La ruta incorrecta para llevar Uber a Upstate
El problema es que la propuesta según está diseñada no fomenta la competitividad entre proveedores de transporte
El gobernador Cuomo y algunos miembros de la Legislatura de Nueva York han vuelto a tomar la dirección equivocada en su intento por resolver el problema del sistema de transporte en Upstate. Desafortunadamente, en vez de crear una ley para servir y empoderar a estas comunidades, han creado una propuesta injusta e incorrecta, que Amenaza la seguridad de los pasajeros, y los derechos y bienestar de los taxistas e impacta adversamente las bases en los cinco condados de la ciudad.
Que quede claro que no nos oponemos a la llegada de Uber, Lyft, Via y otras aplicaciones tecnológicas de despacho de choferes. Por años, los taxistas y bases en la Ciudad hemos co-existido con estas aplicaciones en la ciudad. Incluso en los cinco condados compartimos los estrictos requisitos y normas que impone la Comisión de Taxis y Limosinas de la Ciudad (TLC por sus siglas en inglés), como patentes especiales, jurisdicción territorial, multas, huellas dactilares, seguros y revisión de antecedentes criminales, entre otros aspectos.
La nueva propuesta busca expandir las aplicaciones tecnológicas a la región de Upstate, donde esos servicios no están disponibles. El problema es que la propuesta según está diseñada no fomenta la competitividad entre proveedores de transporte, sino la destrucción paulatina de la industria de taxistas de la ciudad, que emplea a miles de padres y madres de familia, y provee servicios esenciales en vecindarios donde los taxistas amarillos no operan y ahora funcionan los taxis verdes.
La propuesta también crea un sistema de regulaciones más débil que destruiría los beneficios de seguridad para los pasajeros, y requisitos de seguridad y cumplimiento de la ley, que han tomado años lograr.
Explico: Los taxistas y bases en Brooklyn, Manhattan, Queens, Staten Island y El Bronx ya operan bajo las más estrictas regulaciones en el mundo, impuestas por TLC. Para permitir la expansión de aplicaciones tecnológicas a Upstate, la nueva propuesta crearía una nueva clasificación de vehículos llamada “Compañías Red de Transporte” (TNC por sus siglas en inglés), que aplicaría a los choferes de aplicaciones tecnológicas que se registren fuera de la ciudad. La clasificación conllevaría menor cobertura de seguro de responsabilidad civil, exención a investigación de antecedentes criminales y huellas dactilares, y no regulación por parte de municipalidades locales, entre otros factores ya mandatorios para los taxistas y bases de la ciudad.
Encima de todo, los TNC podrían recoger pasajeros en la ciudad, una jurisdicción altamente regulada. ¿Cómo es que ellos no estarían sujetos a las mismas regulaciones de los choferes que ya operan en la misma zona? ¿Cómo es que los pasajeros de estos nuevos choferes tendrían menos seguridad que los pasajeros de los choferes certificados por TLC?
Estos son graves errores que el gobernador y miembros de la Legislatura tienen que corregir antes de que este proyecto se haga ley. No pueden crear un sistema de transporte, destrozando a otro que funciona. Si quieren en serio tomar la ruta correcta para llevar las aplicaciones tecnológicas de despacho de choferes a Upstate, deben hacerlo con regulaciones que promuevan la competitividad a base de la igualdad y no las desventajas, ni la injusticia.
Muchos taxistas y bases se están dejando engañar creyendo que la nueva designación TNC es una alternativa para despegarse de las responsabilidades de TLC. Pero nada más lejos de la verdad. La nueva ley no está escrita para beneficiarlos a ellos, ni a los pasajeros, sino a las empresas multimillonarias que operan las aplicaciones tecnológicas. A la larga, cobrarán un porcentaje mucho menor por su trabajo y sus empleos podrían desaparecer al no ser suficientes para ganar un sustento y ser luego reemplazados por los autos sin chofer que las aplicaciones tecnológicas ya están probando en algunos mercados.
José Altamirano y Cira Ángeles son presidente y portavoz, respectivamente, de la Asociación de Dueños de Bases de Taxis Livery de Nueva York.