Blac Chyna plantea comerse su propia placenta tras dar a luz
La modelo, que está esperando su primera hija con Rob Kardashian, ya tiene claro que dará el pecho a su bebé y se está planteando usar su placenta para hacer pastillas
Ahora que faltan pocas semanas para que nazca la primera hija de Rob Kardashian y su prometida Blac Chyna, la futura mamá está recabando información para afrontar lo mejor preparada posible su segunda experiencia en la maternidad.
Por una parte, Blac Chyna ya ha decidido que le dará el pecho a su bebé, aunque aún se debate acerca de si debe tomar o no después del parto pastillas realizadas a partir de su propia placenta, como ya hicieron sus futuras cuñadas Kourtney y Kim Kardashian.
“Quizá sea cosa del instinto maternal [querer darle el pecho]. Leyendo sobre el tema he visto las ventajas que tiene dar el pecho a tu bebé, y recientemente encontré algunas informaciones muy interesantes sobre no cortar el cordón umbilical y conservar la placenta para fabricar pastillas con ella. Así te las puedes tomar después [de dar a luz] para que tu bebé y tú estén muy sanos. Si te fijas, cuando los perros y los gatos tienen a sus crías, se comen la placenta. Y siempre piensas: ‘¡No hagas eso!’, pero en realidad lo hacen porque es algo saludable. Siento que ahora que voy a tener a mi segundo hijo, estoy más informada que con el primero“, confesó Chyna -madre también de King Cairo (3) junto a su exprometido Tyga- en el podcast ‘Loveline with Amber Heard’.
A lo largo de su segundo embarazo, la modelo y ahora estrella televisiva no ha experimentado las “náuseas matutinas” ni los antojos típicos de su estado.
“No he tenido antojos, ni náuseas matutinas, ¡gracias a Dios! Desde luego podría volver a repetir la experiencia”, aseguró Chyna a su amiga Amber Rose, presentadora del programa radiofónico, quien por su parte reconoció que el embarazo de su hijo Sebastian (3) -fruto de su relación con el rapero Wiz Khalifa- había afectado negativamente a su deseo sexual.
“Cuando estaba embarazada, no estaba excitada. Solo me sentía enorme y pensaba: ‘¡Mi bebé está dentro!‘. Era una sensación un tanto extraña”, reconoció Amber.
Aunque Chyna prefirió no dar información sobre su vida sexual durante el embarazo, sí intentó convencer a su amiga de que el bebé no se veía afectado por el sexo.
“El bebé no está cerca de esa zona”, le aseguró riéndose.