Jefferson Mena, el acento paisa del NYC FC

El defensor central del ‘City’ disfruta con su familia un prometedor presente en el fútbol de Nueva York

Ha sido una batalla de lucha y logro. Un esfuerzo de todas las horas que recién hace unas pocas semanas le entrega dividendos a Jefferson Mena.
Llegó del Independiente Medellín de su cálida tierra paisa hace un año y entre que se dio el cambio de entrenador en el NYC FC, cuando Jason Kreis dio paso a Patrick Vieira, apenas si tuvo oportunidad de jugar.
“Jugué muy poco el año pasado… ocho o diez partidos. Por decisiones técnicas”, dice.
En realidad llegó a mitad de temporada cuando ya la crisis de funcionamiento y resultados estaba devorando al equipo que pagaba el derecho de piso por estar en su primer año en la MLS.

¿Es muy difícil llegar a un equipo que ya está compitiendo?
“Es complicado, digamos que no es lo mismo que cuando haces pretemporada y ya los conoces a todos”.

Después de escuchar varias veces acerca de su paso a la MLS, en 2015 directivos del DIM le dijeron que preparara la maleta porque lo habían negociado con el NYCFC.
Nacido en Apartadó (Antioquia), los visores del “Poderoso DIM” lo reclutaron y lo llevaron a Medellín.

“Hice parte de un proyecto que llama ‘Sueños del Balón’ de jóvenes que querían jugar fútbol. Allí estuve tres años y pase al DIM”, agrega el hombre cuya familia es toda una dinastía ya que sus hermanos Jhonny y Yorley también son jugadores profesionales y coincidieron en el DIM.

¿Con quiénes trabajó en divisiones menores?

“Trabajé con Víctor Luna, ‘Panzer’ Carvajal, Octavio Jiménez… hubo varios. Hice todo el proceso en el Medellín ”.

¿Como se da su llegada al NYC FC?

“Había un propuesta de la MLS en 2014, pero siempre se dañaba o no se concretaba y luego se dio a mitad de 2015”.

¿Qué le habían dicho de la MLS?

“No conocía mucho, pero siempre se decía que la Liga crecía mucho y ahora veo de cerca cómo es y es un buen reto”.
Sabe Mena que los equipos de las grandes ciudades suponen mercados muy demandantes y fans muy exigentes.

¿Han sentido presión cuando no había buenos resultados?

“Para un futbolista la presión siempre está y el asunto es saber manejarla, para que no afecte su trabajo”.

Jugar con Villa, Pirlo y Lampard debe dejar muchas enseñanzas…

“Sí, porque son personas que han ganado todo en el fútbol… y tenerlos como compañeros es un orgullo muy grande y una alegría inmensa”.
Eso, aunque los primeros meses de Liga fueron tremendos para el grupo. Vieira no encontraba el equipo y de pronto se vieron un día con 0-7 en contra ante su público ante Red Bulls. Ese parece ser el punto de inflexión para el cambio en el NYCFC. Mena no jugó ese día horrible.
Cambió Vieira.Obligado acaso, pero varios perdieron el crédito y decidió mirar más nombres.

Usted aparece en el momento en que se da la escalada del equipo… ¿Suena bien eso?

“Para eso se trabaja, para mejorar y estoy muy contento porque estoy jugando. Hay que mejorar cosas, pero es bueno estar en un equipo grande”.
Mantener el cero en la puerta del City es un meta de Viera y hay varios partidos en los que habló muy bien de usted.
“Mantener el cero es clave y es lógico que si él me da confianza yo le tenga que responder”.

¿Cómo juega el City en defensa?

“Jugamos con línea de cuatro. Hernández, Brilliant, Mena y Allen. Luego vienen Iraola, Lampard y Pirlo y después McNamara, Villa y Harrison”, Exactamente el equipo que luego ganó 2-0 al Red Bulls en casa de ellos. El grupo base que se consolidó con el mejor nivel de Lampard y que ahora es líder del Este en la MLS.

¿Qué viene para el City?

Ahora tenemos la motivación de estar arriba. Hay que seguir trabajando, tenemos equipo para defender la punta”.

Se trajo a la familia

“Me vine con mi familia, porque estaba convencido de la decisión que tomaba”, dice Jefferson Mena quien a los 27 años da la pelea por hacerse con un lugar en el City y triunfar en la MLS.
“Soy casado y padre de dos hijos. Mi esposa se llama Jennifer y mis hijos Valeria de cinco y Nicolas de siete añito”.

Sabe que un año es poco tiempo para adapatar totalmente la vida en familia lejos de los suyos.

“Es difícil al principio, por el idioma, las costumbres y hay que adaptarse a todo y con niños es más difícil”.

Le alegra que entre los compañeros latinos del equipo se apoyen y lo llevan bien.

“En días de descanso aprovechamos para conocer la ciudad que es muy linda ya veces viajamos a visitar a la familia a Medellín”. concluye.

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