Contraloría revela irregularidades de la Alcaldía en venta de ancianato

El inmueble estaba regulado para asegurar que se utilizara sólo como una institución sin fines de lucro, pero fue vendido para convertirlo en condominios de lujo

El ancianato Rivington House se vendió en febrero por $72 millones luego que las autoridades de la ciudad no protegieran las regulaciones de la propiedad pública.

El ancianato Rivington House se vendió en febrero por $72 millones luego que las autoridades de la ciudad no protegieran las regulaciones de la propiedad pública. Crédito: Google Earth

Varias agencias de la Ciudad y funcionarios públicos eliminaron dos medidas que restringían que el inmueble donde funcionaba el ancianito Rivington House en el Lower East Side fuera usado para otros fines, y así lograron venderlo por millones de dólares con la intención de convertirlo en condominios de lujo, según reveló una investigación de la Contraloría Municipal.

El contralor Scott M. Stringer dio a conocer este lunes un reporte que confirmó la participación de autoridades de la Alcaldía en la eliminación de dos normas que hubiesen impedido la venta del ancianato, que al final logró venderse el pasado febrero por $72 millones.

El inmueble estaba regulado para asegurar que se utilizara sólo como una institución sin fines de lucro, como residencia para ancianos y para brindar servicios de salud. Sin embargo, la investigación de 5 meses de la Contraloría aseguró que la Ciudad perdió varias oportunidades cruciales para detener los intentos que terminaron en la eliminación de las restricciones y en la venta de la propiedad.

Tras la venta, “pacientes perdieron su hogar, trabajadores de salud perdieron su empleo, la comunidad perdió una entidad vital y la Ciudad perdió su poder de asegurar que la propiedad se utilizara para fines públicos permanentemente”, indicó Stringer en un comunicado.

La Contraloría revisó más de 80,000 documentos y los investigadores encontraron que, a pesar de 48 reuniones con oficiales de la ciudad y cientos de correos electrónicos y llamadas, fallos en la supervisión de las regulaciones le permitieron a Joel Landau, director de Allure Group, asegurar la eliminación de las regulaciones y adquirir el inmueble.

Simultáneamente, Landau trabajaba en los planes para convertir la propiedad en condominios de lujo.

“Ningún individuo debería tener permitido hacer dinero a través de la pérdida de un recurso comunitario”, agregó el Contralor. “Pero, lo peor fue el fallo de las autoridades, quienes debían asegurar que este tipo de cosas no sucedieran. Debemos asegurarnos que nuestro gobierno opere con el máximo nivel de responsabilidad para garantizar que esto no se repita jamás”.

Stringer aseguró que la Alcaldía y el Departamento de Servicios Administrativos de la Ciudad tuvieron todas las oportunidades para prevenir que el ancianato se vendiera a una constructora de lujo y enfatizó en la necesidad de actualizar los protocolos de restricción para asegurar la protección de los intereses de la ciudad y de sus residentes.

En esta nota

Contraloría NYC Manhattan Scott M. Stringer

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