La Ciudad tiene grandes cambios para Brownsville
La rezonificación que promueve la administración De Blasio trae algunos incentivos a este vecindario de Brooklyn
En la década de 1990, después de décadas de desinversión, discriminación y frustrados planes de renovación urbana que habían devastado las viviendas de Brownsville, los residentes examinaron los terrenos baldíos alrededor de ellos y plantaron las semillas para jardines los comunitarios de hoy. Empezaron a crear los mercados de agricultores y pintaron murales. Una coalición de iglesias de East Brooklyn construyó las casas de Nehemías, dándoles a las familias de clase obrera un medio generar ingresos.
Hoy en día, Brownsville sigue teniendo la tasa más alta de pobreza en Brooklyn, la friolera tasa de desempleo de 15 por ciento, y según las estadísticas de la Ciudad, $ 94,4 millones de “demanda insatisfecha”, debido a la escasez de empresas locales, los residentes tienen que realizar gran parte de sus gastos fuera del vecindario. En relación con otros barrios de la ciudad, todavía hay una gran cantidad de terrenos baldíos de propiedad pública.
Pero el cambio también aparece en el horizonte, con los inicios de la inversión privada y pública. Nuevos hoteles están surgiendo y de acuerdo con New York YIMBY, los promotores de viviendas a precio de mercado están empezando a comprar las tierras. También hay una nueva cafetería en la avenida Belmont que algunos la miran como un signo de aburguesamiento, de acuerdo con James Brodick del Brownsville Community Center, aunque en realidad es propiedad de una familia nativa de Brownsville que recibió fondos de una fundación.
En el lado público, el complejo Brownsville Van Dyke Houses es uno de los primeros proyectos en el que NYCHA enfocó su controvertido programa NextGeneration Neighborhood, comúnmente conocido como “relleno”, en virtud del cual la ciudad ha contratado a un desarrollador para construir 188 apartamentos de vivienda pública para familias de ingresos restringidos. La administración de Blasio también ha comprometido cerca de $ 22 millones para reconstruir el centro de recreación de Brownsville en el presupuesto de este año, y $ 30 millones para revitalizar el Betsy Head Park en el mes de abril.
Estas señales de cambio son motivo de agradecimiento por parte de algunos, y ha causado ansiedad en otros que temen que podrían ser los próximos nativos de Brooklyn, en ver que los precios salen de los límites de su vecindario. El alquiler promedio de Brownsville sigue siendo el segundo a más bajo entre todos los distritos de Brooklyn, pero sólo tres barrios de Brooklyn-Williamsburg, Bushwick y Fort Greene, han visto ascender el alquiler más rápido en la última década.
En consecuencia, este verano, el Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda (HPD) anunció que podría liderar una iniciativa de planificación comunitaria para activar las restantes parcelas vacantes de Brownsville.
La iniciativa tiene cierta semejanza con el plan de rezonificación del alcalde De Blasio, con múltiples agencias de la ciudad concentradas en un solo lugar para solicitar información de los residentes de la comunidad, desarrollar un plan integral y abordar los problemas de todo el espectro, desde el alumbrado público hasta el desarrollo de los pequeños negocios.
Pero también hay una diferencia significativa: HPD no está entrando en Brownsville con la intención de rezonificar grandes franjas de los vecindarios para acelerar la inversión privada. En su lugar, se centra en pedir la participación de la comunidad para informar sobre las propuestas de solicitud emitidas para cada sitio vacante. Los desarrolladores, una vez seleccionados, pueden iniciar los cambios de zonificación para sus parcelas específicas.
En total, el HPD estima que existe el potencial para desarrollar cerca de 2.000 nuevas unidades de vivienda asequible en los sitios públicos vacantes en el barrio y en sitios privados donde la HPD se ha comprometido con las propietarios a garantizar que todas las viviendas en parcelas públicas vacantes serían para las familias de bajos ingresos.
Para leer el artículo completo en inglés ir a: Citylimits.org