El alcalde que se sometió inmediatamente a las órdenes de Trump contra los inmigrantes
Esta es la ciudad donde los indocumentados no quieren estar
MIAMI, Florida – Activistas proinmigrantes protestaron hoy frente a la oficina del alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, contra la “vergonzosa” decisión del regidor de cumplir con las solicitudes de detención de inmigrantes emitidas por el Gobierno federal.
“Es una vergüenza, una decisión totalmente innecesaria y contradictoria. Le pedimos al alcalde Giménez y a la comisión del condado que reconsideren” su postura, dijo con enfado a Efe Jonathan Fried, director de la organización comunitario WeCount!.
Fried afirmó que la reacción de Giménez en respuesta a la advertencia del presidente Donald Trump de recortar fondos federales a las denominadas “ciudades santuario”, va a tener un “impacto horrible” en la comunidad inmigrante del condado.
Aseguró además el activista que resulta poco creíble la apelación de Giménez a esta acción para no incurrir en recortes de fondos.
Se trata más bien, opinó, de una “excusa”, una “forma de congraciarse con el presidente” y alinearse con el mandatario, algo que el alcalde “quería hacer desde hace tiempo”.
“Las órdenes ejecutivas firmadas por Trump son un ataque sin precedentes a nuestra comunidad”, dijo la activista María Bilbao, quien tachó de “vergonzoso” que el cubanoamericano Giménez, nacido en La Habana, “se una a esta ola de ataques racistas que están causando pánico” entre los inmigrantes.
Trump firmó este miércoles una orden ejecutiva que retira fondos federales a las denominadas “ciudades santuario”, jurisdicciones que rechazan destinar fondos y esfuerzos para cooperar con programas federales que no son de obligatorio cumplimiento.
Por ello, el condado de Miami-Dade, precisó Fried, no tiene ninguna obligación legal de acatar las solicitudes de detención de un inmigrante indocumentado ordenada por Inmigración.
Desde 2014, el condado de Miami-Dade rehusaba plegarse a las órdenes de detención emitidas por el ICE a fin de ahorrarse miles de dólares anuales, ya que se reducía la estadía de estos inmigrantes en las prisiones, especialmente aquellos detenidos por delitos menores.
A juicio de Fried, este sistema de detenciones vulnera derechos constitucionales y se fundamenta en un falso argumento: “que es una iniciativa contra los peores de los peores, contra los criminales violentos indocumentados”, cuando la realidad es, dijo Fried, que la “gran mayoría de las personas arrestadas o no tenían ninguna condena por delito o era delitos muy menores”.
La verdadera intención del magnate neoyorquino, opinó el activista, es “utilizar el sistema de justicia local para atrapar a los inmigrantes indocumentados”.
El acatamiento del alcalde a la orden ejecutiva de Trump “contrasta” con las reacciones de cientos de alcaldes de la nación, como los de Nueva York, Los Ángeles, Chicago o Seattle, que se han posicionado a favor de “proteger a los inmigrantes“, consideró.