Transgénero latina nos cuenta su proceso de transformación
La puertorriqueña Brandi Concepción será la primera persona en someterse a una operación de afirmación de género en un hospital público de Nueva York
Brandi Concepción confiesa tener miedo, pero su determinación es más fuerte que cualquier temor que se le pueda atravesar en el largo camino que ya ha recorrido. En cuanto a dudas, de eso no le queda nada. Su decisión fue tomada hace mucho tiempo y ya no hay marcha atrás.
El próximo 24 de febrero la puertorriqueña, que nació como un varón hace 53 años, se someterá a la primera de una serie de cirugías de afirmación de género que la acercarán más a hacer realidad su anhelado sueño: convertirse completamente en una mujer.
“Tengo muchas expectativas. Pasar por esta cirugía para mí significará cambiar a una apariencia mucho más femenina, que se alinee más con lo que yo siento en mi mente y con lo que veo en el espejo. Eso hará que esté más cerca de la persona que yo quiero ser”, confiesa Concepción una transgénero nacida en Bayamón, Puerto Rico, que desde que era muy pequeña ya sabía que se encontraba atrapada en un cuerpo que no era el suyo.
“Cuando vivía como Randy (su nombre de pila) siempre pensaba que el tener una cirugía que te va a cambiar el sexo o cambiar tus genitales, era algo imposible, algo que no se podía hacer. En ese momento no entendía lo que era esta vida que yo estaba viviendo, pero sabía que yo era diferente”, recuerda.
La puertorriqueña explica, sin embargo, que antes de llegar a la decisión de realizarse una cirugía de cambio de sexo, tuvo que pasar por un proceso psicológico para asegurarse de que ese era el paso correcto que iba a tomar.
“Estuve un año en terapia con psiquiatras y terapistas antes que ni siquiera comenzara a tomar hormonas. Fue algo que se estudió a fondo”, explicó Concepción.
Entre sus ambiciones, después de la cirugía, destaca una que es primordial: pasar a formar parte integral de la sociedad como una mujer.
“Quiero ser parte de las mujeres latinas que trabajamos, que tratamos de echar nuestras familias hacia adelante y representamos un buen ejemplo para la comunidad”, dice la boricua con convicción.
La primera paciente
Con su cirugía programada para menos de un mes, Concepción se convertirá en la primera paciente en someterse a una operación de afirmación de género en la red de hospitales públicos de la ciudad de Nueva York. El procedimiento se realizará en el NYC + Health Hospitals/Metropolitan, en el East Harlem, que recientemente anunció la expansión de los servicios de su LGBTQ Health Center, que incluyen también el acceso a terapia hormonal.
La larga y compleja transformación, que comenzará con implantes para aumentar el tamaño de sus senos, seguido del cambio quirúrgico de los genitales y varias cirugías plásticas en diferentes partes de la cara, puede durar hasta un año.
“Yo sé que este es un paso importante que va a llevar un largo proceso de adaptación, pero eso no quiere decir que no es algo que yo no pueda sobrellevar”, reflexiona.
“Tengo miedo. Si te digo que no tengo miedo te estaría mintiendo. Pero he batallado con esto todo este tiempo yo sola y, como boricua al fin, voy a llegar hasta lo último”, asegura con mucha determinación.
Según indicó Sarah Bender, directora del LGBTQ Health Program en el NYC + Health Hospitals/Metropolitan, existen más de 100 pacientes que reciben servicios en ese programa y varios están en lista de espera para realizarse la compleja y delicada cirugía. Muchos de ellos son hispanos.
“Hicimos el anuncio de que estábamos haciendo la cirugía de afirmación de género en noviembre, pero tenemos programas para personas transgénero desde hace varios años. Ofrecemos servicios de salud primarios y servicios de transición como terapias con hormonas”, indicó Bender.
Salud sin miedo y sin barreras
Según indicó Bender, además de los servicios de salud que presta el LGBTQ Health Center, que incluye a trabajadores sociales, psiquiatras, terapistas y referidos a especialistas, uno de los principales objetivos del programa es que los pacientes que pertenecen a esa comunidad, principalmente los transgéneros, se sientan seguros y sin temor.
“Muchos pacientes LGBTQ en Harlem y otros lugares han tenido momentos difíciles cuando van a instituciones en busca de cuidados médicos”, dijo Bender.
“Sabemos que más de un tercio de la población transgénero en el país experimenta alguna forma de discriminación en lugares donde se provee cuidado de salud, por lo que queremos asegurarnos que eso no pase aquí. Queremos que las personas se sientan seguras, que puedan hablar sobre cualquier cosa sin miedo y que toda su experiencia sea afirmativa sin importar su género; su orientación sexual”, aseguró Bender.
La ejecutiva aclaró que gracias a legislaciones aprobadas por el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, la mayoría de los seguros médicos, incluyendo Medicaid y Medicare, cubren las cirugías de afirmación de género y terapias hormonales.
“En su mayor parte las cirugías son cubiertas por los seguros del estado de Nueva York porque no son consideradas como cosméticas, sino que son reconocidas como médicamente necesarias para los pacientes que las necesitan. Pero nosotros nos aseguramos que puedan navegar por ese proceso de forma más fácil y que las compañías de seguro no los discriminen o nieguen cobertura”, dijo.
Brandi, quien está estudiando una licenciatura en Health Care Management y piensa seguir una maestría en Publich Health Administration, asegura que su proceso de afirmación de género no culminará con la cirugía. “Esto es algo que no termina allí. Es un proceso de adaptación que dura toda la vida”.
