Seis arrestados por robo de identidad a ancianos en Nueva York

Al menos cinco de los acusados eran responsables del cuidado y bienestar de sus víctimas

Seis personas de El Bronx, Manhattan, Queens y Suffolk, fueron arrestadas por robarle la información de identificación personal a personas de edad avanzada y luego se hicieron con dinero en efectivo que sus víctimas tenían en el banco u obtuvieron créditos al que no tenían derecho.

El arresto se produjo tras una extensa investigación conducida por el Fiscalía General del Estado en varios centros para adultos mayores a través de la ciudad.
“Los residentes de hogares de ancianos se encuentran entre los ciudadanos más vulnerables de nuestro estado y merecen ser tratados con el máximo respeto y dignidad por los responsables de su cuidado”, dijo el fiscal general Eric T. Schneiderman durante el anuncio del arresto de los seis individuos: Sandra Rivera-Tapia, Josephine Cruz, Diana English, Channel Francis, Nathalie Germain y Jason Battaglia.

Cinco de los seis acusados eran trabajadores, responsables legalmente por el cuidado y el bienestar de sus víctimas. Como lo muestra este caso, los ladrones de identidad son a menudo personas de confianza de sus víctimas.

Schneiderman reprobó que sean los propios cuidadores de ancianos quienes les roben y anunció que su oficina no tolerará este tipo de explotación económica. De acuerdo al fiscal, los arrestos ilustran algunos de los métodos por los cuales los residentes de hogares de ancianos, son explotados económicamente.

“Nos mantendremos vigilantes para garantizar que la información personal y financiera de los residentes de centros para personas en edad avanzada está protegida”, agregó.

De acuerdo con cifras proporcionadas por la fiscalía general, aproximadamente 100,000 personas residen en centros de atención a largo plazo, tales como hogares de ancianos, dentro de la ciudad de Nueva York. Anualmente, el Estado gasta más de $ 3 mil millones de dólares por ese cuidado. Los residentes de esos centros, debido a su estado físico, emocional y mental delicada son, no obstante, vulnerables a ser explotados, ya sea física, mental o en el aspecto financiero.

Un estudio estima que el 13% de todos los estadounidenses de edad avanzada han sido víctimas de fraude financiero, incluyendo el robo de identidad.

 Cómo operaban los perpetradores

Sandra Rivera-Tapia

Mientras fungía como directora de trabajo social en el Centro de Rehabilitación y Salud Holliswood, de Queens, según la fiscalía, obtuvo la tarjeta y el número PIN  de un residente y le robó $7,418.00 de su cuenta bancaria. En ese momento, el residente sufría de, entre otras cosas, trastorno obsesivo compulsivo, subluxación de la cadera derecha, enfermedad renal crónica, diabetes e  hipertensión y era incapaz de cuidar de sí mismo. Ella acusada de robo y de poner en peligro la vida de un anciano, fue procesada en la Corte Criminal del Condado de Queens.

Josephine Cruz

Durante más de un año, entre enero 1 de 2015 y 28 de enero de 2016, Cruz, de 53 años, empleada del área de finanzas en el Kings Harbor Multi-Care Center (KHMC), en El Bronx, era responsable de distribuir el gasto de dinero de los residentes, cuyos fondos provienen del Medicaid. En la distribución del gasto,  Cruz estaba obligada a realizar un seguimiento de la cantidad de dinero que cada residente pidió en una hoja de cálculo. En cambio, según la fiscalía, Cruz alteró en varias ocasiones la hoja de cálculo para reflejar que los residentes habían solicitado más dinero del que realmente habían buscado y se embolsó la diferencia. Cruz fue acusada de conspirar para defraudar en y robo. Ella fue procesada en la Corte Criminal del Condado de El Bronx.

