La esclerosis no le impide practicar la medicina deportiva
Está a cargo de los equipos deportivos del Colegio Occidental y es la jefa de esta especialidad en el Centro Médico de Kaiser Permanente de Los Ángeles
En el campo de juego de la secundaria Cathedral High en Los Ángeles, la doctora Marissa Soto Vásquez revisa con esmero los ojos de un jugador que se queja de que algo le ha caído dentro.
Al mirarla llena de energía, armada con un maletín al tope de medicamentos y material de primeros auxilios, lista para atender cualquier emergencia que se presente a los jugadores, nadie se imagina que esta apasionada especialista en medicina familiar y deportiva, sufre de esclerosis múltiple.
“Fue hace como cuatro años, cuando dejé de amamantar a mi bebé, que comencé a sentirme extremadamente fatigada, sufría mareos y perdí parcialmente la vista en un ojo, debido a una inflamación del nervio óptico. Fui diagnosticada con esclerosis múltiple a los 34 años“, dice Soto Vásquez, hija de padres mexicano y trabajadores del campo en el Valle Imperial.
La esclerosis múltiple, explica, es una enfermedad que afecta al 1% de la población. “Los nervios que alimentan a los músculos dejan de funcionar. Es una condición bastante rara. Es más común en las mujeres y se presenta entre los 20 y 35 años. No es fatal pero es una condición de por vida. No se cura“, observa.
Añade que puede progresar. “Puedes tener episodios, luego regresas a la normalidad pero no desaparece. Si no te cuidas o no respondes a los tratamientos puede ser un problema”, precisa.
Detalla que es una condición que involucra dolores de cabeza, debilidad en los músculos, contracturas musculares y fatiga.
A partir de que la esclerosis llegó a su vida, dice que han cambiado un par de cosas: “Tengo que tomar medicamentos siempre para no tener brotes y controlarlos. Algunos síntomas no se quitan como las contracturas musculares”, observa.
La doctora Vásquez sostiene que no hay una causa conocida exacta.
“Hay diferentes teorías: una es el componente genético. Si alguien en tu familia tiene esclerosis, es más probable que te pueda dar pero también depende de dónde vivas. La falta de exposición al sol y de vitamina D es otro factor que influye. Aunque en mi familia nadie ha tenido esclerosis y yo nací y crecí en el Valle Imperial donde hay mucho sol”, menciona.
Agrega que el embarazo puede ser un detonante como ocurrió en su caso, cuando ya hay cierta disposición. “Curiosamente amamantar, evita que los síntomas aparezcan como ocurrió conmigo. Una vez que dejé de amamantar, apareció la enfermedad. Ahora hay muchos estudios para investigar la conexión”, expone.
La doctora Vásquez revela que le nacieron las ganas de ser médico porque donde creció en el Valle Imperial no había suficientes, y menos que fueran bilingües. Y lo de hacer la especialidad en medicina deportiva vino porque siempre fue muy deportista.
“La natación ha sido parte de mi vida. Sólo que ahora es más difícil practicarla porque me canso fácilmente.Lo que me saca adelante es que tengo una energía mental muy fuerte que me empuja. La esclerosis es como un reto, no dejo que me venza”, confiesa.
Lo que ayuda mucho a un paciente con esclerosis, comenta, es el ejercicio y una alimentación balanceada con menos comidas inflamatorias como carnes rojas, lácteos y mariscos.
La doctora Vásquez es la encargada de entrenar a los médicos en medicina deportiva en el Centro Médico de Kaiser Permanente en Los Ángeles y también la responsable de los equipos deportivos del Colegio Occidental.
Su práctica médica en cuidado deportivo incluye la oficina y el campo de juego. Atiende a todo tipo de atletas, novatos y experimentados. Está a punto de comenzar una maestría en administración en UCLA.
Su trabajo le hizo acreedora a obtener el Premio a la Excelencia por el Servicio Comunitario 2000-2001.