A palabras necias… odios sordos

Cuando alguien se acerca a ti para contarte “Lo que los demás están diciendo”, debes antes que nada, considerar cual es la intención de esa persona en contarte.

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Crédito: Shutterstock

A todos nos ha pasado. Alguien se acerca, sea con la mala o buena intención, a contarnos “Lo que están diciendo de nosotros”. Es totalmente humano y entendible el sentirse curioso y querer escuchar que es lo que la gente opina o lo que hemos hecho para que alguien más se atreva a mencionar nuestro nombre, pero ¿Saben qué? Es mejor no hacerlo.

Bien dice el dicho: “Corazón que no ve, corazón que no siente”, pues en este caso lo podemos aplicar de la misma forma, “Oídos que no oyen, oídos que no sienten”.

Cuando alguien se acerca a ti para contarte “Lo que los demás están diciendo”, debes antes que nada, considerar cuál es la intención de esa persona en contarte. Bien puede ser porque es tu amigo/a y quiere advertirte, o al mismo tiempo, puede ser alguien que quiera envenenar tu corazón y ver que reacción tienes. ¿Vale la pena? Creo que no.

Este fue el caso de mi amiga Meredith. Hace días la vi desesperada y a punto de renunciar a su trabajo. Me decía, “Es que no estoy haciendo las cosas bien, mis compañeros no me quieren”. Sin entender el porqué, ya que es una buena persona y profesional, quise entender qué le hacía pensar eso. Pues resulta que una de sus compañeras le estaba ‘envenenando’ el corazón diciéndole cosas que no  eran ciertas, o bien, modificando las cosas a su manera para que Meredith se sintiera mal y terminara renunciando a su puesto de trabajo. El problema no era lo que le estaban diciendo, el problema fue que ella aceptó escuchar esos comentarios malintencionados de la persona que decía ser su amiga.

Creo que todos en este mundo sabemos que es imposible caerle bien y ser del agrado de todos. Habrán personas a quien les caes bien y a otras, que por más esfuerzo que hagas, será imposible y no podrás hacer nada al respecto. Lo que si está a tu alcance, es saber como reaccionar. Por más que te estés mordiendo la lengua para decir que SI quieres escuchar, lo mejor que puedes hacer es decir, “no gracias, mejor no me cuentes”.

Mi amiga Meredith decidió enfrentar de una forma inteligente a la persona que estaba viniendo a ella con los ‘chimes’. La próxima vez que dicha amiga se le acercó, ella simplemente le dijo que no estaba interesada en saber, pero que le agradecía mucho su preocupación por ella. Como por arte de magia, empezó a sentirse mejor en su trabajo y se dio cuenta que estaba sugestionada y que en realidad, nadie estaba en su contra.

Espero sus comentarios,

Carolina Sarassa

@CarolinaSarassa

http://www.CarolinaSarassa.com

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