La cara más espeluznante de la Gran Manzana
Hay rincones en Nueva York que no son aptos para todos los públicos y que debes evitar a toda costa si eres de los que se asusta con facilidad
Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY
Las historias de gloria, fama y amor de la Gran Manzana, por muy majestuosas que estas sean, no consiguen eclipsar la otra cara de la ciudad, un lado oscuro y siniestro que está siempre presente pero que sale a relucir especialmente cuando se acerca el día más terrorífico del año.
Halloween no va sólo de dulces y disfraces. Esta festividad conmemora (junto al Día de los Muertos) a los que ya no están entre nosotros y sirve de excusa para dar rienda suelta a las creencias más tenebrosas, el ocultismo, los fantasmas y las historias más macabras que tuvieron como escenario la ciudad de Nueva York.
Por eso te proponemos un recorrido no apto para cardíacos para este día tan especial, para que aparques a un lado los dulce de la celebración y te sumerjas las historias más crudas de la ciudad, las que no protagonizan ricas celebrities, sino brujas, espíritus y cadáveres.
La casa de los muertos
Para muchos son un lugar de paz, pero es muy difícil relajarse en los cementerios de la Gran Manzana. La mayoría son vastos jardines inundados de tumbas, bajo las cuales suelen dormir historias que darían pesadillas hasta al neoyorquino más valiente.
El Cementerio de Green-Wood, en Brooklyn, es posiblemente uno de los más terroríficos de los Cinco Condados. Un laberinto de 478 acres (Central Park tiene 843) con más de 560,000 personas enterradas bajo pequeñas lápidas o en gigantes mausoleos y catacumbas.
Son muchas las historias que se respiran en este cementerio y muchos los personajes relevantes que descansan en él. El mismísimo ‘Wizard of Oz’ (el actor que interpretó el papel del mago en la conocida película, Frank Morgan) fue enterrado aquí. Los rumores también cuentan que el padre del espiritismo descansa en este cementerio, lo que lo dota de un extra de misterio y tenebrismo.
En el Green-Wood también se encuentra ‘La huella del Diablo’. Cuenta la leyenda que Joost, un afroamericano que vivió durante el período colonial, se batió en un duelo de violín con el Diablo y salió triunfante. El maligno se enfadó tanto que dio un fuerte pisotón en el suelo, dejando su pezuña marcada para toda la eternidad sobre una roca. En una excavación posterior en Sunset Park se encontró una gran roca con una marca muy similar que se ha convertido en parte de la leyenda.
Manhttan no se queda atrás en cuanto a cementerios terroríficos se refiere. El Trinity Church Cemetery, sería un digno escenario para cualquier película de Alfred Hitchcock. En Washington Heights se encuentra una de las tres partes del cementerio (que tiene otros dos espacios en el Bajo Manhattan), la más grande y siniestra. Está construido sobre una pequeña colina y compuesto de tumbas, esculturas y sepulcros que se se suceden desordenados, creando los zigzagueantes caminos que llevan a la cima con vistas al ría Hudson. ¡No recomendamos ir de noche!
Y Queens sabe también cómo asustar a sus vecinos. De hecho, la historia del Machpelah Cemetery, en Glendale, para los pelos a cualquiera. En este camposanto judío se encuentra enterrado el archiconocido mago e ilusionista Harry Houdini que, además, murió el mismo 31 de octubre. Muchos han alertado de sonidos extraños que inundan el área de madrugada, gritos y campanas. El resto del día reina el silencio.
Desde luego, no todo el mundo puede disfrutar de estos escenarios sombríos.
Stephanie Santiago, explicaba, acompañada de sus hijos Elijah Wilkins y Ariyah de la Torre, que ella prefiere tomarse el evento como algo divertido y alerjarse de todo lo que pueda darle pesadillas por la noche.
“Nosotros Halloween nos lo tomamos como una fiesta. Nada de cosas de miedo. Los niños tienen eventos después del colegio, vamos al desfile y luego, claro, ‘trick or treating’. Mi hija va a ser una reina vampira y está muy emocionada. Creo que cuando tienes niños Halloween consiste en eso”, contaba sonriendo esta neoyorquina.
Historias para no dormir
Pero no sólo los cementerios son fuente de congoja. Nueva York cuenta con cientos de edificios donde se han vivido o ambientado las historias más escabrosas. Ficciones y realidades que sólo los más valientes se atreven a conocer.
El edificio Dakota, en el Upper West, es uno de esos lugares que paran los pelos. Su popularidad como sitio encantado ha crecido con los años, con numerosos reportes de avistamientos de fantasmas. Una de estas apariciones dicen que la tuvo el propio John Lennon, que aseguró ver el fantasma de una joven llorando. Años después fue asesinado a las puertas del Dakota.
El Chelsea Hotel también ha visto morir a varios artistas alojados en sus habitaciones. Nancy Spungen, pareja de Sid Vicious (Sex Pistols), fue encontrada muerta con varias puñaladas. El músico, y principal sospechoso del asesinato, murió meses después de un ataque de heroína.
El poeta Dylan Thomas también dio sus últimos suspiros bajo el techo de este tétrico edificio. El ambiente artístico que se respira en su interior compite con la inquietud y desasosiego que provoca su historia.
Stephen King bien podría haberse inspirado en Fort Totten Park para ambientar una de sus novelas de terror. Esta antigua base militar en Queens asusta tanto de día como de noche. Su estado salvaje y los edificios abandonados lo convierte en un escenario de infarto del que se cuentan historias no aptas para menores.
Da tanto miedo, que se han organizado tours para visitar el parque y conocer más su historia. Además, es mejor conocerlo acompañado que investigar sus rincones solo. Por lo que pueda pasar.
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Carmen Castro, de Puerto Rico, conoce estas historias de fantasmas y espíritus, pero como Stephanie, prefiere mantenerse al margen. Esta boricua prefiere disfrutar de Halloween sin sobresaltos.
“Tengo nietos y una bisnieta de dos meses y voy con ellos a pedir caramelos. Vamos por las calles donde hay más decoración y más gente disfrazada porque es lo más bonito. Prefiero quedarme con los niños felices que con las cosas de terror”, contaba esta vecina de Brooklyn, que lleva casi 30 años en NYC.
“No me aterrorizo con facilidad. A mí las casas encantadas y esas historias no me asustan. Vivo al lado del cementerio y no me importa. ¿Sabes qué? A mí los muertos no me dan miedo, quién me da miedo son los vivos”.
Seas valiente o miedoso, te creas estas historias o no, Halloween está para disfrutarlo. Hazte con una peluca y un buen maquillaje y sal a las calles a vivirlo como te más te guste: entre vivos o muertos, payasos o brujas.
El desfile con mayúsculas
El desfile de Halloween saca a las calles a miles de neoyorquinos, grandes y pequeños, con ganas infinitas de pasarlo bien. Es de las paradas más multitudinarias de Nueva York y desde luego, la más colorida. ¡Entérate de cómo disfrutarla!
- Qué: Desfile de Halloween. ¡Si quieres participar es indispensable que acudas disfrazado!
- Dónde: En el Village, en Manhattan. Para desfilar, la entrada es en la esquina de Canal St. con la Sexta Avenida y continúa en dirección norte hasta la calle 16.
- Cuándo: El lunes 31 de octubre, comenzará a las 7 p.m. y se alargará hasta las 11 p.m.
