Otoño con sabor a calabaza

Es delicada, dulce y su color naranja brillante hace que tus platos luzcan de revista

La calabaza o auyama, como le llaman algunos de mis amigos en Latinoamérica, es el ingrediente estrella en los mercados durante el otoño.

Es tan común que usamos algunas variedades para decorar la entrada de nuestras casas o la cocina y la mesa del comedor, como hago yo. ¡Nada mejor que decorar nuestro hogar con naturaleza viva!

Aunque la calabaza existe desde la época de los egipcios, la llamada butternut squash que conocemos en español como calabacín, calabaza dulce o calabaza de invierno, es mucho más “moderna”. Se dice que hizo su aparición en los años 40.

Es delicada, dulce y su color naranja brillante hace que tus platos luzcan de revista. Tiene un ligero toque dulce y se siente más cremosa que la calabaza normal. Por eso es perfecta para hacer panes, sopas, salsas y postres.

En el mercado la distingues por su tono crema o anaranjado muy pálido y su forma de pera bien alargada.

Anímate a llevarla a un puré o majado para el pavo o el cerdo, al relleno de unos raviolis o lasagna, a una sopa, a una salsa para la pasta corta, a un flan, cheesecake, panna cotta y hasta en unos pancakes o cupcakes para el desayuno queda genial.

En esta época casa muy bien con ingredientes como la vainilla, la miel, el jengibre, el coriandro, la canela, el coco, la nuez moscada, los clavos, la azúcar negra, las nueces, el queso de cabra, el anís, el yogurt, los champiñones (setas), el ajo y las hierbas otoñales como la salvia, el romero y el tomillo.

Usa las calabazas más pequeñas y con más matices de colores para decorar la mesa, la calabaza normal, grande y de color naranja para decorar la entrada en Halloween y Thanksgiving y la butternut para llenar de sabor tu cocina.

Recuerda, el otoño es tiempo de calabazas ¡llévatelas contigo!

Sopa de calabaza

Esta sopa puedes hacerla más líquida o más espesa según tu gusto, decorarla con un poco de tomillo, coriandro o cilantro y hasta prepararla como un majado de acompañante para empavo o el cerdo. La misma técnica de esta sopa la puedes usar con un solo tipo de calabaza, ya sea la común de verano o la dulce de invierno. No hace falta crema ni mantequilla para que quede sabrosa, así que antes de caer en la tentación, agrega un poco de leche fresca y listo.

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Lo que necesitas:
2 tazas de caldo de pollo o vegetales (orgánico o fresco)
6 oz de calabaza dulce, pelada, sin semillas ni fibras
6 oz de calabaza regular, pelada, sin semillas ni fibras
1 cucharada de aceite de oliva extra virgen
2 dientes de ajo fresco picados muy finos
½ cebolla blanca mediana, picada muy fina
1 cucharada de cilantro picado muy fino
Sal y pimienta al gusto
Pepitas tostadas (semillas de calabaza) opcional

Lo que tienes que hacer:
1. En una olla a temperatura media pon a hervir el caldo de pollo y las calabazas.
2. Mientras tanto, en una sartén con aceite de oliva sofríe el ajo y la cebolla hasta que esté tierna y translúcida.
3. Agrega el sofrito del aceite, el ajo y la cebolla a la olla de la calabaza y, con una batidora de mano o transfiriendo todo a la licuadora, mezcla hasta que tenga textura de puré.
4. Agrega sal y pimienta y sirve con cilantro fresco por arriba o con semillas de calabaza tostadas.

Para más recetas visita http://www.LaCocinaNoMuerde.com

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