Los primeros pasos de Nueva York para convertirse en centro del mundo
La Gran Manzana ha cambiado mucho desde que los primeros europeos pisaron sus tierras y se fundó la ciudad. Te descubrimos cuál fue el rincón de Manhattan que marcó su camino
Seguro que conoces el puente Verrazano, el barrio de Stuyvestant y el río Hudson… pero, ¿sabes a qué deben sus nombres? Desde que se fundó Nueva York en 1625 han cambiado muchas cosas, pero el paso del tiempo ha dejado marcas en el camino. Muchos de estos “recuerdos” de otra época pasan desapercibidos y pierden la importancia que tuvieron siglos atrás.
Este fin de semana la mayoría de los neoyorquinos tienen un día extra de descanso gracias al “Columbus Day”. Esta fecha conmemora la llegada de Cristóbal Colón a América y se celebra también como el Día de la Hispanidad en toda América Latina y España. Esta parte de la historia está muy presente en las tradiciones de esta parte del mundo, en las costumbres, monumentos y libros. Sin embargo, la historia de la llegada de los europeos a Nueva York es desconocida por muchos habitantes de la Gran Manzana, aunque la ciudad esté plagada de calles, barrios y edificaciones que se esfuerzan por dar fe de este momento histórico.
Nueva Angulema, Nueva Ámsterdam y Nueva York
“Yo sí que estudié sobre el descubrimiento de NY porque es aquí donde vivo y me gusta saber estas cosas, pero reconozco que esta parte de la historia pasa desapercibida. La gente viene acá a trabajar y muchos no se informan. Hoy en día esta zona es de trabajadores y turistas, nada que ver con lo que hubo hace siglos”, contaba Armando Juárez, un mexicano que paseaba por Battery Park.
Pero no todo el mundo está tan al tanto de la historia neoyorquina como este residente de Queens.
Muchos se sorprenden al saber que las aguas del Hudson y del East River bañaban unas orillas diferentes de las que hoy demarcan los condados de Nueva York (Battery Park fue construido mucho después). Pero con casi cuatro siglos de historia, es normal que la Gran Manzana haya cambiado ligeramente su geografía, al igual que lo ha hecho su población, el comercio y el ambiente.
Lo que hoy en día se conoce como el Distrito Financiero fue, hace siglos, el primer terreno de la Gran Manzana que pisaron los europeos. El primer barco llegó en 1524, dirigido por Giovanni da Verrazano, un navegante italiano que viajaba con una compañía francesa. El área fue denominada Nueva Angulema en honor al rey de Francia Francisco I, perteneciente a la casa Valois-Angoulême.
Durante años, estas tierras no fueron explotadas por los europeos, hasta que el inglés Henry Hudson resaltó la gran cantidad de castores que poblaban el área. El pelaje de estos animales era muy apreciado en aquella época para la fabricación de sombreros y ropajes. Con el paso del tiempo, Nueva York se convertiría en uno de los centros comerciales de pieles más importantes.
A día de hoy, este animal está más presente en la ciudad de lo que un residente cosmopolita podría pensar. La bandera de NYC es una composición con los colores de la bandera holandesa (naranja, blanco y azul), el águila símbolo del estado, un indio nativo, un marino y un castor.
No obstante, el primer asentamiento que daría lugar a la creación de la ciudad no se produjo hasta 1625, cuando la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales se unió a unas pocas familias de colonos en la administración del campamento, instaurando pequeños comercios, plantaciones y ganadería.
Ahí nació Nueva Ámsterdam y para defender la ciudad de otras potencias interesadas, la primera comunidad de neoyorquinos levantó un fuerte que iba desde donde hoy está la Casa de Aduanas de EEUU Alexander Hamilton y hasta la calle Wall Street, cuyo nombre, efectivamente, no es casual (“la calle del muro”).
El bautizo como Nueva York llegó con los ingleses. El general holandés Peter Stuyvesant acabó cediendo la ciudad tras el reclamo británico en septiembre de 1664. Menos de un año después, la ciudad quedó bajo el gobierno inglés y adoptó su actual nombre en honor al Duque de York.
La huella de otros tiempos
“Yo la verdad es que conozco muy poco porque estoy siempre trabajando y la historia no es un tema que me haya interesado demasiado. Reconozco que es importante pero nunca me caló”, explicaba Gastón Ferreira, un argentino que trabaja en una pequeña cafetería en Stone Street.
“Yo creo que muchos turistas tampoco saben la historia del descubrimiento de Nueva York. Vienen aquí y se informan de la parte más reciente pero no de cómo se fundó la ciudad. Esta zona, por ejemplo, no la visitan mucho y no saben que se conserva así. Está siempre en obras y son casi todo oficinas así que desconocen que hay casas antiguas”, contaba este vecino de Queens, con 16 años en NYC.
Rodeados de rascacielos y en medio del Distrito Financiero, aún quedan edificios que recuerdan la arquitectura colonial. Cuando se camina por las calles Stone, Beaver, Silliam Sur y Pearl es difícil creer que uno todavía se encuentra en el Bajo Manhattan, tan cerca de una de las partes más bulliciosas de la ciudad, en el centro comercial del mundo. Algunas de estas cuadras aún mantienen el suelo empedrado, las casitas bajas de ladrillo y unos tejados imposibles de encontrar en cualquier otro edificio de la zona.
Como contaba Gastón, casi no hay turistas paseando por aquí. Pocos saben de la existencia de este recodo histórico, que principalmente frecuentan los trabajadores de Wall Street en su descanso para comer. Y es posible que muchos de estos neoyorquinos, que recorren con prisa los callejones antes de volver al trabajo, tampoco sepan que los adoquines que pisan marcaron el camino de la ciudad que habitan. Son el corazón de Nueva York, las primeras piedras de una de las ciudades más importantes del mundo.
Para saber más
Aquí tienes enlaces con información interesante sobre los orígenes de Nueva York, para que amplíes tus conocimientos de esta ciudad fascinante:
- Cronología con la historia de Nueva York
- Tours y atracciones
- The New York Historical Society
- South Street Seaport Museum
Cómo llegar
- En bus: Por la calle Water pasan el X14, X15 y X9. Por State Street puedes tomar el M5 y el M20.
- En metro: Líneas 4 y 5 hasta Bowling Green o línea 1 hasta South Ferry. También J o Z hasta Broad Street.