Senado confirma a Jeff Sessions como fiscal general
La Administración Trump obtiene una importante victoria política con la luz verde del senado a su fiscal general
WASHINGTON.- El Senado de EEUU confirmó este miércoles, por estrecho margen, al senador republicano de Alabama, Jeff Sessions, como el 84 fiscal general del país, poniendo fin a un dramático enfrentamiento con la oposición demócrata por su polémico historial en materia de derechos civiles.
Con 52 votos a favor y 47 en contra, el Senado, bajo control republicano, confirmó a Sessions en el cargo. Sessions se salvó por apenas un voto, ya que la confirmación requería una mayoría simple de 51 votos. Sólo un demócrata, Joe Manchin, senador de Virginia Occidental, un estado conservador, votó a favor de Sessions.
De inmediato, la mayoría de los demócratas y grupos progresistas que desde siempre se opusieron al nombramiento de Sessions, advirtieron en sendos comunicados que su confirmación es un “grave error” porque éste no es apto para el cargo y pondrá en riesgo los derechos y libertades civiles de los inmigrantes, las mujeres, los homosexuales, y demás minorías.
Los republicanos y grupos conservadores afines en todo el país, por el contrario, aplaudieron la votación en el Senado.
El presidente Donald Trump felicitó a Sessions a través de Twitter.
Congratulations to our new Attorney General, @SenatorSessions! pic.twitter.com/e0buP1K83z
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 9, 2017
Una agencia con turbulencias
Sessions asumirá las riendas del Departamento de Justicia en un momento coyuntural para la Administración Trump, que lucha por desbloquear una orden ejecutiva del pasado 27 de enero contra la entrada a EEUU de inmigrantes y refugiados de siete países de mayoría musulmana.
Sessions, conocido por sus posturas contra los inmigrantes, también tendrá a su cargo parte de la implementación de otra orden ejecutiva de Trump, que recrudece el combate contra la población indocumentada.
Eso ha sonado las alarmas entre grupos pro-inmigrantes en todo el país.
“Desde la orden ejecutiva que delinea el plan para la deportación masiva de millones, hasta la cruel e inconstitucional veda a musulmanes y refugiados, la presidencia de Trump ya está avanzando las creencias de Jeff Sessions… los que votaron por Sessions ahora tendrán que asumir (responsabilidad por) todo lo que él termine haciendo”, advirtió Lynn Tramonte, del Fondo Educativo de America´s Voice.
Kamal Essaheb, director de política del Centro Nacional de Leyes de Inmigración (NILC), dijo que el historial de Sessions de marginar “sistemáticamente” a comunidades ya aisladas del proceso político no da esperanza alguna de que vaya a cumplir con las normas que le exige el nuevo cargo.
NILC “estará vigilando de cerca, y no dudaremos en exigir cuentas a Sessions por cualquier mal paso que haga en el Departamento de Justicia”, sentenció Essaheb.
Un final dramático
La predecible votación se produjo después de varias semanas de creciente antagonismo en los corredores del Senado, reflejado ampliamente esta noche tras la confirmación: mientras los republicanos rompieron en aplausos, los demócratas guardaron silencio.
La acritud aumentó la noche del martes cuando, por órdenes del líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, el Senado aprobó una medida para “silenciar” a la senadora demócrata por Massachusetts, Elizabeth Warren, por presuntamente violar un reglamento que prohíbe ataques personales entre miembros.
Con esa medida, Warren no pudo hacer más declaraciones en el pleno del Senado, lo que sólo produjo una mayor cobertura mediática y críticas contra Sessions en las redes sociales.
Warren había estado leyendo una carta de 1986 de Coretta Scott King, la fallecida viuda del líder de los derechos civiles, Martin Luther King Jr., en contra de la entonces nominación de Sessions como juez federal.
En la carta enviada al Comité Judicial del Senado, King argumentó que Sessions abuso de su cargo de entonces como fiscal en Alabama, para suprimir el derecho al voto de los afroamericanos.
Sessions fue rechazado para el puesto de juez federal, bajo ataque por sus posturas aparentemente racistas.
Durante el proceso de confirmación, los demócratas advirtieron además de que Sessions, muy cercano Trump, sería incapaz de mantener su independencia judicial y no era la persona indicada para velar por los derechos civiles de las mujeres y las minorías, y la justicia equitativa para todos los estadounidenses.
Activistas de “CodePink”, y otros grupos cívicos, interrumpieron sus audiencias de confirmación con gritos de “racista” y otros peyorativos.
En un hecho inédito en la historia del Senado, el senador demócrata de Nueva Jersey, Cory Booker, acudió al segundo día de audiencias y ofreció testimonio en contra de su colega.
Atacan bloqueo demócrata
Pero, siguiendo un mismo libreto, tanto los republicanos como la Casa Blanca han insistido en que la oposición demócrata no tiene intención alguna de trabajar de forma bipartidista, y por eso ha bloqueado la confirmación de los miembros del Gabinete presidencial.
El senador republicano por Texas, Ted Cruz, afirmó que los ataques de Warren contra Sessions carecían de fundamento, y llegó al punto de acusar a los demócratas de ser “el partido del Ku Klux Klan”.
Por su parte, el presidente del Comité Judicial del Senado, el republicano Chuck Grassley, señaló: “no es ningún secreto que a nuestros colegas demócratas no les gusta el nuevo presidente, y hacen lo que pueden para minar a la nueva Administración”.