Promesa de revancha entre Santa Cruz y Frampton
El mexicano pidió el desquite al norirlandés tras dejar su invicto en Brooklyn
Una batalla épica entre dos guerreros sin márgenes, que ya es candidata para “Pelea del Año”, no estaría completa si no tiene de por medio un condimento de polémica en su resultado.
El norirlandés Carl Frampton, que peleaba por segunda vez en América, dejó su marca en el Barclays Center de Brooklyn al ganar por decisión mayoritaria y despojar del invicto y del título de las 126 libras de la AMB, al mexicano Leo Santa Cruz el sábado.
“Creo que merecíamos otro resultado… Tal vez los jueces se dejaron llevar mucho por el ruido de la tribuna”, dijo un apenado Santa Cruz. “Creo que muchos intercambios parecen golpes fuertes pero no lo son… Él es un gran campeón, pero la pelea fue muy pareja y en otro escenario nos habríamos llevado una decisión o al menos el empate”, agregó.
La tribuna -9,062 aficionados- que fue hervidero de cánticos y pasiones desbordadas durante todo el trayecto del combate, tenía mayoría de británicos sobre mexicanos y otros latinos que apoyaban a Santa Cruz.
Mientras, Frampton lo simplificaba todo. “Esto es un sueño hecho realidad. Quería ser campeón mundial, pero ahora he ganado dos títulos mundiales”, dijo “El Chacal”, de 29 años quien explicó su victoria a partir del control en la distancia.
“Controlé la distancia y pude estar siempre cerca para presionarlo y meter mis golpes…”, añadió Frampton, quien sin duda tuvo su principal clave de victoria en anular la ventaja en alcance que tenía el campeón defensor del título.
Por alguna razón la esquina del mexicano lo envió a buscar a Frampton, cuando lo razonable era obligarlo a entrar para espantarlo con el 1-2 del jab y el recto para sacarlo de balance con rápidas combinaciones.
Había dicho Santa Cruz que “la clave era mantenerlo afuera”. Pero no lo hizo y, peor, le facilitó la tarea para que marcara puntos en el contragolpe. Sin los recursos del “counterpunch” que maneja de manera perfecta Frampton, los números del combate habrían sido muy distintos.
Aún así, Santa Cruz lanzó 1,002 golpes y conectó 255 mientras su rival conectó 242 de los 668 que lanzó.
Y en los golpes de poder el mexicano aterrizó 206 contra 191 del británico.
Por eso la pelea ameritaba una calificación cerrada. Muy estrecha en sus diferencias. Así la vio el juez Guido Cavallieri que dejó 114-114 en sus tarjetas.
Frank Lombardi la marcó 116-112 y aún caben observaciones, pero el 117-111 de Tom Schreck está claramente fuera del contexto de la pelea.
Según Schreck, él vio una paliza en la que Frampton ganó nueve asaltos y Santa Cruz sólo tres. Así no fue el combate.
De paso este juez deja una duda mayor cuando ajusta sus cuentas dándole a Santa Cruz el asalto 12 que los otros dos jueces se lo dieron perdido.
‘Quiero una revancha en LA’
A pesar de la cordialidad con la que se saludaron los rivales en la conferencia de prensa, lo primero que abordó el mexicano fue su rechazo al resultado y su derecho a una revancha.
Para el récord: más maltrecho el rostro de Frampton. Más limpio el de Santa Cruz.
“Quiero una revancha en Los Ángeles, pero si es necesario ir a Belfast (Irlanda del Norte)… vamos a Belfast”, reiteró el “Terremoto”, quien deja su marca en 32-1-1 y 18 KO’s.
Frampton y su equipo también quieren la revancha y más que eso… una bolsa con muchos ceros. Más que los $500,000 que le pagaron esta vez. Con su victoria, Frampton mantiene su invicto y deja sus números en 23-0 y 14 KO’s.
Nace una trilogía
Después de su show para coleccionistas la noche del sábado en Nueva York, Leo Santa Cruz y Carl Frampton están destinados a cruzar de nuevo sus caminos. Ya no una vez, casi obligada por la revancha, sino al menos dos.
Era unánime en el “ringside” el sábado y en la conferencia de prensa la comparación inevitable con las dos trilogías más famosas de estos 20 años entre pesos pequeños.
La primera sin duda por lo bravía y visceral que fue: Érik “Terrible” Morales frente a Marco Antonio Barrera que quedó marcada a hierro vivo entre los fanáticos de México y el mundo.
La segunda -ya un clásico- fue Manny Pacquiao frente a Juan Manuel Márquez –que pelearon cuatro veces- y en cada noche hubo un homenaje al boxeo con la adrenalina por las nubes, gritos de histeria, aplausos y millones a borbotón.
Así pinta la rivalidad que nació el sábado en el Barclays Center de Brooklyn, entre Leo Santa Cruz y Carl Frampton.
Su pelea, casi sin rival para “Pelea del Año”, pone sobre la mesa la promesa de grandes combates si es que, como es previsible, van a estar presentes, su tremendo carácter ganador, su valentía y su masiva convocatoria a los aficionados del boxeo.
Castigados durante varios años por las peleas aburridas de Floyd Mayweather Jr. y alguno más, los fans del PPV ahora tienen dónde poner su dinero para tener una tremenda noche de boxeo.