La clave científica para vencer tus ganas de comida chatarra
Cuestión de culpa, remordimiento y esfuerzo
Definitivamente no es lo mismo que alguien te ofrezca un pastel de chocolate a que te lo sirvas tú. El hecho de cortarlo tú misma te hará pensar en la cantidad de calorías y azúcar que vas a ingerir; con suerte, te provocará un poco de culpa y te hará pensar mejor en tus opciones de alimentos.
Al menos eso dice un estudio publicado por el Journal of Marketing Research, que asegura que es más fácil negarse a cualquier tipo de comida chatarra cuando hay que realizar un esfuerzo físico para obtenerla.
Por ejemplo, si alguien en la oficina te ofrece unas galletas con relleno de fresa, difícilmente podrás soportar la tentación. En cambio, si tienes que ir tú a comprarlas en la tienda, tienes más oportunidades de pensar en tu salud y en el remordimiento que tendrás después de comerlas.
Así que la próxima vez que tengas antojo de algún tipo de comida chatarra, prueba no pedirla por teléfono sino ir tú misma por ella.