Urgente necesidad política hace que más republicanos rompan con Donald Trump

ANALISIS: Muchos de ellos lo apoyaron a regañadientes, otros con más entusiasmo. Pero en las últimas 24 horas lo están abandonando por temer que sea un lastre alrededor de sus cuellos, hundiendo sus respectivas posibilidades de salir elegidos a diferentes cargos.

No lo rechazaron cuando lanzó su candidatura y dijo que México “no manda a los mejores” sino a los violadores y narcotraficantes.

Tampoco cuando pidió que se prohibiera la entrada al país de cualquier persona que profesara la religión musulmana, ni todas las veces que amenazó con palabras violentas a los que protestaban en sus mítines.

Tampoco lo dejaron de lado cuando se supo que aprovechaba cada hueco en la ley para evitar pagar impuestos, aunque ha criticado seriamente a otros que no han pagado los suyos, ni cuando dijo que una ex miss Universo era una “Miss Housekeeping” y una “cochinita”.

La lista es larga y si bien es verdad que desde el principio existieron los “never Trumpers” (nunca Trump) en el partido, la mayoría de ellos permanecía más bien al margen mientras el liderazgo del partido organizaba su convención del verano para coronar a un candidato que la élite republicana no quería, pero que no tenían más remedio que aceptar.

Trump había conquistado un segmento importante de la base republicana y del voto estadounidense y por eso lo coronaron y lo apoyaron, uno tras otro y transfirieron dinero del partido a los esfuerzos de elegirlo.

Pero luego que se publicara un video y audio de Trump haciendo comentarios lascivos respecto a mujeres, asegurando que el podía hacer lo que quisiera con ellas por ser famoso, inclusive besarlas sin pedir permiso y agarrar sus partes íntimas, una avalancha de republicanos abandonó, uno tras otro, su apoyo al nominado de su partido.

Esto ocurrió entre el viernes por la tarde y el sábado durante el día, a menos de un mes para las elecciones generales. 

Muchos se preguntan: ¿por qué ahora y no antes?

La ex senadora estatal de California Martha Escutia –quien es demócrata- escribió en su Facebook :

“Supongo que decir ”p….y” (palabra vulgar por vagina) es peor que afirmar que los mexicanos son violadores y narcos”, dijo la política, ahora retirada de esas lides.

¿La realidad? El partido republicano y muchos de sus políticos en campañas duras de reelección ya temen que Trump sea un lastre alrededor de sus cuellos y no solo pierda él, sino les haga perder a todos ellos sus respectivas elecciones.

Los analistas explican que no se trata realmente de un rechazo moral, aunque muchos de ellos lo presentan como tal.

“Si, la mayoría lo presenta como un tema moral, dicen estar horrorizados porque tienen madres, esposas, hijas”, dijo la analista y profesora Sherry Bebitch Jeffe. “La realidad es que los empuja necesidad política. ¿Cómo ser un gran senador, o congresista, si no puedes ganar la elección?”.

Un analista republicano lo definió con claridad:

“Es que esta fue la gota que derramó el vaso”, explicó Charles Dunn, profesor de gobierno retirado y ex funcionario de varios gobiernos republicanos. “Los republicanos reconocen que su oportunidad de ganar la Casa Blanca se aleja cada vez más y que además, deben preocuparse por el efecto que esto tiene en otras contiendas”.

Es por eso que, de los republicanos que le han retirado su apoyo a Trump en las últimas 24 horas, varios de ellos están enzarzados en campañas difíciles de reelección, y que hasta ahora lo habían apoyado por temor al efecto que pudiera tener en ellos el romper con el nominado.

Como ejemplo están los casos de Kelly Ayote, senadora de New Hampshire que está en una dura campaña de reelección contra la gobernadora demócrata del estado. El lunes pasado, durante un debate, le preguntaron a Ayote si veía a Trump como “un modelo para sus hijos” . Contra la pared, Ayote respondió que sí que “tenemos muchos modelos pero sí, claro que él lo sería”.

Al parecer la reacción contra ella fue tan fuerte que ese mismo día se retractó.

Ayote había estado en una especie de limbo, diciendo que no apoyaba a Trump pero que votaría por él debido a la necesidad del partido. Pero tras el último escándalo, se echó para atrás

Otro ejemplo es el senador John McCain de Arizona, quien apoyó al candidato a pesar de haber sido personalmente insultado por Trump, quien dijo que no lo respetaba porque “solo respeto a los soldados que no se dejan atrapar” (McCain fue un prisionero de guerra durante cinco años).

Aunque McCain había mantenido hasta ahora que apoyaría a Trump –posiblemente por temor a perder el voto pro-Trump en Arizona- este sábado dijo que ni él ni su esposa votarán por el nominado

En la Cámara de representantes pasó más de lo mismo. Por ejemplo el congresista de California Steve King, del distrito 25 en el norte del condado de Los Angeles (Antelope Valley), había resistido hasta ahora repetidos llamados para rechazar a Trump, por hallarse en una dura competencia en un distrito prácticamente dividido por la mitad entre votantes de los dos partidos.

King, sin embargo, publicó dos veces hoy su rechazo y suspensión de apoyo a Trump.

La lista siguió creciendo a lo largo del día sábado, mientras Trump, desafiante, aseguraba que no dejaría la competencia. Hubo reportes de que el Comité Nacional Republicano había suspendido la transferencia de recursos de sus cofres a la campaña de Trump y que sus líderes estaban reunidos considerando qué hacer, y si era posible de alguna manera cambiar de candidato.

“Lo que están temiendo es que se convirtió en un candidato venenoso, tóxico para otros republicanos más abajo en la boleta”, dijo Jeffe. “Es la vieja metáfora de las ratas que saltan el barco que se está hundiendo”.

El candidato a vicepresidente Mike Pence, un ultrarepublicano de Indiana, no apareció en un evento del liderazgo republicano el sábado por la mañana en el que debió substituir a Trump y al que el magnate fue “desinvitado” por el líder de la Cámara Paul Ryan. Del personal de Pence se filtró que él y su esposa estaban indignados. Todos los eventos de Pence desaparecieron del website de Trump. 

En horas de la tarde un periodista político compartió “el dato divertido” de que Pence estaba en camino a un evento de recaudación de fondos en una mansión de Newport que fue construida por un millonario que se hundió con el Titanic.

Trump perdió hasta el voto de los que en el pasado han sido acusados de hostigamiento sexual y sido protagonistas de sus propios escándalos sexuales.

El ex gobernador de California Arnold Schwarzenegger, quien durante la primaria apoyo a otro candidato (John Kasich), dijo en un post de Facebook que por primera vez desde que se hizo ciudadano en 1983 no votaría por el nominado republicano a la presidencia. No dijo por quien votaría, pero aseguró que “a pesar de ser un orgulloso republicano, estoy más orgulloso de ser estadounidense”.

El “never-Trumper” e intelectual ultraconservador William Kristol imploró a su partido unirse para sacar a Trump de la candidatura.

En un artículo publicado este sábado Kristol dijo que:

No necesitamos pesquisas, ni procesar a ningún político, ni abrir ninguna disputa entre el pasado y el presente. Tenemos que actuar ahora para que no se pierda el futuro. Existe la real posibilidad de una catástrofe inminente, una catástrofe para el partido republicano, y para los principios y las políticas que, aunque de manera imperfecta, ha defendido-nos debe conducir a unirnos y actuar juntos. Los que nunca lo apoyaron, los que a duras penas lo hicieron, y los que lo apoyaron hasta ahora, debemos unirnos en aras de salvar la posibilidad de un futuro conservador. 

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