Una de sus ambiciones es trabajar para el National Center for Transgender Equality en Washington D.C.
Una vida llena de discriminación
Como muchos otros individuos dentro de la comunidad transgénero, Brandi Concepción ha tenido que llenarse de mucho coraje, perseverancia y determinación –junto a largas sesiones con psiquiatras y terapistas– para enfrentar el enorme conflicto personal que existe entre cómo se siente e identifica sexualmente con el rechazo que le tiene al cuerpo y los genitales con los que nació.
Pero ese no es el único drama que tiene que enfrentar un transgénero. Como lo explica la misma Concepción, personas como ellas, por el sólo hecho de ser diferentes, sufren de discriminación, acoso, abusos y humillaciones constantes, no solo por parte de extraños y sino de sus propias familias. La situación es aún más difícil cuando, como en su propio caso, se nace dentro de una familia muy católica y conservadora.
“¿Qué si he sentido discriminación? De qué forma te lo pongo. Cuando mi abuela falleció, no me permitieron ir al entierro y ceremonia fúnebre. Me dijeron ‘no vengas, no hace falta. Y si vienes te quitas las uñas, te cortas el cabello y te vistes de varón’. Yo les dije a mis tíos que eso no iba a pasar porque esa persona ya no existe”, recuerda Concepción sobre este incidente ocurrido hace seis años.
“Otra forma de discriminación fue la forma cómo mi familia dejo de hablarme, se dejaron de comunicar y no quieren saber nada de mí. Pero eso no quiere decir que yo vaya a detener lo que estoy haciendo para satisfacer lo que ellos creen que está bien o está mal”, apuntó.
Pero las humillaciones y acosos, según narra la boricua, comenzaron desde que era muy pequeña. “Las personas siempre me tiraban para un lado y usaban un lenguaje que era muy corriente en Puerto Rico: “mariposa”, “niña”. Eso fue como a los 8 o 9 años y al principio fue muy molesto y chocante”, recuerda Concepción, quien agrega que, tras la muerte de su padre se mudó con su mamá desde Puerto Rico a Nueva York cuando tenía 13 años.
“Afortunadamente para mí tuve la suerte de crecer en Nueva York que, aunque no es el lugar perfecto, es una ciudad en donde las personas como yo no son totalmente marginadas”, afirma.
Rechazo entre los suyos
Aparte del doloroso rechazo familiar, Concepción asegura que también ha sentido que su propia comunidad le ha dado la espalda. No es poco común que las personas transgénero se quejen de discriminación por parte de los miembros de la misma comunidad LGBT (lesbiana, gay, bisexual y transgénero).
“He experimentado y he visto la discriminación dentro de nuestra comunidad hacia personas transgénero. Para mí eso radica en el hecho de que muchos no entienden lo que es vivir en un cuerpo que no es el tuyo”, dijo la hispana.
“Mi transición no ha sido fácil. Yo intenté suicidarme cuatro veces y llegar a esta conclusión me tomó mucho tiempo de pensar y analizar qué era lo mejor para mí”, asegura Concepción quien acude al Brooklyn Pride Center, en Downtown Brooklyn, cuando necesita de apoyo y consejería por parte de “personas que piensan y viven” como ella.
Le teme a la era Trump
Al ser una persona transgénero y pertenecer a la comunidad LGBT, Brandi Concepción expresó el temor que siente ante los cambios que puedan venir con una administración tan conservadora como la de Donald Trump.
“Obama, el presidente de una de las naciones más poderosas del mundo utilizó la palabra ‘transgénero’ por primera vez. Reconoció que existo y eso me dio aceptabilidad como persona y una razón de ser. Con el presidente corriente creo que eso va a cambiar. Y temo que eso hará cambiar la mentalidad del público hacia la comunidad transgénero (…) Ese señor (Trump), no creo que tenga ningún interés hacia la comunidad LGBT en general (…) Va a ser una pena si elimina el Marriage Equality Act”.
El camino no es fácil, pero es posible
Brandi Concepción quiso ofrecer sus consejos para otros transgéneros latinos, sus padres y la población en general
- “A las personas latinas que somos transgéneros se nos hace un poco más difícil. Pero les quiero decir que no se den por vencidas, que no se paren, que sigan hacia adelante y sean activas. Si se les cierra una puerta que sigan buscando que otra se abrirá. Que no pierdan el anhelo de hacer sus sueños realidad”.
- “Es muy difícil salir y aceptarse como un individuo transgénero. Tampoco es fácil tratar de confrontar a la sociedad. Pero nosotros no somos ‘freaks’ (monstruos) o personas de las que se pueden burlar”.
- “No porque seamos transgéneros y muchas personas nos quieran tirar a un lado o marginar, quiere decir que tenemos que permitir eso. El camino no es fácil, pero es posible”.
- “Lo que quisiera que la gente entienda es muy simple: si ven a una transgénero femenina, que no tiene maquillaje pero está vestida como mujer y actúa como mujer, que la traten como mujer. Que no sean de mente cerrada. Lo mismo si ven a un transgénero masculino. Que lo traten como hombre y que usen el pronombre correcto, que lo hagan sentirse cómodo”.
- “Mi consejo a los padres que tienen hijos o hijas que son transgénero, es que por favor estudien sobre el tema, que busquen consejos y pongan a sus niños y niñas en terapia. Que trabajen con ellos y nunca le den la espalda. Que siempre estén allí para ellos”.