Los errores del gobierno de Barack Obama que condenaron a DAPA y DACA plus
El fallo de las acciones ejecutivas en inmigración, tomadas por el presidente en diciembre de 2014, no es solo culpa de los republicanos, apuntan algunos expertos: el propio gobierno de Obama no hizo muchas cosas bien desde un principio
Al dejar sin resolver la legalidad de a los programas “DAPA” y “DACA Plus”, la Corte Suprema del país no sólo dejó en suspenso a millones de indocumentados que podrían beneficiarse de esa protección, sino que dejó al Presidente Obama sin su principal logro en inmigración.
Pero mientras el presidente, otros líderes demócratas y activistas apuntan el dedo hacia los republicanos –con razón debido a muchas de sus acciones e inacciones- otros señalan que el Presidente Barack Obama y su gobierno cometieron demasiados errores políticos y legales, que no ayudaron a este caso desde un principio.
A continuación examinamos algunos de esos errores:
Esperó hasta casi comenzar la campaña electoral para anunciar la acción ejecutiva.
Aún cuando hacía años que los grupos proinmigrantes lo presionaban para tomar medidas que protegieran a los indocumentados y evitaran la separación de familias, el Presidente Obama esperó hasta diciembre de 2014, después de las últimas elecciones al Congreso, para anunciarlos.
Kevin Johnson, decano de leyes de la Universidad de California en Davis señaló que el Presidente “podría haberse movido más rápido, en vez de esperar literalmente al final de su gobierno, tras enfocarse tanto en deportaciones y sabiendo que venía la pugna por la competencia presidencial de 2016”, para anunciar las medidas.
Ahora el caso probablemente pase al período del nuevo presidente pero entretanto, puede usarse políticamente para alentar el voto latino contra los republicanos.
Si el Presidente hubiera actuado antes en proteger a los indocumentados, “no estaríamos lidiando con una Corte Suprema de ocho personas ni ante la realidad de que la solución estará en manos del próximo presidente”, dijo Karen Tumlin, abogada del National Immigration Law Center.
La forma en que se llevaron a cabo las órdenes fue vulnerable a ataques legales
DAPA y DACA no se instituyeron como un “reglamento”, sino como una “práctica” o política dentro de la cual el ejecutivo podía decidir aplicar selectivamente y a su discreción, una ley existente.
Este ha sido uno de los más fuertes argumentos que Texas y los otros estados de liderazgo republicano que demandaron al Presidente por esta medida, han usado en su contra y fue en parte la razón por la que el juez federal Andre Hahen impidió su implementación, al no seguir la ley de Procedimiento Administrativo o APA.
Al mismo tiempo, sin embargo, el presidente y sus abogados usaron un lenguaje contradictorio, indicando que estaban “creando leyes” (esto lo dijo el Presidente) u otorgando “estatus legal” (esto lo dijo el gobierno en sus documentos ante el tribunal), palabras que fueron muy cuestionadas por jueces de la Corte Suprema durante la discusión del caso.
Estas palabras “no deberían afectar a los jueces”, dijo Tom Saenz, Presidente del Fondo Méxicoamericano para la Defensa Legal MALDEF, que intervino en el caso a nombre de cuatro madres texanas. “Pero el problema es que sí lo hacen, sí hacen una diferencia y eso se vio en la audiencia”, apuntó.
COBERTURA ESPECIAL SOBRE INMIGRACIÓN
El Presidente debilitó su posición política al decir que no tenía la autoridad para actuar por su cuenta
Antes de anunciar las acciones ejecutivas en diciembre de 2014, al presidente se le preguntó en muchos foros si ante la inacción del Congreso, haría algo para proteger a millones de indocumentados.
Fueron numerosas las ocasiones en las que el presidente dijo que no tenía tal autoridad, incluso diciendo frases memorables como “no soy un rey” o “no soy un emperador”, tal y como lo reseña aquí un análisis periodístico de Factcheck.org
Pero una de las más obvias fue la ocurrida en San Francisco en noviembre de 2013, poco más de un año antes de anunciar las acciones ejecutivas en inmigración, cuando el joven estudiante indocumentado Ju Hong interrumpió su discurso gritando que el presidente tenía el poder de detener las deportaciones.
El Presidente fustigó al joven diciendo que “si yo pudiera resolver estos problemas sin pasar leyes (por el Congreso) lo haría, pero somos un país de leyes… es muy fácil gritar y pretender que puedo hacer algo, violando nuestras leyes. Lo que ofrezco es el camino más difícil, el uso de nuestro sistema democrático para lograr lo mismo”.
Según el conteo más actualizado, Obama dijo 22 veces que no podía tomar estas acciones. El Presidente dijo posteriormente que no había cambiado de opinión, simplemente que lo que no podía hacer era “cambiar la ley”, pero en cada ocasión, las preguntas fueron muy específicas al respecto de usar su autoridad para proteger a indocumentados, como luego intentó hacerlo.
Las propias palabras de Obama en “violar la ley” han sido usadas por los republicanos en muchas ocasiones para evitar lidiar con el problema y por los líderes republicanos de los 27 estados que lo demandaron para impedir su acción ejecutiva y congelar el DAPA-DACA plus.
Su récord anterior tampoco ayudó a resolver el problema migratorio
Para Tom Saenz, Presidente de MALDEF, el Presidente Obama no manejó los tiempos en el tema migratorio para la solución del problema, sino para su impacto político (por ejemplo, anunciando el primer DACA poco antes de las elecciones de 2012, cuando él estaba por reelegirse).
Su gobierno tampoco dio prioridad al tema durante los dos primeros años de gobierno, cuando ambas cámaras estaban en manos de mayorías demócratas, concentrándose en el tema económico (la recesión) y la reforma al sistema de salud.
Obama, quien llegó a la Presidencia prometiendo un trato más humano hacia los indocumentados y presentar de inmediato –“tres meses” o “un año”- una reforma migratoria integral, en realidad no hizo lo uno, ni lo otro.
Su gobierno dedicó buena parte de su primer período a reforzar las deportaciones, instaurar controversiales programas como Comunidades Seguras –ahora difunto- y en general, a tratar de demostrar al Congreso que seguía escrupulosamente las leyes y deportaba a la mayor cantidad de personas.
“Este gobierno va a quedar únicamente con el legado de haber implementado DACA en 2012, y por más importante que esto haya sido, la realidad es que también mantuvieron un régimen incansable en deportaciones”, dijo Tumlin, de NILC.
“Incluso hoy en día podrían estar haciendo más de lo que están haciendo, por ejemplo, tratando a los centroamericanos que vienen como refugiados, en vez de meter a madres con sus hijos a la cárcel”, apuntó la letrada.