Moraleja de los impuestos de Trump: las leyes favorecen a los ricos
Hay leyes que permiten que personas como Trump pague "cero" en impuestos federales. Las reformas que propone el magnate le favorecerán aún más. El plan de Clinton aumentaría sus propios impuestos y los de otros millonarios para pagar programas sociales.
Las revelaciones sobre los impuestos que paga –o más bien no paga- Donald Trump ilustran una realidad: las leyes de impuestos de Estados Unidos favorecen a los ricos, quienes pueden llegar a pagar “cero” contribuciones federales si, por ejemplo, tienen enormes pérdidas en sus negocios.
Según explican los expertos en contaduría e impuestos: los malos empresarios pueden usar sus pérdidas para pagar menos impuestos en absolutamente todos sus ingresos, dándoles una ventaja que no tienen los asalariados comunes y corrientes.
Pero esa no es la única ventaja. Hay numerosas leyes de impuestos que favorecen a los ricos y empresarios de ciertas industrias, según explicó Julián Ponce, un contador Público y especialista en impuestos que ya está retirado del negocio.
“Las leyes de impuestos han sido adaptadas y manipuladas muy efectivamente por los cabilderos que representan a ciertas industrias”, dijo Ponce. “Una de las más exitosas en esto es la industria inmobiliaria. En mi vida profesional he conocido a personas con decenas de millones de dólares en propiedades que no pagan impuestos”.
Los empresarios que se dedican la mayor parte de su tiempo al negocio inmobiliario tienen otra ventaja: pueden deducir la depreciación que sus edificios o propiedades supuestamente tienen con el tiempo, aunque estos sigan aumentando en valor.
Trump aprovechó todas estas ventajas de impuestos que están fuera del alcance de un asalariado o de un inversionista eventual, aunque dice representar y defender “a la gente trabajadora”.
Hasta ahora Trump se ha negado a publicar sus declaraciones de impuestos como lo hacen, por tradición, todos los candidatos presidenciales.
Sin embargo, el periódico New York Times obtuvo tres páginas de sus declaraciones de 1995 en las que declaró una pérdida de 916 millones de dólares en sus negocios y otros casi 16 millones en depreciación inmobiliaria, con un resultado muy favorable para él: no pagó nada en impuestos federales.
Las grandes pérdidas también le habrían permitido no pagar ese año, sino tener cero gasto en impuestos federales durante casi 20 años.
Durante el debate del lunes, luego que la demócrata Hillary Clinton lo acusó de esconder sus impuestos para no revelar que, entre otras cosas, no paga dichos impuestos, Trump contestó que “eso me hace inteligente”.
Según Steven Rosenthal, analista del Tax Policy Center, sin tener las declaraciones de impuestos completas de Trump, es imposible saber cuánto de sus pérdidas se deben a “resultados empresariales pobres, reglas de impuestos favorables o evasión de impuestos”.
“Lo que sí podemos decir es que hay algo que está muy mal con nuestras leyes de impuestos”, dijo Rosenthal.
Trump propone reformas que le beneficiarían aún más
Los dos candidatos principales a la presidencia tienen propuestas para reformar las leyes de impuestos y a pesar de que ambos califican como millonarios por sus ingresos, las propuestas de Hillary aumentarían los impuestos para personas como ella misma, para pagar por programas gubernamentales de educación y salud.
En cambio, las propuestas de Trump son copiadas de la ortodoxia conservadora de reducción de impuestos y el llamado “trickle down” (la teoría de que aumentar el ingreso de los más ricos se transforma en una “lluvia” de trabajo y dinero para los de abajo).
Los Clinton han hecho su dinero principalmente en la venta de sus libros y discursos, y en consultoría de política pública, en el caso del ex presidente.
El año pasado, la candidata demócrata publicó 8 años de sus declaraciones de impuestos y los documentos del 2015 revelan que la pareja ganó 28 millones de dólares, pagando 10 millones en impuestos, más de 3 millones de esos en impuestos federales.
No obstante, y aunque tanto Clinton como Trump califican como millonarios, las propuestas reformas de ambos a las leyes de impuestos son radicalmente diferentes.
Según un análisis del Tax Policy Center, “Donald Trump cree que cortar más los impuestos de los empresarios, de las corporaciones y de los más ricos generará crecimiento económico”.
“En cambio, Hillary Clinton cree que hay que aumentar impuestos a las familias más pudientes y gastar en programas educativos y en financiar cuidado infantil y salud para cubrir a más familias de clase media y trabajadora, es la clave para el futuro crecimiento económico”, agrega el análisis.