Cómo estar al borde de la muerte les ayudó a iniciar grandes negocios

Conoce las historias de estos emprendedores que, al sufrir padecimientos realmente graves, encontraron oportunidades de negocio

vanilla blush

Lo que empezó como una idea de ropa interior para mujeres con una bolsa de colostomía terminó siendo una línea de vestidos de baños y ropa deportiva para ambos sexos. Crédito: BBC

Nicola Dames necesitó que le extirparan una gran parte de su intestino para animarse a empezar su propio negocio de ropa interior. Y la empresa partió de la frustración: durante 10 años, debido a la bolsa de colostomía que tenía que cargar constantemente, no podía usar la ropa que le gustaba antes haberse sometido a la operación.

“Siempre veía la bolsa salirse por encima o por debajo de las bragas”, le dijo Dames a la BBC.

“Pero caí en la cuenta de que no era mi culpa, sino la de mi ropa interior”, añadió. Cansada entonces de la falta de opciones para mujeres con su mismo problema, decidió crear sus propios modelos con un bolsillo para las bolsas de colostomía.

De esta forma nació en 2008 Vanilla Blush, su emprendimiento comercial.

Vanilla Blush
Vanilla Blush desea que las mujeres y hombres que sufrieron el rigor de una colostomía puedan estar cómodos con ropa de verano.

Pero no fue tan fácil: para montar su negocio y ponerlo a funcionar en su cocina tuvo que hipotecar su casa por $16,000. Comenzaron con 12 productos para mujeres.

Ahora tienen 200, para hombres y para mujer y no solo de ropa íntima: también vestidos de baño y prendas deportivas. Además de tener su tienda en Glasgow, muchas de las órdenes le llegan a través del sitio de internet. Y las cosas andan sobre ruedas: su proyección es vender cerca de $1.4 millones al año.

“Nosotros hemos recorrido un largo camino”, dijo Dames. Mientras la historia de Dames es sin lugar a dudas un camino de inspiración, es realmente un caso entre muchos otros de emprendedores alrededor del mundo que han iniciado negocios exitosos después de sufrir graves enfermedades.

Vagos recuerdos

Jon Loew, de 44 años, estaba enfrentándose a la muerte cuando se le ocurrió una idea de negocio al que bautizó Keep Tree.

Keep Tree

Consiste en una página web que le permite al usuario grabar, almacenar de forma segura y programar una emisión de un video en una fecha futura.

Una mala reacción a un antibiótico significó que, en menos de un mes, él pasara de ser un saludable padre de familia a un paciente que, según los pronósticos, iba a morir de forma inminente. Con hijos de 8 y 5 años, estaba preocupado de que ellos crecieran con pocos recuerdos de su padre.

“Iba a ser este señor que ellos vagamente recordaran, entonces comencé a grabar videos y los etiqueté con las fechas cuando quería que mi esposa se los mostrara a ellos“, dijo Lowe. “Quería que los videos fueran acorde a la etapa de sus vidas por la que estaban transitando”, agregó.

Cuando los doctores le dijeron que su afección había sido controlada, la idea de usar videos para comunicarse después de la muerte le siguió rondando en la cabeza.

Constanza
Keep Tree surgió cuando su fundador Jon Loew estuvo al borde de la muerte y sintió que sus hijos no iban a tener muchos recuerdos suyos.

En un viaje de negocios de su empresa en 2011 conoció a Hiroshi Nakata, quien se convertiría en su socio, a quien le contó la idea que tenía en mente. En una noche lograron recaudar el dinero suficiente para crear Keep Tree.

Ahora el emprendimiento cuenta con más de $5 millones que llegan de inversionistas en Estados Unidos y Japón. Es un negocio rentable, y no sólo es para moribundos.

Muchos lo utilizan para mensajes de cumpleaños para ser entregados en una fecha determinada, o para grabar un cuento para la hora de dormir de su niño cuando toca estar lejos por temas de trabajo. Y es un mercado en expansión: Keep Tree ahora lanzó Vift, un video-regalo que está diseñado para las tiendas web.

Por ejemplo, si estás comprando un regalo de una tienda online que utiliza el sistema Vift, además puedes enviarle al homenajeado un video con algún saludo.

Flores
Cuando luchaba contra un cáncer de seno a Annika Burton le enviaron muchos ramos de flores, pero no pudo recibir ninguno porque son consideradas focos de infecciones.

“Es una manera de personalizar un regalo en internet”. En el preciso momento en que el servicio postal entrega el regalo, llega el video mediante correo electrónico”.

Muy deprimente

Cuando estaba luchando contra un cáncer de seno, Annika Burton tuvo una idea para tener su propio negocio. Inició su tienda en internet de regalos “Not Another Bunch of Flowers” (No otro ramo de flores más) en 2013, cuando notó que había un vacío en el mercado para los regalos para las personas que sufrían de enfermedades graves.

“Las flores están prohibidas en los hospitales porque pueden ser un riesgo de infección. Así que cuando volví a casa tenía un montón de flores muertas”, explicó Burton a la BBC. “Fue algo deprimente“, dijo.

Tarjeta
“Una quimio menos” dice esta tarjeta que se convirtió en una novedosa forma de enviar fuerzas a quienes están luchando contra el cáncer.

Después de que terminó su tratamiento, Burton habló con proveedores, asistió a convenciones sobre el tema y decidió invertir $7,500 en productos que ella creyó podían ser de ayuda. Lo que ella hubiera escogido cuando estuvo enferma.

“Perdí a mi madre por cáncer de seno, así que sabía cómo era ser el paciente y también cómo era ser un familiar de alguien a quien uno quiere animar”, dijo.

Ahora su página web vende cerca de 530 regalos, que van desde tarjetas de “mejórate pronto” a productos libre de químicos que pueden ingresar a las salas del hospital donde están los enfermos más graves.

Pasos de bebé

Vender tazas de café ha sido la ruta de la canadiense para recuperarse de la anorexia. Su desorden alimenticio la obligó a dejar su trabajo de gerente de una cafetería.

Cuando el tratamiento para combatir la enfermedad no funcionó, llegó a tener pensamientos suicidas a la vez que comprendió que debía tener otros objetivos distintos en su vida que luchar contra la anorexia.

Anorexia
Lindsay Brock sufre de anorexia, pero en medio de una crisis de salud se dio cuenta que quería perseguir el sueño de tener su propia cafetería.

Entonces decidió hacer realidad el sueño que tenía guardado desde hace años: tener su propia cafetería. Amuse Coffee, un lugar estilo parisino en la ciudad de Peterborough, en Canadá, abrió sus puertas en agosto de 2015 y ella lo dirige junto a su esposo y dos empleados.

Aunque los médicos le advirtieron que debía tener cuidado con no sobrepasarse con la administración del café por los efectos en su cuerpo, las proyecciones pintan bien para el negocio: $104,000 en el primer año.

“Debo hacer menos, pero mucho más concentrada. Dar pasos de bebé”, dijo la emprendedora.

– Julie Griffiths

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