que iba a efectuar para remediar las violaciones en las que incurre la legislación, aprobada en marzo por el legislativo estatal y firmada por el gobernador McCrory.
Dicha iniciativa había sido muy criticada por la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT).
En vez de responder a esta petición, el gobernador acusó hoy en su demanda al Gobierno federal de “extralimitarse sin ninguna base y flagrantemente” en sus poderes.
En una conferencia de prensa tras la presentación de la demanda, McCrory dijo que “es hora” de que el Congreso de EEUU “aporte claridad sobre las políticas nacionales contra la discriminación”.
“Esto no es solo una cuestión de Carolina del Norte, esto es ahora una cuestión nacional”, enfatizó McCrory.
La norma de Carolina del Norte restringe en varios campos la autoridad de los municipios para legislar contra la discriminación por orientación sexual, pero el aspecto que ha logrado mayor relevancia es la idea de que los empleados de una compañía deben de ir al baño que coincida con su sexo original.
En su nota, McCrory acusa al Gobierno del presidente Barack Obama de abusar de su poder, dejar a un lado al Congreso, vulnerar la autonomía de los estados y tratar de establecer a nivel nacional políticas sobre quién debe usar los baños en empresas públicas y privadas.
Hoy, en su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, recordó que Obama ha sido claro al expresar que, a su juicio, la ley de Carolina del Norte “es incompatible con los valores de equidad, igualdad y justicia” que aprecian los estadounidenses.
La semana pasada, el Gobierno de EEUU advirtió al gobernador de Carolina del Norte de que, si sigue adelante con su ley, restringirá los fondos federales para el estado, lo que podría impactar directamente en su sistema educativo, que recibió 861 millones de dólares durante este curso escolar.
La medida ha generado un gran rechazo en gran parte del país y ha llevado a varias empresas a cancelar planes de expansión en Carolina del Norte, así como a artistas a cancelar conciertos.
Entre las empresas que han anunciado que ponen fin a planes de expansión o proyectos en el estado a causa de la ley se encuentran PayPal y Deutsche Bank, y entre los músicos que han cancelado sus conciertos Bruce Springsteen y Ringo Starr.