Diana English

Los fiscales alegan que, el 4 de junio de 2015, English, de 60 años, de Far Rockaway, que fungía como Directora de Servicios Sociales en el Centro de Reposo Far Rockaway, en Queens,  llevó sin obtener autorización médica necesaria a un anciano hasta su banco, y le observó a cambiar su número de identificación personal. A partir de entonces, en varias ocasiones, incluso una vez que el residente había fallecido, la acusada presuntamente accedió a la cuenta bancaria del residente utilizando el número PIN y robó $ 1,700 de su cuenta.

English fue acusada de poner en peligro el bienestar de una persona incompetente o físicamente discapacitados en primer grado, hurto mayor y falsificación de documentos. Fue procesada en la Corte Criminal del condado de Queens.

Channel Francis

Los fiscales alegan que la acusada que Francis, de 40 años, de Rosedale, obtuvo la información de identificación personal de cuatro ancianos y de un empleado del Jewish Parker Institute en Queens y abrió cuentas de crédito y débito en sus nombres y utilizó esas cuentas fraudulentas para pagar sus propias facturas y comprar miles de dólares en artículos de lujo, como bolsos de mano y artículos electrónicos. Francis fue acusada de dos cargos de robo de identidad en el primer grado y de una trama para defraudar en primer grado. Fue procesada en la Corte Criminal del condado de Queens.

Nathalie Germain

La acusada, de 39 años de Brooklyn, presuntamente utilizó su posición como enfermera certificada en el Mary Manning Walsh Nursing Home (MMW), un centro de salud en Manhattan, para adquirir la información de identificación personal de muchos pacientes que estaban a su cargo. Con esta información, según la fiscalía, Germain realizó transacciones en línea, por teléfono y en persona,  en gastos personales y realizó compras utilizando la información de cuatro residentes del MMW. En el transcurso del verano de 2014, se alega, la acusada Germain robó más de $ 6,500 de estos cuatro residentes y intentó robar otros $ 4,500 a otros residentes. Ella utilizó fondos limitados de sus víctimas y el buen crédito para pagar sus propias cuentas de tarjetas de crédito, para hacer un pago de préstamo de automóvil, para tratar de pagar su factura de Con Edison, y comprar artículos de uso personal. Germain fue acusada de varios cargos de robo de identidad y cuatro cargos de poner en peligro el bienestar de una persona incapacitada. Fue procesada en la corte criminal de Manhattan.

Jason Battaglia

Battaglia, de 32 años de North Massapequa, presuntamente robó un collar a una residente de 95 años de edad, que sufre de Alzheimer, en el Gurwin Jewish Nursing and Rehabilitation Center in Commack.  Los fiscales alegan que el 13 de junio de 2016, Battaglia quitó dos collares del cuello de la residente, una de oro y otra de plata. Posteriormente colocó a la residente sólo el collar de plata y salió de la habitación con el collar de oro. Los fiscales alegan que Battaglia más adelante devolvió el collar de oro a una enfermera registrada y afirmó que lo encontró en el suelo del comedor, pero posteriormente admitió a la policía que robó el collar y sólo pretendió hacer creer que lo  encontró.

Tras la detención inicial del Departamento de Policía del Condado de Suffolk, Battaglia, fue acusado de posesión criminal de una sustancia controlada tras haber sido encontrado en posesión de nueve agujas hipodérmicas y una cuchara que contenía residuo de heroína. Fue acusado de hurto mayor en cuarto grado, posesión rriminal de propiedad robada en quinto grado. Fue procesado en la Corte de Distrito del condado de Suffolk.

El robo de identidad y robo en gran cuantía son tipificados como delitos de clase D y conllevan una posible sentencia de siete años de cárcel en una prisión estatal. En cuanto al esquema para defraudar, hurto mayor, falsificación de documentos y poner en peligro el bienestar de una persona incapacitada o físicamente discapacitada son todos delitos graves de la clase E  que se condenan con cuatro años de cárcel. El resto de los cargos son delitos punibles con hasta un año de cárcel.

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