Menéndez y Gutiérrez exigen mejoras a “PROMESA” para ayudar a Puerto Rico
Menéndez aseguró que los puertorriqueños no deben ser "conejilos de indias" para un experimento republicano que receta recortes como vía hacia la prosperidad
WASHINGTON.- Cansados de lo que consideraron como el continuo “maltrato” del Congreso hacia los puertorriqueños, el senador Bob Menéndez, de Nueva Jersey, y el congresista Luis Gutiérrez, de Illinois, afirmaron este jueves que exigirán mejoras a un controvertido proyecto de ley para ayudar a resolver la crisis fiscal en Puerto Rico.
Durante una rueda de prensa en el Capitolio, ambos legisladores dejaron en claro que rechazan la versión actual del proyecto de ley HR5278, conocido por su sigla “PROMESA” y que el miércoles fue aprobado de forma preliminar en el Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes, con 29 votos a favor y 10 en contra.
La iniciativa será votada en el pleno de la Cámara Baja después del receso por el feriado de “Memorial Day”, y previsiblemente será debatida y sometido a voto en el pleno del Senado.
Su principal objeción a la medida, explicaron ambos legisladores, es que la iniciativa impone a Puerto Rico una junta de control fiscal con plenos poderes para decidir sobre la reestructuración de la deuda de más de $72,000 millones y todo lo relacionado con los gastos públicos en la isla
Es una junta de siete miembros no elegidos “que da prioridad a los bonistas y no a los pensionados… que tiene poderes increíbles” para decidir sobre las leyes aprobadas por el gobierno local, se quejó Menéndez.
Por su parte, Gutiérrez dijo que en Washington mucho se habla de lo que debe Puerto Rico pero, a su juicio, “¿Cuándo se va a hablar de todo lo que se le debe a la isla?”, donde residen 3,5 millones de estadounidenses, por lo que trabajará para derrotar la medida.
Preguntado sobre el hecho de que el liderazgo demócrata de la Cámara de Representantes apoya el proyecto de ley, incluyendo la líder de la minoría, Nancy Pelosi, Menéndez explicó que su objetivo no es “frenar algo sino mejorarlo… que tenga una vía clara para la reestructuración” y no perjudica al pueblo puertorriqueño.
En ese sentido, ambos criticaron que la medida también prevé una reducción del salario mínimo y se dé prioridad a los bonistas y no a los jubilados, entre otros elementos.
“No tengo idea de si vamos a usar a Puerto Rico como un experimento de hacer recortes para lograr la prosperidad… (los ciudadanos estadounidenses en Puerto Rico) no deben ser conejillos de indias de una visión republicana para el crecimiento económico que, según los republicanos, implica recortes”, enfatizó Menéndez.
Menéndez rechazó la idea de que los legisladores tengan que escoger “entre el menor de los males”, porque su larga trayectoria en el Congreso ha visto como éste “se convierte al final en un dragón y algo muy malo”.
Menéndez y Gutiérrez se presentaron ante la prensa después de que los líderes del Caucus Hispano del Congreso (CHC) se reunieran en privado con Antonio Weiss, un asesor del secretario del Tesoro, Jack Lew, quien defendió la medida.
En declaraciones a la cadena CNN, Lew dijo que la situación que vive Puerto Rico no sería “aceptable” en EEUU y citó el ejemplo de su visita hace dos semanas a un hospital donde el pabellón de cuidados neonatales tenía dificultades para proveer tratamiento de diálisis para bebés prematuros.
Lew urgió al Congreso a que apruebe la nueva iniciativa, pero advirtió de que ésta no debe incluir elementos que dificulten su aprobación o sean inaceptables.
El asunto adquiere urgencia porque Puerto Rico afronta el plazo del próximo 1 de julio para realizar un pago de $2,000 millones para los bonistas, y si la medida no es aprobada “eso solo causará más dolor para el pueblo de Puerto Rico”, advirtió Lew.