El último deseo de Miguel Carrasquillo: “Para cuando usted lea este escrito, estaré muerto”
El boricua Miguel Carrasquillo -quien abogaba por la muerte asistida- escribió este artículo solo dos días antes de fallecer de cáncer el 5 de junio y solicitó que fuera publicado una semana después de su muerte
Para cuando usted lea este escrito, estaré muerto.
Pero a diferencia de Brittany Maynard, la mujer de 29 años con un cáncer cerebral terminal que inspiró la aprobación de la nueva ley Opción al Final de la Vida de California, es poco probable que mi muerte a causa de un tumor cerebral haya sido pacífica como la de ella, después de mudarse con su familia a Oregon para usar la Ley Muerte con Dignidad.
Yo no viví en un estado o territorio de Estados Unidos que autorizara a los adultos con enfermedades terminales como yo, la opción de obtener la receta de un medicamento que pudiera tomar por mí mismo y morir pacíficamente, como lo hizo Brittany para terminar con su sufrimiento.
Como resultado, he vivido mis últimos días con todos los horrores que Brittany más temió: dolores de cabeza, confusión mental, pérdida de la conciencia, ceguera, convulsiones y descargas eléctricas, provocadas por el tumor cerebral incurable que se extendió a mi hígado, estómago, testículos y otros órganos vitales.
No quería que mi tumor dictara la forma en que iba a morir. Me quería morir de la forma en que viví, con un propósito e intención. Me quería ir en paz y evitar la muerte terriblemente dolorosa que los médicos me habían pronosticado.
Mi vida no debió terminar de esta manera. No cometí ningún crimen para vivir mis últimos días en una prisión, con una condena de sufrimiento intolerable.
Por desgracia, la asistencia médica para morir no es una opción autorizada en mi natal Puerto Rico, donde mis padres católicos me cuidaron durante los últimos días de mi vida.
Me diagnosticaron con glioblastoma multiforme, un cáncer cerebral terminal en 2012. Soporté procedimientos invasivos agonizantes para tratar de curar el cáncer. Sin embargo, la morfina que conectaron en mi nervio ciático hizo muy poco para aliviar mi dolor.
Brittany Maynard
Durante más de un año vi videos de Brittany Maynard. Investigué trasladarme a uno de los estados que autorizan la ayuda médica para morir – Oregón, Washington, Montana, Vermont o California, donde existe la ley Opción al Final de la Vida.
Pero mi familia no tenía los recursos económicos que tuvo Brittany, para moverse 2 mil millas o más a uno de estos cinco estados. Tuve que vivir y morir con este horrible dolor, convulsiones y descargas eléctricas.
Los latinos
Es claro que tenemos un problema en nuestro país, donde no es económico ni práctico para la gran mayoría de las personas con enfermedades terminales moverse a otro estado lejos del hogar, para establecer una residencia y encontrar un equipo médico que los ayude a morir en paz.
No tenemos que morir con un dolor insoportable. No tenemos que sufrir.
Pero debemos tomar acción. Hay que enviar correos electrónicos a nuestros legisladores y pedirles que apoyen las opciones al final de la vida.
Debemos instar a nuestros médicos para que apoyen la última voluntad de sus pacientes, ya sea que estén de acuerdo o no.
Y nosotros, los latinos, debemos dejar a un lado el tabú cultural de evitar hablar de la muerte y la opción de ayuda médica para morir.
Dios
Tuve numerosas conversaciones con Dios a través de mi vida, especialmente durante mi enfermedad. No podía entender por qué la gente me juzgaba como un pecador por querer morir en paz, y evitar el tener que soportar las severas convulsiones y el dolor insoportable hasta el final de mi vida.
Como católico, me enseñaron que no es correcto juzgar a una persona. Hasta que no hayas estado en en los zapatos de otra persona, no debes interponerte en su camino, si es que eligieron esta opción.
El Brittany Maynard latino
Me sentí muy orgulloso de saber que fui el primer adulto latino con una enfermedad terminal de Compassion & Choices, en trabajar para defender la asistencia médica para morir, cuando grabe videos en inglés y español en marzo para instar a los legisladores de todos los estados y territorios de Estados Unidos, incluyendo Illinois y mi natal Puerto Rico, para aprobar leyes que permitan la asistencia médica para morir.
Agonizando, entre dolores de cabeza, convulsiones y choques eléctricos, di entrevistas a la televisión y la prensa y escribí artículos para numerosos medios de comunicación que abogaron por la opción de ayuda médica para morir.
Di mi última entrevista a Jorge Ramos, de Univisión, que se emitió el 29 de mayo. También grabé este video en mi celular en español y en inglés.
Algunos medios de comunicación se refirieron a mí como el “Brittany Maynard Latino”.
La lucha por opciones
Ya no estoy vivo para contar mi historia.
Pero mi mamá no se quedará callada. Ella seguirá siendo una voz poderosa para que otros latinos con enfermedades terminales no tengan que sufrir como lo hice yo. Hay que seguir luchando y luchando hasta que alguien los escuche.
(Miguel Carrasquillo fue un chef de 35 años que vivió en la ciudad de New York del 2004 a 2006).